Nuevos cambios estructurales en la agricultura
La Voz Invitada de Andrés García Lorca
El catedrático comprueba que el modelo que describió hace cuarenta año se ha hecho realidad. Inverconec, invernaderos eficientes
En 1983, publique un estudio que, pasado el tiempo, vuelve a estar de rabiosa actualidad a la vez que ofrece una perspectiva para el análisis y evaluación de los cambios estructurales que se están produciendo en el modelo agrícola más puntero de nuestro territorio como es el de los cultivos bajo plástico.
El referido estudio, en su día, tuvo dos lecturas, una basada en la descripción y síntesis del desarrollo del modelo agrícola en el que se explicitaban causas y factores que interesaba a los científicos y estudiosos del tema y otra, de mucho más calado, en el que analizaba un modelo de gran empresa instalada en este contexto de empresa familiar que caracterizaba al modelo almeriense.
El análisis de esta realidad nos ofrecía un punto de partida en 1983 con una agricultura intensiva en la que 15.048 agricultores cultivaban una superficie de 9.272 hectáreas y que lograban producir unos 40.000 millones de pesetas.
En este contexto se instala una empresa de un grupo de capital financiero que pretende poner en marcha, en unos años, una superficie de cultivo de 1.800 hectáreas sobre una propiedad de 2.250 hectáreas, siendo el resto de la tierra para infraestructuras y servicios, con un programa de inversiones de 12.000 millones de pesetas, previendo uno beneficio netos acumulados para el período 1983/93 de 48.000 millones de pesetas. Fiaban su éxito empresarial en dos factores, su potencial comercializador en el mercado exterior y su economía de escala; planteamientos ambos muy coherentes, toda vez que podrían ofrecer grandes volúmenes de productos hortofrutícolas y flores de forma constante, una vez acordado en firme la compra de los mismos y el programa de suministro antes de iniciar la campaña. Aspecto imposible de garantizar con la estructura de la propiedad existente y sus decisiones en materia de cultivo.
Curiosamente, el proyecto fracasó por factores diversos y que sería largo de relatar, pero hay uno que fue, cuanto menos decisivo, el manejo y gestión de la mano de obra y su relación con el sistema de cultivo.
A la luz del análisis de la realidad del modelo a términos de 2021 la situación ha cambiado como consecuencia de las transformaciones tecnológicas, el aumento de los costes de producción, las nuevas estrategias de comercialización y la disponibilidad de mano de obra asalariada.
El modelo, que antes era de una capitalización moderada, ahora exige mayor nivel de inversión y una imperante necesidad de reducir los costes de producción a la vez que obliga a presentar un frente de mayor volumen y con capacidad de programación de la oferta de productos con la suficiente antelación para hacer frente a los retos de comercialización.
Y eso solo puede realizarse de dos formas o con la agrupación de empresas sometidas al control y disciplina de una estrategia determinada en la que lo agricultores pierden gran parte de su capacidad de elección de los productos y calendarios de producción, o con la configuración de una sola corporación empresarial; aspectos que ya en 1983 señalaba en mi trabajo.
En la actualidad, el modelo agrícola almeriense se desarrolla entre estas dos opciones con la presencia de agrupaciones de pequeñas y medianas empresas o la creación de grandes empresas; pero que en ambos casos tienen sus propias estrategias de producción y comercialización, pero que incluso, incorporan e integran otras empresas productoras fuera del propio espacio local y nacional, generando gamas de productos diversificados y de distinto origen geográfico, con los que logran posicionarse con fuerza en los mercados; así junto a los producto de Almería aparecen los de Navarra o el Midí francés producidos y comercializados por el mismo grupo empresarial.
No es inusual encontrar con empresas que agrupan a varios cientos de trabajadores asalariados, lo que evidencia una tendencia ya iniciada de reducción de mano de obra familiar, como ocurría antes en el desarrollo del modelo.
La presión migratoria a determinado un mercado de trabajo que trata de ajustarse al nuevo modelo, lo que implica unos nuevos planteamientos en la organización del trabajo y en los procesos de automatización. Un indicador es la presencia de empresas de base tecnológica que diseñan programas de gestión y productividad laboral para este nuevo modelo de estructura empresarial.
Grandes transformaciones estructurales
Estas grandes transformaciones comportan también flujos de capital que, a través de fondos de inversión, capitalizan estas grades inversiones, con la vista puesta en el beneficio que proporcionarán unos modelos productivos que siempre garantizarán la producción de alimentos básicos en las mejores condiciones posibles.
Lo cierto y verdad es que el modelo que describimos y analizamos hace cuarenta años se ha hecho realidad, pese al fracaso inicial del establecimiento de una gran empresa de producción agrícola en un contexto de empresas familiar.
Tal vez la idea se adelantó en el tiempo, pero al final se ha demostrado viable, pero en el camino ha habido un universo de proceso, decisiones político institucionales, así como otras influencias y transformaciones sumamente interesantes que empiezan hacer realidad esta nueva estrategia.
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