Agricultura ecológica frente a burocracia
la opinión invitada
Expedientes presentados en 2015 aún no tienen la resolución de la Consejería
En la campaña 2006/2007 se produjo en Almería el despegue de la agricultura ecológica. Un inicio acentuado por el aumento de la demanda por parte de las cadenas de producto ecológico. En ese momento, agricultores implicados con esa filosofía a la hora de cultivar comenzaron a certificar sus producciones, demostrando que la producción hortofrutícola de la provincia cumple con los requisitos de la producción ecológica.
La mentalidad del agricultor almeriense ha hecho que el modelo de producción se haya podido adaptar en muy poco tiempo a las continuas demandas y exigencias de los consumidores. La horticultura ha pasado por distintas fases y cambios.
De la agricultura convencional se dio el espectacular salto a lo que se conoció como la Revolución Verde que se produjo en la campaña 2007/2008, con la implantación masiva de las técnicas de control biológico y producción integrada de las plagas. En la pasada campaña 2015/2016 se produjo otro nuevo salto para avanzar aún más en la producción sana, saludable y sostenible, la Revolución Bio/Eco.
Según fuentes propias, Almería se sitúa a la cabeza en la producción de hortalizas ecológicas bajo invernadero, con 1.306 hectáreas. En cuanto a los datos de industria asociada a este tipo de producción, cuenta con 98 empresas, la mayoría de ellas comercializadoras hortofrutícolas.
Todo este crecimiento que se ha producido en la provincia no siempre ha contado con el apoyo necesario por parte de la Administración competente.
De hecho, en Coexphal somos conocedores de que decenas de agricultores de Almería que realizaron durante el 2015 y principio de 2016 inversiones en invernaderos nuevos para producción ecológica siguen vendiendo esos productos como convencionales con la pérdida de renta que esto supone. Algo que resulta imperdonable tal y como están los bolsillos de los productores que se enfrentan desde hace casi una década a una constante pérdida de rentabilidad.
Esta situación se está dando debido al retraso de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en la resolución de los expedientes para pasar de agricultura convencional a ecológica.
Desde Coexphal se ha solicitado a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía la adopción de medidas de reorganización para resolver urgentemente este problema. La burocracia no puede estar por encima del trabajo y la economía de muchas familias de agricultores.
Un invernadero debe esperar dos años en conversión o ser reconocido por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía en un plazo máximo de seis meses, tal y como establece la normativa andaluza. Ante la fuerte demanda de producto ecológico registrada desde hace dos años, muchas empresas hortofrutícolas y agricultores de Almería realizaron inversiones encaminadas a ofrecer productos ecológicos para septiembre del pasado año.
Una vez ejecutadas las inversiones y solicitado el paso a ecológico, con los informes favorables de los organismos de certificación, toda la documentación necesaria es enviada a los servicios centrales de la Consejería de Agricultura en Sevilla.
El exceso de centralización autonómica está provocando la falta de resoluciones de los expedientes. Se prescinde de la intervención de la Delegación provincial de Almería, que es realmente la que conoce las circunstancias sobre el terreno.
Desde Coexphal podemos decir que, a día de hoy, expedientes presentados durante 2015 y el primer trimestre de 2016 todavía no cuentan con la resolución de la Consejería, lo que está suponiendo que estos agricultores tengan que vender productos ecológicos como convencionales con menor precio. Se estima que un agricultor en esta situación está perdiendo de media unos 6.000 euros por hectárea y el resultado económico para estos agricultores está siendo nefasto por la falta de respuesta por parte del Servicio de Producción Ecológica.
La situación no sólo se queda ahí, sino que está afectado al compromiso adquirido por las comercializadoras con sus clientes. La fidelidad con nuestros clientes siempre ha sido uno de los valores más importantes para nuestro sector. De hecho, todos sabemos que conseguir fidelizar a un cliente cuesta muchísimo, sin embargo, estamos viendo que perderlo es sumamente fácil, sobre todo si es por causas ajenas al propio sector.
En este inicio de campaña numerosos contratos con supermercados, en los que se recogía el calendario de provisiones con cantidades determinadas, están siendo incumplidos por las empresas almerienses a consecuencia de la falta de producto ecológico por estas circunstancias. No podemos permitir que esta situación se prolongue en el tiempo porque está en juego no sólo la economía de nuestros productores sino también nuestra reputación con respecto a los consumidores.
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