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Entrevista a la gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español
La Interprofesional del Aceite de Oliva Español no ceja en su apoyo al sector, tanto en apertura de nuevos mercados, como en desarrollo de I+D+i, entre otras cuestiones. Al frente de ella se encuentra Teresa Pérez, que nos desglosa en esta entrevista la actualidad del sector.
–¿Qué papel juega el aceite de oliva español en los mercados internacionales respecto a nuestros competidores?
–Un papel de dominio claro. Como sabe, España es líder mundial en la producción de aceites de oliva en el mundo. En la pasada campaña, la 2021-2022, vemos que España produjo 1,5 millones de toneladas de aceites de oliva, lo que supuso el 66% de toda la producción de la Unión Europea y el 44% del total mundial. Pero ese liderazgo se extiende también al comercio mundial de aceites de oliva. En esa campaña vendimos un total de 1.674.800 toneladas. De esa cantidad algo más de un millón de toneladas las exportamos y unas 600.000 toneladas se comercializaron en España. Eso significa que nuestros aceites de oliva han copado el 52,5% de la demanda mundial, estimada en 3.188.000 toneladas. Sólo las exportaciones han generado unos ingresos de más de 4.000 millones de euros en 2022.
–¿Siguen siendo necesarias las campañas de promoción?
–Por supuesto. Y si me apura, le diría que ahora mismo son más necesarias que nunca. Nuestras acciones no sólo tratan de incrementar la demanda de nuestros aceites de oliva, sino también ofrecer al consumidor argumentos que justifiquen en invertir tres, cuatro o hasta 10 veces más, según los mercados, de lo que le puede costar otro aceite. Cuando hablo de invertir, estoy pensando en la primera razón que los compradores de nuestros aceites aducen en todo el mundo, la salud. Ahora que los precios en los mercados han subido, es especialmente importante que trabajemos en esos argumentos, empezando por España, donde nuestra campaña incide directamente en ese argumento con el lema “Para toda una vida”. Pero también hay que pensar que la promoción es una inversión de futuro. Estamos reforzando el uso de nuestro producto en nuestros consumidores actuales y atrayendo a los del futuro, aquellos que comprarán nuestros aceites en los próximos años. Y todavía más importante es que en estos momentos es cuando tenemos que trabajar en el reposicionamiento de los aceites de oliva de España en la mente de los consumidores de nuestros principales mercados objetivo, para que el consumidor perciba y reciba la información del referente mundial en Aceites de Oliva: España.
–¿En qué países tiene margen el aceite de oliva español para seguir creciendo?
–Le diría que todo el mundo. Hemos de ser conscientes que los aceites de oliva son una gota en el mar de grasas vegetales que se consumen en el mundo. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, los aceites de oliva en 2022 han supuesto el 1,29% de todas las grasas vegetales. Eso indica que la capacidad de crecimiento es fabulosa. El crecimiento en estos momentos está principalmente limitado por las disponibilidades de producto. Si tenemos que hablar de los mercados con mayor potencial y probabilidad de crecimiento, son aquellos en los que la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, a través de su marca Aceites de Oliva de España, está haciendo promoción en estos mismos momentos (además de España): Estados Unidos, Brasil, México, Alemania, China y Japón. Estados Unidos ya es el tercer consumidor de aceites de oliva del mundo, tras España e Italia, y sigue aumentando la demanda. Por su parte, Brasil es el segundo consumidor fuera del Mediterráneo. Más al norte tenemos a México, con una evidente cercanía cultural a nuestro país, una clara ventaja idiomática a la hora de promover y potenciar el consumo. Ya en Europa, Alemania es el primer consumidor entre los países no productores, con un kilo de consumo per cápita y creciendo. China es el mercado que más rápido crece en el mundo. Y Japón es un mercado maduro que sigue demandando aceites de alta calidad y está dispuesto a pagar por ellos. Podríamos añadir a estos otros como Canadá, Corea del Sur, Colombia … Se vende todo lo que se produce. Y, en estos momentos nuestro factor limitante es la reducción de las disponibilidades a nivel mundial, por la disminución de la producción como consecuencia de la sequía.
–¿Cómo se está comportando el mercado nacional, está estable o hay aumento del consumo?
–En Italia, Grecia y España el mercado lleva años dando muestras de debilidad. En nuestro país, a principios de este siglo llegamos a consumir 631.000 toneladas. En la campaña 2016-2017, alcanzamos un mínimo de 457.000. Perdimos más de 170.000 toneladas de consumo. Una cifra realmente alarmante. No obstante, la pandemia, con la necesidad de comer más en casa y el deseo de alimentarse más sano, tiró del consumo. De hecho, en la campaña del año pasado volvimos a rozar las 600.000 toneladas.
–¿El aumento generalizado de los precios ha desviado el consumo de aceite de oliva hacia otras grasas?
–Como le he indicado aún no tenemos datos recientes. Pero en el escenario inflacionista que estamos viviendo, vemos como todos los consumos se contraen. El consumidor tiende a comprar menos y consumir menos.
–¿Cómo está siendo el consumo y comercialización del Virgen Extra? ¿Qué porcentaje supone el AOVE respecto del Virgen en comercialización?
–El único dato preciso es precisamente el del Panel del Consumo del Ministerio. Volviendo a los datos del mes de noviembre, vemos que la suma de aceites de oliva virgen extra y virgen supusieron la mitad de lo comercializado en nuestro mercado. De ese 50%, el 40% corresponde a los aceites de oliva virgen extra y un 10% al virgen. La otra mitad correspondió a la categoría aceite de oliva.
–¿Qué papel juega la I+D+i en la elaboración de los aceites?
–La innovación es la base sobre la que se asiente nuestro liderazgo mundial. Un proceso de cambio continuo en el que el sector se embarcó hace ya décadas. De hecho, somos el referente mundial en tecnologías aplicadas a este sector. En ese sentido, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español está haciendo un enorme esfuerzo de fomento de la innovación, destinando en torno al 10% de nuestro presupuesto.
–¿Qué tendencias hay en el sector productor en cuando a nuevos aceites?
–Constatamos en los últimos años en la pujanza de los vírgenes extra en nuestro mercado y, en paralelo, el crecimiento de los aceites de gamas medias y altas, los aceites de oliva virgen extra de recolección temprana.
–¿Cuáles son los proyectos que tiene la interprofesional a corto y medio plazo?
–Ahora mismo nuestra atención en el corto plazo está puesta en las acciones en los siete mercados que le he mencionado. Seguimos analizando nuevas oportunidades en donde poder lanzar nuevas campañas. Ahí, la principal limitación es la presupuestaria. En cuanto a la I+D+i seguimos trabajando en varias líneas estratégicas, en especial la que llevamos años desarrollando con el Gobierno de España y la Junta de Andalucía para la implementación de tecnologías complementarias el panel test a la hora de clasificar comercialmente los aceites vírgenes de oliva.
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