BASF presume de innovación en su estación experimental de Utrera
El ministro Planas visita las instalaciones que el año próximo cumplen medio siglo
Innovación y sostenibilidad. Éstos han sido los dos pilares de la conversación que han mantenido en Utrera (Sevilla) los responsables del negocio de agricultura de BASF con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas. La delegación del ministerio visitó una de las dos estaciones experimentales que tiene la multinacional alemana en todo el mundo: la de Sevilla, que el año que viene cumplirá medio siglo en Utrera, y la de la central, en Limburgerhof.
El ministro se reunió primero con una representación del equipo directivo de la empresa, formado por la directora del negocio de protección agrícola en España, Silvia Cifre; el director de la estación, Ricard Pavón; y el director de relaciones institucionales y sostenibilidad, Xavier Ribera.
Además de su equipo, Planas estuvo acompañado en la visita por una representación del Ayuntamiento de Utrera, encabezada por su alcalde, José María Villalobos; y por el delegado del gobierno de España en Sevilla, Lucrecio Fernández.
Después de este primer encuentro, la comitiva recorrió las instalaciones y tuvo ocasión de conocer de primera mano qué investigaciones lleva a cabo BASF en Utrera.
Los representantes del Gobierno pudieron ver como la compañía alemana tiene la sostenibilidad en el centro de su propuesta de valor. La apuesta por ésta se suma al uso de las tecnologías más vanguardistas para buscar una protección de los cultivos cada vez más precisa y respetuosa con el entorno.
BASF invierte cada año en I+D más de 2.000 millones de euros, de los que la mayor parte se invierten en la investigación de soluciones agrícolas. Dentro de las tecnologías punteras que ya se utilizan en BASF en la investigación y desarrollo de productos de protección de cultivos, el ministro pudo ver los drones con los que ya trabaja el equipo de la estación de Utrera, que incorporan cámaras hiperespectrales.
Esta tecnología, que permite ver más allá de lo que lo hace el ojo humano, puede ayudar al agricultor a anticipar posibles enfermedades en los cultivos, antes incluso que los síntomas sean evidentes.
BASF subraya que con una población mundial en constante y rápido crecimiento, el planeta depende cada vez más de nuestra capacidad de hacer agricultura de forma sostenible y de mantener sano el medio ambiente.
En cabeza
Para ello, la División de Protección de Cultivos de BASF trabaja con agricultores, profesionales del sector agrícola, expertos en control de plagas y la multinacional invierte fuertemente en I+D y en una amplia cartera de productos, que incluye semillas, protección de cultivos química y biológica, gestión del suelo, sanidad vegetal, control de plagas y soluciones digitales para la agricultura.
BASF dispone de equipos altamente profesionales trabajando tanto en laboratorio como en campo, en las oficinas, así como en la producción y es capaz de conectar conceptos innovadores con acciones concretas, para dar forma a ideas que tengan aplicación y éxito reales para los agricultores, la sociedad y el planeta.
En 2018 la División de Protección de Cultivos de BASF generó un volumen de negocio de 6.200 millones de euros.
“En BASF, creamos química para un futuro sostenible. Combinamos el éxito económico con la responsabilidad social y la protección del medio ambiente”, explican.
El Grupo BASF cuenta con aproximadamente 122.000 colaboradores que trabajan buscando el éxito de sus clientes en casi todos los sectores y países del mundo. Su cartera está organizada en seis segmentos: Productos Químicos, Materiales, Soluciones Industriales, Tecnologías de Superficie, Nutrición & Cuidado y Soluciones Agrícolas.
En 2018, BASF generó unas ventas de unos 63.000 millones de euros. Las acciones de BASF cotizan en la Bolsa de Frankfurt (BAS) y como American Depositary Receipts (Basfy) en EE.UU.
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