Antonio Gallego García: “La clave para vender más aceite y más caro es la promoción”

Entrevista al presidente de Asoliva

El director comercial del Grupo Migasa acaba de tomar las riendas de la organización con la prioridad de luchar contra los aranceles de EE.UU.

Antonio Gallego en los laboratorios de Migasa.
Antonio Gallego en los laboratorios de Migasa.

Acaba de hacerse cargo de la Presidencia de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), en sustitución de José Pont Amenós, del Grupo Borges, que ha estado al frente de la organización durante los últimos 17 años. Gallego tiene sobre la mesa el conflicto con Estados Unidos y su respuesta es “promoción y promoción”, como repite en esta entrevista, donde desvela algunas cuestiones muy reveladoras sobre la política seguida por la CE y sus miembros en esta guerra comercial.

–¿Qué le ha animado a tomar las riendas de Asoliva?

–La idea es continuar el trabajo del anterior presidente, José Pont. Al decidir retirarse de este cargo, y contar yo con el apoyo de resto de las empresas, consideré que debía dar el paso para defender los intereses de la industria exportadora española.

–¿Qué retos se plantea y cuáles son sus prioridades?

–Defender al sector de los problemas que van surgiendo día a día. No cabe duda de que la primera prioridad es luchar y presionar contra los aranceles de importación de EEUU. Es muy importante insistir en la promoción internacional del aceite de oliva, aportando la experiencia que las empresas de Asoliva tienen en los mercados exteriores. La clave para vender más aceite y más caro es la promoción.

–¿Qué apoyo espera de las tres vicepresidencias?

–Las vicepresidencias están formadas por personas de una gran experiencia en el sector. Son el punto de apoyo del presidente de la asociación para abordar cualquier tema. Sin su ayuda y sus consejos sería imposible ejercer el cargo como esta asociación merece.

–Las condiciones de almacenamiento privado impuestas por la CE son el tema de mayor actualidad y han levantado ampollas ¿no?

–Fue una medida bien recibida como medio de ayudar al sector productor. Sin embargo, el monto total de las ayudas ha sido 500.000 euros, algo que nos ha dejado atónitos. Pero al final hay que tener en cuenta que la medida al almacenamiento es una ayuda para retirar aceite de la comercialización durante solo seis meses. La pregunta es: ¿qué hacemos después de estos seis meses?

–¿Entonces qué habría que hacer?

–Desde Asoliva apoyamos cualquier tipo de ayuda. Sin embargo, insistimos en que estas ayudas no sirven en absoluto para vender más aceite en el mundo, y ni mucho menos en EEUU. Seguimos insistiendo en que la solución para vender más aceite es promoción y más promoción. Ayudar a retirar aceite del mercado no contribuye precisamente a vender más. Tenemos un gran producto y hace falta invertir dinero para darlo a conocer a más personas.

Plan de choque

–Volviendo al gravamen del 25% que Estados Unidos ha impuesto a los aceites de oliva españoles, Asoliva ha pedido un plan de choque al Gobierno de España y a la UE. ¿Han tenido respuesta?

–El Gobierno de España nos remite a la UE; considera que es un asunto a tratar a nivel supranacional. Una negociación entre EEUU y Bruselas. Nosotros manejamos informaciones que apuntan a que otros países de la UE entablaron conversaciones bilaterales con el Gobierno americano para conseguir que los aranceles no afectasen de manera tan decisiva a un producto de especial interés para sus economías.

–Las empresas españolas han empezado a comprar empresas americanas para solucionar este problema. ¿Eso es lo único que se puede hacer?

–Cada empresa, dentro su propia independencia, hará lo que considere más conveniente para evitar el arancel. Lo que sí está claro es que se tendrá que hacer algo, ya que no se puede vender aceite gravándolo con un 25% de impuesto. Y lo que también está claro es que la industria española y el aceite español van a salir muy perjudicados.

Antonio Gallego.
Antonio Gallego.

–¿Qué pérdidas tendrá el sector por los aranceles norteamericanos?

–Hoy por hoy no las podemos cuantificar. En estos momentos es imposible para la industria española del aceite de oliva vender aceite español envasado en el mercado americano. Esto quiere decir que el mayor mercado de aceite de oliva, y el de mayor crecimiento fuera de la UE, está hoy vetado para la industria española. Y esto es algo muy serio, unido a la crisis que atraviesa el sector.

–¿Por qué EEUU penaliza al aceite español y deja entrar a otros aceites de la UE?

–No tengo respuesta para esto. Ha sido una decisión autónoma del Gobierno americano. Nosotros hemos tratado de defendernos con todos los recursos a nuestro alcance, pero el resultado no ha sido tan satisfactorio como nos hubiese gustado.

–¿Qué mercados pueden compensar la pérdida de ventas a EEUU?

–El mundo es muy grande y el potencial del aceite de oliva aún más. Pero el revés americano ha tirado por tierra el mercado donde más habíamos invertido en promoción en los últimos años, pero esto no nos puede hacer tirar la toalla. Por suerte, empezamos a ver un repunte de la demanda de aceite de oliva en los países asiáticos. Son mercados donde el aceite de oliva gusta mucho, y si es español, aún más. Por poner un ejemplo, China sigue creciendo a doble dígito, y este crecimiento nos sirve de acicate para introducirnos en los mercados de su entorno. El consumo de aceite de oliva va ligado al crecimiento económico de un país, es algo contrastado. Gracias al repunte económico del continente africano, también comenzamos a ver importantes crecimientos en varios países de este continente.

–Este conflicto surge cuando Asoliva alcanza en 2018 datos históricos de exportación y de ventas de aceite envasado ¿no?

–Así es, pero es la intención de las empresas miembros de Asoliva es seguir luchando para que este crecimiento no se frene. Pero, insistimos: hace falta promoción y promoción.

–¿Qué peso tiene la innovación y la investigación en el mayor prestigio de nuestros aceites?

–Como en todos los campos de la alimentación y la nutrición, la investigación también juega un papel fundamental en el conocimiento de las propiedades del aceite de oliva. Ahora hay que incidir en que esos esfuerzos inversores en I+D se centren en encontrar el medio para vender más aceite destinado a otros fines que no sean el consumo.

– Aceites de Jaén ha obtenido la IGP, ¿cómo afectan los distintivos de calidad a este producto?

–Me parece algo genial para Jaén y estoy seguro que nos ayudará a todos, ya que es la mayor provincia productora. Sin embargo, desde Asoliva defendemos el aceite de oliva español, sin centrarnos en denominaciones geográficas concretas. Hay que comprender que dar a conocer una IGP concreta a un consumidor de China, Tanzania o Canadá es una tarea muy difícil, cuando casi ni siquiera conocen el aceite de oliva.

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