Begoña Tarrazona: “El estado de las redes de riego es un problema de todo el campo”

Una cosa lleva a la otra y mientras Idrica desarrolla una plataforma de control del regadío, que integra toda la gestión del mismo, la realidad es que para poder sensorizar antes hay que acometer una importante mejora de las infraestructuras. La especialista de la compañía explica en esta entrevista el estado de la situación y las alternativas que se abren al sector.

–¿Va a llegar el 5G con tanta comodidad al mundo rural andaluz como para hacer depender de esta tecnología el riego de las plantaciones?

–El 5G mejora la gestión del riego en la medida en que se reduce la latencia, se agiliza el análisis de datos en tiempo real y ofrece una garantía de servicio, que incrementa su fiabilidad y calidad. Es decir, esta nueva generación de comunicaciones beneficia la gestión a través de sistemas más robustos, pero sin que sea un requisito para seguir mejorando el riego a través de otras herramientas, como las plataformas tecnológicas.

–¿Qué horizonte temporal manejan para que la monitorización de las infraestructuras y los consumos de agua en el sector con la tecnología de Idrica sea una realidad?

–El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de su organismo Seiasa, está apostando por la modernización de los regadíos a través de subvenciones muy importantes, con el objetivo de impulsar la eficiencia energética e hídrica. Por ello, esperamos que en un par de años la monitorización de las infraestructuras y los consumos de agua esté mucho más avanzada, siendo este un primer paso imprescindible para la introducción de soluciones tecnológicas en la gestión del riego. En este contexto, la plataforma GoAigua Riego, ofrecida al mercado por Idrica, es una herramienta útil que ayuda a definir un sistema de decisión inteligente en las comunidades de regantes.

–¿Qué aporta la nueva plataforma de gestión respecto a lo que existe hasta ahora?

–La plataforma GoAigua incluye distintas soluciones tecnológicas para facilitar la gestión en las comunidades de regantes. Integra todos los aspectos clave en una sola interfaz, como la situación operacional de la infraestructura en tiempo real, la eficiencia energética, riego inteligente, la detección de fugas y fraudes, el consumo de abonados, el sistema de facturación y el seguimiento de las órdenes de trabajo. Gracias a la arquitectura de la plataforma de software GoAigua, los gestores pueden acceder a las métricas o KPIs que necesitan en un entorno integrado. De esta forma, van a poder realizar un seguimiento de las mejoras en la eficiencia hídrica y energética, y mostrar esos avances a la administración.

–¿Qué zonas y qué cultivos de Andalucía cree que necesitan más estas tecnologías para el riego?

–A la hora de fomentar la sostenibilidad medioambiental, es imprescindible mejorar la eficiencia hidráulica de las redes y la eficiencia energética, así como optimizar el consumo hídrico de los cultivos. Esta idea es aplicable a toda la tipología de cultivos y a cualquier zona, por lo que podemos concluir que las plataformas tecnológicas van a beneficiar a toda la agricultura en general y al medioambiente en particular. Estas son útiles además para facilitar a las comunidades de regantes las distintas tareas que realizan, mejorando la eficiencia en la operación y mantenimiento de las instalaciones, agilizando los procesos de facturación y cobro, o detectando la morosidad.

–¿Cree que las explotaciones necesitan más apoyo de las administraciones para acometer las inversiones en tecnologías como por ejemplo las que ustedes proponen?

–Actualmente hay un apoyo muy importante del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de Seiasa, para la modernización de las explotaciones. De hecho, el “Plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos”, aprobado en 2021, incluye subvenciones que alcanzan un total de 1.036 millones de euros. Esta iniciativa sin duda va a impulsar la transformación del campo, y el uso de tecnologías como GoAigua con el fin de ayudar a las comunidades de regantes a extraer el valor de toda esta digitalización.

Tecnologías digitales para las redes de riego

–¿Cómo ven el campo andaluz en cuanto a la implantación de las tecnologías digitales?

–Existe un problema común a todo el campo español, incluyendo por supuesto el andaluz, en relación al estado de las redes de riego. En general, estas se encuentran poco sensorizadas, por lo que no es posible implementar tecnologías digitales al no contar con los datos de las infraestructuras. Para cambiar esta situación es necesario invertir en la modernización de las infraestructuras de riego. Este es un primer paso imprescindible antes de aplicar tecnologías que mejoren la gestión diaria de la comunidad y que, al mismo tiempo, impulsen la eficiencia y la sostenibilidad de los regadíos españoles.

–¿Qué es el GoAigua Riego?

–GoAigua Riego es una plataforma de software modular capaz de procesar distintas fuentes de datos, con independencia de suministradores o tecnologías. Está compuesta por varios módulos para formar un sistema de decisión inteligente basado en datos: operación y control, telelectura, fugas, facturación, órdenes de trabajo y gestión de activos. Ofrece un entorno integrado de monitorización y gestión de las infraestructuras con el fin de cubrir los diferentes ámbitos de gestión de las comunidades de regantes y ayuda a mejorar la eficiencia hídrica y energética, a reducir los costes de explotación y mantenimiento y a potenciar la sostenibilidad medioambiental.

–Estas herramientas ¿hacen más sostenibles las explotaciones?

–La sostenibilidad medioambiental es clave en un contexto de crecimiento global de la población y de cambio climático. En la medida en que ayudan a mejorar la eficiencia de las redes y optimizar el consumo de recursos hídricos y energéticos, las plataformas tecnológicas van a ser imprescindibles para hacer frente a los nuevos retos. En un país como España es, además, fundamental promover el uso de placas fotovoltaicas para optimizar el consumo energético de las estaciones de bombeo. De esta forma, conseguiremos reducir la huella hídrica y la huella de carbono, al tiempo que se reducirán los costes para los agricultores, mejorando la competitividad y favoreciendo la fijación de la población rural.