Redes sociales para unir a todos los jóvenes en el mundo agrario
La Voz Invitada
UPA Joven promueve una herramienta específica para evitar el aislamiento en el mundo rural
La primera red de jóvenes rurales se está gestando y será mucho más que una red social, será como ir a la plaza del pueblo y encontrarse con otros agricultores y ganaderos, como ir a la ventanilla de información de la Consejería o sentarse en la oficina de la organización agraria para recibir asesoramiento. Todo esto, en tu bolsillo.
Como en la Tierra Media, la España rural sufre de aislamiento de gran parte de sus comunidades. No hace falta irse a vivir a un bosque, como los elfos, para sentir el aislamiento que provoca la falta servicios y vías de transporte dignos o la brecha digital que padecemos en los pueblos.
Los jóvenes que vivimos en el medio rural no lo hacemos porque no tengamos otra opción, sino porque hemos decidido quedarnos o pasarnos a la vida en el pueblo, por loca que pueda parecer esta idea a muchas personas de nuestro alrededor.
Pero eso no significa que queramos renunciar a las oportunidades, servicios y derechos propios del siglo XXI; no queremos más, pero tampoco menos; queremos igualdad entre el medio urbano y el rural.
Pero en el ejercicio de algunos de esos derechos –los de reunión, información y comunicación- vamos a la zaga los jóvenes del campo.
Es cierto que usamos Whatsapp como el que más, nuestros campos son las oficinas más fotogénicas de Instagram y nos encanta opinar en Facebook o Twitter.
Pero también es cierto que nuestra voz queda diluida en la inmensidad de estas redes en las que se replican los desequilibrios demográficos y geográficos de España, como ese 72% de la población que vive en el 1% de la superficie del país.
Por eso, en UPA Joven, la organización de los jóvenes que nos dedicamos a la agricultura y ganadería familiares, nos hemos unido a otros socios (universidades, organizaciones rurales y empresas) que también piensan que el campo necesita su propia red.
Nos hemos puesto manos a la obra para crearla y, tras unos primeros pasos para conocer cuáles son las necesidades que esta red vendrá a cubrir, hemos descubierto que no puede limitarse a ser el Facebook de los agricultores. Nosotros necesitamos mucho más que una red, necesitamos un anillo de confianza.
Quienes trabajamos el campo sabemos lo duro que es enfrentarse a la burocracia. A nosotros, que leemos las nubes, hablamos con rumiantes y sabemos de raíces sin verlas, se nos exigen trabajos de una naturaleza muy distinta, la de los despachos.
Papeles y más papeles que en muchas ocasiones nos requieren por partida doble administraciones diferentes. Es fácil sentirse solo y abrumado ante esta situación.
Es por eso que un anillo de confianza, en el que puedas encontrar a tanto a tus iguales como a expertos del sector, es una herramienta indispensable para el buen funcionamiento de las explotaciones, sobre todo de aquellas familiares que tienen más dificultades económicas y de tiempo para acceder a información fiable y actualizada.
Será “un anillo para encontrarlos, para atraerlos a todos” pero, al contrario de la saga de Tolkien, este anillo no servirá “para atarlos en las tinieblas” sino todo lo contrario, para arrojar luz sobre la profesión de los trabajadores más necesarios del mundo, aquellos que alimentamos al planeta.
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