La agricultura familiar suministra el 80% de los alimentos del mundo

La FAO reclama en su informe anual un impulso a la innovación, tanto para la producción como para proteger la sostenibilidad de los recursos.

21 de octubre 2014 - 11:33

La FAO, en su informe sobre El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2013 (SOFA, en sus siglas en inglés), ha analizado este año el funcionamiento y el valor de la agricultura familiar, que se contabiliza en cerca de 570 millones de explotaciones.

Para el organismo de Naciones Unidas, "las explotaciones familiares, que representan más de nueve de cada diez explotaciones agrícolas en el mundo, pueden servir de catalizador para el desarrollo rural sostenible", según señala el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en la presentación del informe que se hizo público la pasada semana.

La FAO alerta de que, en un planeta donde la demanda de alimentos crece pero los recursos de tierra y aguas escasean, los agricultores tendrán que producir una cantidad mayor y la solución está en los pequeños y medios agricultores.

"Existe un amplio margen para aumentar la producción a través de un crecimiento de la productividad de las explotaciones familiares", sostiene el informe. En su análisis, la FAO subraya cómo "las familias de agricultores gestionan los recursos agrícolas del mundo y suministran más del 80% de sus alimentos", pero muchas de ellas son pobres y se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria.

La erradicación de la pobreza en los países con ingresos bajos o medios comporta un incremento en la productividad de la mano de obra, explica la FAO.

Ante ello y por la importancia que estas explotaciones tienen tanto para producir alimentos como para hacerlo de manera sostenible, la FAO insta a crear las condiciones para ayudar a los agricultores, sobre todo garantizando la "innovación".

"Innovar" es la palabra clave del informe y por ello el llamamiento para que los países garanticen "que la investigación, los servicios de asesoramiento, las instituciones de mercado y las infraestructuras" lleguen también a las explotaciones familiares pequeñas y medianas.

"El conocimiento y los incentivos económicos" no sólo ayudan a aumentar la producción sino que también, añade la FAO, son necesarios para que los agricultores tengan en cuenta "la protección de las cuencas hidrográficas, la conservación de la biodiversidad o la importancia de la retención de carbono".

Por ello, la FAO recomienda que las estrategias de innovación agrícolas deben centrarse "no solo en la mejora de los rendimientos, sino también en un conjunto más complejo de objetivos, entre los que cabe mencionar la conservación de los recursos naturales".

A los gobiernos, la FAO insta a "incrementar la inversión pública en iniciativas de I+D (inversión y desarrollo) y en servicios de extensión y asesoramiento relacionados".

Los responsables en materia de políticas deben también tener en cuenta la diversidad de la agricultura familiar en términos de tamaño, tecnologías utilizadas y la integración en los mercados, así como sus entornos ecológicos y socioeconómicos. Esta diversidad implica que los agricultores necesitan cosas diferentes de un sistema de innovación. Aún así, todas las granjas necesitan una mejor gobernanza, estabilidad macroeconómica, infraestructura física e institucional del mercado y educación, así como investigación agrícola básica, indica el SOFA. La inversión pública en investigación agrícola, así como los servicios de extensión y asesoramiento -que deben diseñarse para ser más participativos- deben incrementarse para hacer hincapié en la intensificación sostenible y cerrar las brechas de rendimiento y productividad de la mano de obra que caracterizan a los sectores agrícolas de muchos países en desarrollo, se explica en el informe. Aunque la investigación agrícola por empresas privadas va en aumento, la inversión del sector público sigue siendo indispensable para asegurar la investigación en áreas de escaso interés para el sector privado, como la investigación básica, cultivos huérfanos o las prácticas de producción sostenibles. Esta investigación constituye un bien público con muchos beneficiarios potenciales.

En su informe, la FAO informa de que más del 90 % de las explotaciones agrícolas del mundo tienen una gestión individual o familiar y dependen sobre todo de mano de obra familiar.

Según sus estimaciones, ya que apuntan la dificultad de cotejar datos de todos los países pues no existen registros, los cultivos familiares "ocupan alrededor del 70% al 80% de las tierras agrícolas y producen más del 80% de los alimentos del mundo".

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