"Debe reconocerse el beneficio ambiental de la cabra blanca"

Anne Rugemer. presidenta de la asociación de criadores de ganado caprino de raza blanca andaluza

Mejorar el peso de la canal es un objetivo de la asociación, pues ahí reside la clave para que las ganaderías puedan obtener más rentabilidad

Anne en la granja con un ejemplar de cabra blanca andaluza.
Anne en la granja con un ejemplar de cabra blanca andaluza.

En la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Caprino de Raza Blanca Andaluza (Ablanse) son conscientes de que la cría de este tipo de ganado caprino es un privilegio para los ganaderos, pero también que deben luchar duro para que se reconozca la contribución de esta ganadería al medio ambiente y a la sostenibilidad de los territorios en los que se da. Sobre esto y otras cuestiones de actualidad nos habla la presidenta en esta entrevista.

-¿La asociación está de enhorabuena tras la autorización para utilizar el logo de Raza Autóctona a la cabra blanca andaluza. ¿Qué significa esto?

"En el bajo consumo de la carne de caprino influye el precio bajo de otras carnes, como pollo, pavo o cerdo"

-Aún es muy pronto para saber si el logotipo va a tener repercusión en la venta de nuestros productos, pero es un primer paso que nos ayudará a diferenciarnos de otros tipos de producciones ganaderas.

-¿Ha mejorado el consumo de esta carne?

-El consumo de carne de caprino es muy bajo en Andalucía y en España en general. Actualmente, el tamaño comercial de los cabritos está limitado a los 8 ó 9 kilos de peso vivo y está marcado por la preponderancia de la producción de leche sobre la producción de carne, siendo el cabrito un elemento muy secundario en la rentabilidad de las ganaderías de ordeño. Por ese motivo, la edad de sacrificio es la menor posible y el consumidor se ha acostumbrado a un tamaño reducido de la canal.

-¿Y qué se puede hacer?

Un ejemplar de cabra blanca andaluza.
Un ejemplar de cabra blanca andaluza.

-El futuro para la comercialización de carne de cabra blanca andaluza o Serrana reside en la diferenciación clara en el mercado de sus chotos (chivos), criados al aire libre con leche materna y pastos naturales. El reto es recuperar un tamaño comercial mayor, con mayor precio de venta, gracias a la concienciación de los consumidores por una calidad diferenciada de la carne y un método de cría beneficioso para el medio ambiente.

-¿A qué cree que se debe el bajo consumo de carne de caprino?

-A mi parecer, se debe al cambio en los hábitos culinarios de la sociedad, primando a menudo la velocidad sobre la calidad. También influye mucho el precio muy bajo de otras carnes como pollo, pavo o cerdo, y existen prejuicios respecto a la carne de caprino.

-¿Cree que se podrían hacer campañas de promoción para mejorar el consumo?

-Por supuesto. Empezando por dar a conocer nuestra raza para que el público sepa diferenciarla y conocer el método de cría extensivo de nuestros rebaños, organizar degustaciones, invitar a cocineros de renombre a recuperar recetas tradicionales e innovar con nuestros productos.

-¿Se conoce la Cabra Blanca Andaluza fuera de España?

-Creo que no. Ni siquiera se conoce mucho en España, aunque parece que se está poniendo un poco de moda. Está habiendo últimamente demanda de ganaderos por animales de esta raza.

-¿Ha aumentado la cabaña total? ¿Qué dimensión tiene?

-Actualmente contamos con 43 ganaderías socias y un censo aproximado de 9.200 animales inscritos en el Libro genealógico, con un incremento del 15% en relación al año 2015. Nos consta la existencia de ganaderos que crían esta raza y no están vinculados a Ablanse, pero también hay nuevos ganaderos con ganas de unirse a nosotros. Hay socios en toda Andalucía, salvo en la provincia de Cádiz, y también en Badajoz, Ciudad Real y Cuenca.

-¿Qué demanda el sector a las administraciones? ¿Cree que debería recibir apoyo económico?

"La cabra blanca andaluza se conoce poco en España y fuera, pero empieza a ponerse de moda"

-Desde Ablanse demandamos sobre todo valorización de la labor medioambiental que hace esta raza en el territorio pues la gran mayoría de ganaderías están vinculadas a Espacios Naturales Protegidos; el reconocimiento de la alta calidad de sus productos: carne, piel y leche; y el papel relevante que realiza en la fijación de población al medio rural, manteniendo patrimonio genético, cultural y social. Como raza autóctona en peligro de extinción, recibe cierto apoyo económico por parte de la Administración, pero consideramos que no es suficiente ya que la carne no se paga a un precio justo y salvo excepción, los ganaderos de Blanca no tienen ingresos por venta de leche. Su papel en la conservación medioambiental debería ser el objeto de una remuneración por servicio prestado a la sociedad.

-Hace poco en estas mismas páginas hemos publicado sobre el proyecto Amaltea, sistema de asesoramiento para la gestión sostenible del caprino andaluz. ¿Qué dificultades presenta la gestión de las explotaciones de caprino?

-Con este proyecto se pretende crear un sistema de seguimiento cercano al ganadero, ponerle fácil llevar los datos, siendo ciertamente éste el punto más espinoso en la gestión de las ganaderías de Ablanse. La mayoría de nuestros socios están acostumbrados al uso del móvil, por lo que no debe suponer mucho problema. Los datos tomados en campo llegarán directamente a la base de datos y se facilitará la comunicación en tiempo real. El coste de las PDA supone a día de hoy una limitación para su uso por nuestros ganaderos, ya que la amortización de la inversión que supone es mucho más difícil que en ganaderías de ordeño. En ese aspecto, creo que la Administración podría apostar por dotar a nuestros asociados de estas herramientas que permitan visibilizar la viabilidad de unos modelos extensivos con muy baja dependencia de insumos, poniendo en valor sus productos y utilidad social medioambiental, y activando el cambio hacia la sostenibilidad económica de este sector especializado.

-¿Hacia dónde van los programas de mejora genética del caprino de raza blanca andaluza?

-En nuestro caso queremos mejorar el crecimiento del chivo y los índices reproductivos de nuestros reproductores. Garantizar un chivo de calidad en el peso que realmente es rentable para esta raza y no en el peso que marca un mercado ajeno a nuestra realidad.

-¿En qué momento está la tuberculosis en las cabañas andaluzas?

-Realmente no se sabe qué índices de prevalencia de tuberculosis tienen nuestros rebaños, es algo que nos preocupa porque puede ser el fin de esta raza ya que nuestros animales conviven con la fauna silvestre. Por ello desde Ablanse nos gustaría conocer realmente la situación de nuestros rebaños con unos sondeos previos antes de exponer la raza a la extinción con esta campaña. Eliminar a los animales enfermos no garantizará la erradicación de la enfermedad en el territorio donde habita. La presión del mercado lácteo no nos incumbe actualmente pero nos vemos perjudicados por él, aunque, evidentemente, queremos asegurar que nuestros rebaños están sanos.

-En el sector se pide la puesta en marcha de campañas sanitarias, ¿cree que son necesarias?

-Claro que son necesarias, tenemos que garantizar el bienestar de nuestros animales, y eso pasa por fomentar su salud, pero tenemos que conocer qué enfermedades son una amenaza real, conocer los modelos de los diferentes sistemas de crías y crear campañas acordes a la realidad que es diversa, como diversos son nuestros modelos, nuestras razas. Crear patrones únicos sólo favorece a los que siguen un único patrón.

-¿Qué futuro inmediato augura para el sector?

-Si no aseguramos la valorización de las razas extensivas, su labor medioambiental, le damos el valor económico que se merecen a sus productos sostenibles y de calidad, y favorecemos el relevo generacional... el futuro de estas razas ambientales va a ser muy, muy difícil. Y con la extinción de las cabras se extinguen las cabreros. Soñamos con un sector fuerte, sólido y sostenible ambiental y económicamente, un sector que garantice nuestro futuro, que sea mejor.

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