Clara Aguilera: “El sector agroganadero andaluz ha avanzado en el reparto de rentas”

El sector agroalimentario andaluz tiene abiertos muchos frentes y el devenir de la mayoría de ellos se cuece en Bruselas, por ello para cerrar el curso viene a la entrevista habitual de nuestro suplemento una de las voces españolas que más se oye en la Eurocámara, la de Clara Aguilera, miembro de la Comagri, que es como se llama a la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, para hacernos un repaso de las principales y más acuciantes cuestiones.

–¿Hay un frente común de la postura española para defender a los productores de aceite de oliva ante la crisis de precios que está padeciendo el sector?

–Es evidente que no lo hay. Las organizaciones nos trasladan diferentes opiniones sobre la situación del sector y las posibles medidas a tomar para solventar la crisis de precios bajos en el aceite de oliva español. Esta división es un problema añadido.

–¿Cree que aceptará la Comisión el almacenamiento privado y que esta medida será la solución?

–El sistema de almacenamiento privado es difícil de activar debido a que los precios que lo desencadenan se fijaron hace más de veinte años y nada tienen que ver con la realidad del mercado actual. Dicho esto, quiero hacer hincapié en que, a pesar de su difícil aplicación, nadie lo ha solicitado hasta ahora y de haberlo hecho se hubiera situado el problema del aceite en Bruselas, hace cuatro meses.

–En cuanto a los aranceles de USA a la aceituna de mesa española, ¿cree que la Comisión podría haber hecho más, haber iniciado antes la denuncia ante la OMC?

–Sí, en mi opinión la Comisión se ha mostrado dialogante para atender el problema de los aranceles, aunque ha sido reticente hasta el último momento para dar el paso, que le estábamos solicitando hace tiempo.

–Sobre el nuevo marco de la PAC ¿cree que el nuevo sistema de planes estratégicos nacionales beneficiará a España?

–De momento el debate está en las Instituciones Europeas. Pienso que hay que aclarar y resolver el tema presupuestario del nuevo marco financiero plurianual, antes de resolver el debate de la reforma de la PAC. No obstante, el nuevo sistema me genera dudas sobre la posible renacionalización de esta política europea.

La dehesa

–Se ha mostrado satisfecha por la declaración de las dehesas como pastos permanentes.

–Satisfecha con el resultado de nuestro trabajo, así es. Necesitábamos una definición de pastos permanentes acorde con la realidad de los pastos mediterráneos, en la que se reconociera el sistema de pastos arbustivos y arbolados que coexisten con el pasto herbáceo. En este sentido, la modificación introducida por el Reglamento 1307/2017, llamado Omnibus, hizo posible la incorporación de estos pastos arbustivos y arbolados, permitiendo la elegibilidad de estas superficies que, hasta ahora, quedaban fuera de la PAC. Este cambio implica un reconocimiento, a escala europea, del valor medioambiental y de defensa de la biodiversidad de nuestra dehesa y la necesidad de preservarla, también en la futura PAC.

–¿Cómo cree que quedará finalmente la dotación presupuestaria en la nueva PAC? ¿Será suficiente?

–Eso espero y para que sea adecuada trabajamos los socialistas. No obstante, me preocupa la falta de acuerdo de los países, en poner más fondos y que sean la política agraria y la de cohesión las que financien al resto, con un recorte de sus fondos.

–¿Va a ser perjudicial tanto retraso en el nuevo marco de la PAC? ¿Para cuándo entrará en vigor?

–Sin duda habrá un retraso en la aplicación de la nueva reforma, que puede ser importante. Personalmente creo que es difícil que esta política pueda aplicarse antes del 2022, aunque lo más probable será su aplicación en 2023.

–En cuanto al capping, ¿no va a perjudicar a España en su conjunto?

–No, creo que hay que poner un techo a las ayudas públicas de la política agrícola común. Sólo va a perjudicar de aplicarse a los grandes propietarios que tienen derechos a recibir ayudas. Por lo tanto, si ponemos una limitación a esos grandes propietarios, habrá una distribución más adecuada entre el resto de las explotaciones. Mi opinión es claramente favorable a la aplicación de un capping en las ayudas de la PAC para todos los países.

–El sector agroganadero lucha por que se respete su papel en la cadena de valor ¿qué propone?

–El sector ganadero, como el agrícola, necesita un fortalecimiento a través de la normativa de los distintos gobiernos y las instituciones. Hasta ahora, hemos tenido leyes nacionales de la cadena alimentaria como en España, pero hemos demandado que teníamos que tener una normativa europea, puesto que la comercialización en la UE se hace en todo el mercado interior. Por eso, hemos luchado mucho los socialistas y hemos tenido por fin aprobada antes de que finalizara la anterior legislatura una directiva de prácticas comerciales desleales. De todas formas, esto no es suficiente. Tendremos que seguir trabajando para fortalecer al sector y que consiga finalmente dentro de esa distribución de la cadena una renta justa por su trabajo en esas producciones agrícolas y ganaderas.

–¿Qué resultados espera de la nueva directiva sobre las prácticas comerciales desleales?

–Espero que añada transparencia a la cadena alimentaria europea y que evite que se produzcan prácticas comerciales desleales. Es muy bueno que se produzcan contrataciones en cualquier transacción comercial. Creo que esta directiva europea va a ir contribuyendo a una mayor justicia en estas prácticas comerciales. Seguramente, no resuelva todos los problemas, pero vamos en el camino correcto.

–¿Cómo está estructurado el sector agro ganadero andaluz? ¿Cuáles son sus debilidades y sus fortalezas?

–El sector agroganadero andaluz en los últimos veinte años ha avanzado mucho en el camino correcto para una mejor organización comercial y de reparto de rentas. Una de las claves conseguidas es el alto cooperativismo dentro de la producción agraria y ganadera. Creo firmemente que las cooperativas son la mejor forma jurídica para hacer una redistribución justa de rentas. También se ha avanzado mucho, también en crear estructuras organizativas como las organizaciones de productores y sus asociaciones, lo que permite que tengamos un sector más concentrado, organizado y profesional. El avance ha sido considerable pero hay seguir trabajando en ello.

Hablando de futuro

–¿Y en cuanto a nivel de desarrollo tecnológico y digital?

–Hemos avanzado de manera importante en los últimos años en el nivel tecnológico y la profesionalización de los sectores productivos agrarios españoles. No obstante, debemos convertir esos avances tecnológicos, digitalización y nuevos modelos de agricultura de precisión, deben convertirse en los grandes objetivos a trabajar en las explotaciones agrícolas. Sin duda, ello va a marcar el futuro y el progreso de este sector. Por lo tanto, hay que contribuir desde las administraciones públicas a apoyar el refuerzo tecnológico y digital de los sectores agrarios.