Iván Arteaga: “La nueva PAC es menos agrícola y menos común”
Entrevsia al presidente de la comisión de Agroindustria de Cesur
El responsable de la nueva comisión de agroindustria de Cesur advierte del desequilibrio entre la atomización del productor y la concentración del comprador
La Asociación de Empresarios del Sur de España (Cesur) ha puesto en marchasu Comisión de Agroindustria presidida por el empresario agrícola e industrial, Iván Arteaga. En esta entrevista detalla sus inquietudes y proyectos, al tiempo que radiografía el sector agroindustrial, tanto el productor como el transformador y no se priva de dar un repaso a los temas de actualidad que más preocupan al sector: desde la pandemia por el Covid, hasta la futura PAC.
–Cesur estrena la Comisión de Agroindustria que usted preside ¿cómo y por qué surge la necesidad de crear esta comisión, de prestar más atención a este sector?
–El agro en Andalucía no solo es muy importante porque vertebra gran parte de nuestra sociedad. Además, somos grandes productores de cítricos, frutas, hortalizas y por supuesto de aceite y aceitunas que hacen que nuestra balanza de exportación sea positiva. Demanda una gran cantidad de mano de obra; es el sector más fundamental de Andalucía y Extremadura. Y ocuparse de ello y procurar introducir mejoras en temas que llevan anquilosados muchos años en el sector es una obligación para nosotros. Queremos que nazcan más empresas transformadoras. En Cesur queríamos haber creado la comisión antes; ha llegado cuando hemos tenido las personas, las empresas y los medios.
–¿Cuál es la situación de la agroindustria andaluza respecto a otras zonas de España?
–Lo que más destacaría es la variedad. Andalucía tiene desde el clima subtropical de Granada hasta el desierto de Almería, pasando por la vega del Guadalquivir y las dehesas. En esta comunidad se tienen casi todos los climas. Esa circunstancia hace que Andalucía ofrezca casi todos los productos agrícolas y ganaderos que el hombre consume. Pocas comunidades tienen esta característica.
–¿Hay un tejido empresarial suficiente en este sector? ¿Por qué?
–La agroindustria está estructurada, muy desarrollada y es moderna, con una buena estratificación desde el campo al consumidor. El mayor desequilibrio es la atomización del productor frente a la concentración del comprador, entre los que debería existir mayor colaboración. Siendo este uno de los objetivos de Cesur: la colaboración y eficiencia de los actores de la cadena de valor alimentaria.
–Esta comisión abarca a muchos sectores ¿por dónde van a empezar a trabajar?
–Lo primero es difundir y divulgar la importancia de la agroindustria, no sólo como proveedores de alimentos, también como garantes del medioambiente y fijadores de población en el mundo rural. Lo segundo es la colaboración entre los diferentes sectores. Ytercero, la relación y cooperación con las administraciones. Hay muchos temas que tenemos que atender pero por alguno hay que empezar.
–¿Qué es más urgente: la ayuda de las administraciones o el impulso de la iniciativa privada?
–Deben ir de la mano. El motor es la iniciativa privada pero ese motor nunca puede funcionar sin el apoyo y la ayuda de la administración. La colaboración entre los dos es indispensable, tenemos que llegar a un buen entendimiento. La administración tiene muchos resortes para impulsar la iniciativa privada y la industria debe conocerlos, usarlos y beneficiarse de ellos.
–¿Cree que la agroindustria andaluza tiene un grado de tecnificación adecuado actualmente?
–El campo y la industria agroalimentaria andaluza es puntera en muchos sectores pero siempre hay que estar en los nuevos avances. Hoy tenemos un buen nivel de tecnificación, aunque creo que con el empuje de nuestros empresarios, mañana lo tendremos mejor.
–El problema de la cadena de valor es complicado de resolver ¿qué ideas tienen?
–Es una dificultad que llevamos acarreando tiempo. Crear mayor trabajo en conjunto entre productores y el resto de cadena. Hacer grupos fuertes, compactos y diversos que ofrezcan al consumidor lo que necesita y quiere. Conseguir que entendamos que con la comida no se juega.
–¿Qué papel juega el I+D+i en la agroindustria andaluza?
–Estamos en continua investigación y desarrollo. Es la base de todo, desde nuevas variedades de cultivos, hasta la transformación de los mismos. La agroindustria busca desde productos más resistentes a plagas; ganado más resistente a enfermedades, ambos más respetuosos con el medio ambiente; producir más por unidad productiva; maquinaria que facilite el trabajo o ser más eficientes en el procesado de paquetería más adaptada a los gustos del comprador. Todo ello se consigue con I+D+I.
Distribución de los fondos comunitarios
–La nueva PAC con sus nuevos criterios y la redistribución de fondos es uno de los temas que más preocupan al sector ahora mismo ¿no?
–La nueva PAC tiende a ser más ecológica al subvencionar por preservar el medio ambiente; como ejemplo están las superficies de interés ecológico dentro de las tierras agrícolas. Da más poder a los gobiernos en su distribución, fija unos criterios y cada estado miembro decide qué criterio aplicar, de modo que con ello modula lo ingresos de las empresas agrícolas, pero redistribuye a otros pilares, no a otros agricultores. Preocupa por que es menos agrícola y menos común.
–¿Cómo está aguantando la agroindustria andaluza el envite de la pandemia por el Covid-19?
–La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la agroindustria y, que ante todo, hay que alimentarse. Toda la industria ha demostrado su fortaleza, pero el virus trae muchos problemas. El cierre del canal horeca repercute en muchos productos, en especial la ganadería se ha visto afectada por falta de consumo de sus productos llevando a ganaderos y su industria afectada a una situación límite.
–Las dificultades para la actividad internacional, ya sea de promoción o de intercambios, que impone la pandemia ¿está afectando mucho al sector?
–El sector está desconocido. El mercado de cereales, pan, pasta o piensos de ganado no se comportan como normalmente, porque países mayormente consumidores han dejado de importar. La gente, debido a la pandemia, está en situación económica límite y no puede comprar. La caída del turismo a nivel mundial hace que el consumo de los productos perecederos como las frutas y hortalizas se haya reducido, hay productos que se han quedado en el campo porque era más caro recogerlos que dejarlos, como las cebollas, patatas, borregos, cochinillos etc. Los ganaderos están en una situación difícil porque las cabezas que no venden siguen consumiendo, poniendo a las explotaciones ganaderas al límite. Hay productos que por su precariedad tienen que exportarse en avión pero el número de vuelos se ha reducido y esos productos no tienen forma de ser exportados en rentabilidad; las pérdidas son muy cuantiosas y no ha acabado.
–Y sobre la gestión del agua ¿qué opina?
–La agroindustria esta condicionada por factores externos como la lluvia. Por eso el agua y una buena política de gestión del agua es fundamental para nosotros. Siempre que se habla de agroindustria deberíamos hablar también del agua.
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