Diego Gallego: “Nuestros retos son la sostenibilidad y ser una industria 4.0”
Entrevista al presidente de Migasa
El presidente del grupo aceitero augura un gran aumento del consumo de aceite en el mundo. Estima que sus exportaciones crecerán en torno a un 10%
Está a punto de cumplir un año al frente de Migasa, el principal exportador de aceite de oliva del mundo, con presencia global en más de 120 países. Es Diego Gallego y en esta entrevista nos cuenta sus proyectos.
–Este último año ha sido un año muy especial. En Migasa, como en muchas empresas, hemos tenido que adaptarnos, y eso ha supuesto un crecimiento individual y colectivo para quienes formamos esta compañía. Cuando en marzo de 2020 entramos en plena pandemia, ya nos habíamos preparado. Nuestra conexión con otros mercados nos llevó a prever que lo que estaba ocurriendo en otros países europeos llegaría más pronto que tarde al nuestro. Estamos muy satisfechos de cómo hemos avanzado en términos de digitalización; hemos consolidado herramientas y formas de trabajar que han supuesto un gran adelanto. Ha sido un año que nos ha puesto a prueba y creo que la hemos superado con éxito gracias al trabajo de todos.
–¿Qué impronta personal le gustaría imprimir en la empresa, muy consolidada como es el caso de Migasa?
–Migasa es actualmente uno de los principales actores del sector agroalimentario por volumen de facturación y el principal exportador de aceite de oliva del mundo, con presencia global en más de 120 países. Sigue siendo una empresa privada 100% familiar, que trabaja, a diario, sin perder sus señas de identidad como empresa familiar. Para mí, es importante que los valores y la esencia de la compañía y de las personas que formamos parte de ella, el esfuerzo, el compromiso, la innovación y la pasión por el campo y por lo que hacemos, estén presentes en todo lo que hagamos.
–¿Cómo se compagina la dimensión de Migasa con el hecho de ser una empresa familiar?
–Es una empresa familiar en la que la profesionalización es clave. Todas las personas que formamos parte de la compañía nos hemos formado y especializado en las distintas áreas. Compaginamos la visión de perdurabilidad, el trato humano y cercano y los valores de una empresa familiar con la orientación clara a resultados y mejora continua que supone la profesionalización de nuestros equipos en una búsqueda constante de la excelencia en todo lo que hacemos.
Nuevos retos
–¿Qué reto a medio o largo plazo tiene en mente para desarrollar en la empresa?
–En Migasa tenemos actualmente dos áreas de trabajo claves: la conversión en una industria 4.0 y la sostenibilidad. Estamos trabajando en la mejora de procesos a través de distintas herramientas digitales que nos permiten obtener información en tiempo real de todos centros de producción y procesos para tomar decisiones de forma ágil y eficaz. Además, la aplicación de tecnología nos permite trabajar sobre modelos para predecir comportamientos que nos ayuden a adelantarnos y mejorar no solo nuestra productividad y calidad de los productos, sino hacer más fácil el trabajo de los equipos. Esto enlaza con la otra gran área de trabajo: la sostenibilidad. Hemos puesto en marcha un plan integral para hacer nuestra empresa, si cabe, más sostenible, más respetuosa con la naturaleza y los recursos naturales y con las personas. Por ejemplo, nuestra fábrica de Alcolea (Córdoba) ha recibido recientemente el sello “Zero Waste”.
–¿Cómo ve el presente y el futuro del aceite de oliva para su compañía?
–El aceite de oliva, en general, y el virgen extra en particular, son productos saludables y de altísima calidad y es natural que el mercado cada vez los acoja mejor y los consumidores los valoren cada vez más. Hasta ahora han sido en los países desarrollados donde más ha crecido el consumo de aceite de oliva, pero comprobamos que cada vez más países conocen el producto y se interesan por él. Esto conllevará un incremento del consumo a nivel mundial que beneficiará al conjunto del sector y a las marcas del entorno de Grupo Migasa.
Exportación
–¿Qué expectativas de crecimiento tiene la empresa en cuanto a exportaciones?
–En nuestra compañía, las exportaciones suponen en torno al 50% de nuestro negocio. La apuesta por la promoción del aceite de oliva que estamos haciendo tanto el sector privado como el público, son de gran ayuda para favorecer este crecimiento. En Migasa estimamos que nuestro mercado exterior crecerá este año en torno a un 10% y lo hará en diferentes mercados (actualmente estamos presentes en 120 países), si bien vemos un gran potencial en los mercados asiáticos.
–Están desarrollando proyectos específicos de apoyo al sector del olivar tradicional ¿puede explicar qué línea sigue y en qué consiste?
–Olivar Tradicional es un sello con el que queremos dar valor a los agricultores que trabajan en campos de olivos que por sus características -entre otras, la inclinación del terreno que impide el uso de maquinaria- implican unos mayores costes de producción, pero producen aceites muy diferenciado del resto y con un valor añadido. Es parte de nuestra apuesta por la calidad y la mejora continua, así como por la promoción del aceite de oliva y nuestro compromiso con agricultores, distribuidores y consumidores.
–Parece que la cuarta y quinta gama son líneas de un futuro que ya ha llegado para los productores andaluces, ¿qué han hecho en este segmento y qué proyectos tienen?
–Es precisamente en este segmento donde, con una visión de futuro y a largo plazo, se ubican estratégicamente alianzas como la joint venture creada hace dos años con la firma cordobesa Arteoliva. Bajo la marca Artesur, ya hemos desarrollado una línea de gazpachos y salmorejos 100% frescos y naturales con 21 días de caducidad, y tenemos desarrolladas más recetas innovadoras en platos preparados o quinta gama, que pronto serán presentados.
–¿En qué medida esas líneas están contribuyendo al crecimiento de Migasa?
–Para Migasa el futuro pasa por generar un mayor valor añadido al aceite de oliva y a toda la gama de productos agroalimentarios que fabrica. Estas nuevas líneas también tendrán como protagonista al aceite de oliva como ingrediente irrenunciable. Todo esto sin olvidar que hay que conseguir nuevas gamas de productos donde todos ganemos: agricultor, envasador y distribuidor. Grupo Migasa está presente en todas y cada una de las etapas que intervienen en el proceso de elaboración del aceite. Hemos conseguido la mayor integración vertical existente en el sector oleícola, desarrollando y controlando todas las fases de la cadena de valor, obteniendo grandes ventajas competitivas y cumpliendo los más exigentes y rigurosos estándares de calidad. Migasa posee sus propias fincas de olivos y girasoles y mantiene desde hace años sólidos acuerdos de colaboración con miles de agricultores locales. Esta cercanía con el sector primario, nos facilita mucho el desarrollo de cualquier producto agroalimentario de calidad. También poseemos almazaras donde se muele la selección de las mejores aceitunas para la elaboración de los aceites de oliva.
–¿Cómo ve el futuro de la compañía?
–Migasa es una empresa familiar en la que la tercera generación, de la que formo parte, miramos al futuro poniendo el foco en la preparación, profesionalización, exigencia y trabajo de todas las personas que formamos parte de ella. Para nosotros, el futuro pasa por mirar a nuestra historia, a nuestro pasado, para consolidar y crecer con el legado de nuestros mayores. De ellos hemos aprendido la pasión por el campo, por el aceite, las personas, el trabajo y la familia. Una familia, en nuestro caso, ampliada a quienes forman parte de Migasa y cada día dan lo mejor de sí mismos.
También te puede interesar