Enrique González: “La guerra USA-China puede afectar al precio del algodón”

Enrique González, director de la cooperativa Las Palmeras, seguirá al frente del Grupo Trabajo Algodón del COPA-Cogeca como presidente, tal y como se decidió en la reunión celebrada en el mes de junio, en la que se abordaron los principales retos del sector europeo que afectan a este cultivo. Conservar las ayudas acopladas en el nuevo marco de la PAC es, sin duda, la prioridad del sector, que ha sabido adaptarse a los requisitos de la producción integrada para cumplir con los parámetros más exigentes de la Unión Europea.

El algodonero es un sector que se caracteriza por realizar una función social en las comarcas en las que se desarrolla y, al mismo tiempo tiene capacidad para competir en los mercados internacionales, pese a que el volumen que aporta Andalucía al conjunto mundial es pequeño pero, eso sí, cuenta con la ventaja de ser el primero en estar disponible y disfruta de un acceso rápido y cómodo a los puertos.

Además, el algodón andaluz puede presumir de calidad, aunque en la próxima campaña los productores miran con recelo los vaivenes de la guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China, cruzando los dedos por el temor a que les salpique en forma de una rebaja de precios.

–¿Cuál es la función del grupo de trabajo en el que repite como presidente?

–Es la organización Europea que representa a las organizaciones profesionales agrarias y a las empresas cooperativas Europeas para mantener debates e intercambio de opiniones sobre los problemas y soluciones que puedan afectar al cultivo del algodón. Nuestra labor es defender los intereses del sector del algodón de cara a la futura PAC.

–El nuevo marco de la PAC trae gran incertidumbre para todos, pero especialmente en algodón. ¿Están aseguradas las ayudas acopladas?

–Estamos trabajando en ello, y así se lo transmitimos a los responsables de las instituciones agrarias europeas, ya que dichas ayudas son absolutamente imprescindibles para el mantenimiento de la producción y en consecuencia para el mantenimiento de la renta familiar de los agricultores algodoneros y de los puestos de trabajos.

–¿En qué momento se encuentra el cultivo del algodón? ¿Cómo ve su futuro en Andalucía?

–La campaña se ha iniciado en la semana del 16 de septiembre, y esperamos que sea una campaña buena en cuanto a producción, la Consejería de Agricultura, estimó hace unos días que la cosecha estará en torno a las 209.000 toneladas. En principio, y contando que en el siguiente marco de la PAC, el algodón podría seguir contando con las ayudas acopladas, tal como esperamos y estamos trabajando para ello, lo vemos como un cultivo estable, tanto en su producción como por la superficie que se dedica cada año al mismo, que oscila entre las 61.000 y las 65.000 hectáreas. Aunque en estos momentos tenemos para la futura campaña del año que viene 2020, cierta incertidumbre con la posible falta de agua de riego.

–¿Por qué diría que hay que salvaguardar el futuro del cultivo del algodón?

–Porque hay bastantes comarcas, sobre todo en la provincia de Sevilla, Córdoba y Cádiz que tienen pocas alternativas de otros cultivos y tradicionalmente siembran algodón. Sobre todo porque es un cultivo social y de él depende la renta agraria de aproximadamente 5.700 familias.

–¿Se ha adaptado bien el sector a la producción integrada?

–Sí, ha sido un éxito, el agricultor ha hecho un gran esfuerzo de adaptación a las normas de la producción integrada, con la ayuda de los técnicos de campo, como no podía ser de otra manera, ya que cada día la sociedad nos demanda una agricultura más respetuosa con el medio ambiente y el entorno. La superficie dedicada a esta producción está en torno al 80%.

–¿Hay avances en la organización del sector? ¿Siguen creciendo las cooperativas o no tanto como sería deseable?

–Sí, en los últimos meses sea constituido la Organización Interprofesional del Algodón de España, donde están integradas todas la organizaciones profesiones agrarias e industriales del sector desmotador, de la que lamentablemente Cooperativas Agro-alimentarias, de la cual soy el representante como presidente del Grupo de trabajo de algodón en el COPA-Cogeca, ha sido excluida. Hay que recordar que las cooperativas y sus agricultores algodoneros representan aproximadamente el 25 % del sector. También a nivel Europeo, se ha constituido la Asociación Europea del algodón, a la cual pertenecen las Organizaciones Interprofesionales del Algodón de España y de Grecia, así como otras Organizaciones relacionadas con el mundo algodonero.

Calidad

–Y en cuanto a calidad, ¿en qué se diferencia la producción andaluza de la de otros países?

–Tenemos que seguir apostado por la calidad del algodón andaluz, nuestra producción es a nivel mundial pequeña, pero es de las primeras que salen al mercado de las zonas productoras del hemisferio norte. Y con gran facilidad de estar disponible en puertos. Este plus y la calidad que podemos producir, ya que el 80% es de producción integrada y el 100% de la producción es no transgénica, hace que el algodón español sea apreciado por los comerciantes internacionales.

–¿Cómo fue la pasada campaña?

–La campaña del 2018, fue buena en producción por hectáreas, diría que ha sido una de las mejores de los últimos años. Así como el precio cobrado por el agricultor que estuvo entorno a los 0.48 a 0.52 céntimos el kilo.

–¿Qué perspectivas tienen para la próxima?

–Como comentamos anteriormente, el cultivo se encuentra ya en fase de recolección, y la situación en campo es buena, estimándose que se puedan recolectar entorno a las 209.000 toneladas. Lo que no parece que tengamos en estos momentos una buena perspectiva de precios. Debido a la volatilidad de los mercados de futuros del algodón, como consecuencia de la incidencia que está teniendo la guerra comercial entre EE.UU. y China.

–¿Cómo marcha Las Palmeras?

–Estamos en una posición estable, con una estructura de servicios a nuestros socios consolidada.

–¿Y Coalsa, qué proyectos tiene?

–Lo más importe es seguir apostado por el algodón de calidad, tanto en campo como en industria.