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Walinwa es una aplicación informática que ayuda a corregir los errores ortográficos más abundantes entre los más jóvenes
Por mucho que todos los expertos recomienden el uso del móvil con más edad y que los padres intenten evitar que los niños estén todos los días enganchados a la pantalla del smartphone, el teléfono, que cada vez llega antes, tiene al niño pegado a él casi las 24 horas del día. La edad en el inicio del uso del móvil con internet baja constantemente. Según la investigación Global Kids Online Los derechos de la infancia en la Era Digital, los adolescentes españoles que ahora tienen 15 años tuvieron su primer smartphone con 12 mientras que quienes tienen en este momento entre 9 y 10 años se acercaron por primera vez al mundo digital con 7 años.
Y del móvil con conexión a internet al uso de redes sociales como Facebook y de chats como Whatsapp sólo hay un pequeñísimo paso. Un modo de comunicar donde lo importante es que se entienda el mensaje, no cómo se cifra. Palabras donde las vocales han desaparecido, la vuelta a los jeroglíficos con el uso de emoticonos o expresiones como XD o LOL inundan las conversaciones a través de las redes, algo que acaba afectando directamente a la ortografía. Es el momento de lo inmediato, de que llegue cuanto antes el mensaje al receptor donde gana el primero que llega.
"El dato positivo del uso de tecnología es que en la actualidad escribimos y leemos mucho más que hace unos años, la parte negativa es que nos relacionamos a través de una pantalla y vemos con más frecuencia expresiones erróneas y faltas de ortografía que se almacenan en nuestra retina. Los adultos que tenemos asumidas las reglas ortográficas con facilidad nos damos cuenta de esos grandes fallos y en seguida nos molesta a la vista, pero entre los más jóvenes esta tendencia sólo lleva a que memoricen esas palabras mal escritas y cometan faltas de ortografía constantemente", explica Virginia Ricoy, cofundadora de Walinwa, una aplicación para corregir las faltas de ortografía en las redes sociales.
La cofundadora de esta aplicación es una informática madrileña que vio cómo los mensajes que recibía de sus hijos estaban fatalmente escritos. Éste fue el desencadenante para que hace dos años se lanzara con su actual socio, Roberto Salvador, en un proyecto para que los niños aprendieran de una forma fácil y divertida la ortografía española.
Si hay un momento donde el tráfico de las redes sociales se incrementa es en verano. Por una parte hay un mayor consumo de redes sociales entre los más jóvenes y, por otra, baja el número de horas que los pequeños dedican a la lectura y al aprendizaje debido a las vacaciones escolares. En concreto, el uso de Facebook aumenta un 67%, según datos de un estudio de Adglow. Así que son casi tres meses en los que ven muchas faltas de ortografía y palabras mal escritas que hacen suyas.
"La memoria visual tiene mucha fuerza en los niños y es un mecanismo para interiorizar palabras bien o mal escritas. Esta misma memoria visual se puede usar de forma positiva haciendo que los pequeños vean siempre las palabras bien escritas y las memoricen de la forma correcta", comenta Ricoy.
En este uso incorrecto del lenguaje existen lugares más o menos comunes que se han convertido en algo habitual en las redes sociales de los más jóvenes. Sobre todo destaca la ausencia de tildes y la eliminación de los signos de puntuación. Y es que, para correr y ser el primero en comentar, tuitear o wasapear, el camino más corto es la eliminación de elementos como los signos de puntuación y confusiones entre a ver y haber, a y ha o ¡Ay!, ahí y hay. En cierto modo, son confusiones parecidas a las que los maestros han corregido en las escuelas durante años. El problema es que antes quedaba en la intimidad de la corrección del cuaderno o examen por parte del profesor y en los interminables listados con las palabras correctas y, ahora, son de dominio público en esas plazas digitales que son las redes sociales.
La solución es la de siempre, leer. Eso sí, libros, no lo que escriben los amigos y seguidores. De cualquier manera, lo que hay que atraer es la atención de los niños y un modo es utilizar sus mismas herramientas.
Ésta es la base de la app Walinwa, que propone utilizar esa tecnología que tanto les gusta para mejorar su escritura. Así, a través de un método ideado con las técnicas pedagógicas, los pequeños pueden corregir su ortografía dedicando tan sólo entre 10 y 15 minutos al día.
El sistema se basa en la observación, clasificación, pensamiento lógico, comparación y ordenación. Cada frase usada en el proyecto está extraída de obras literarias españolas de todos los géneros literarios, por lo que también fomenta el conocimiento de libros y autores.
Este método está disponible tanto para centros educativos como para familias que de forma privada quieran mejorar la ortografía de sus hijos. Este proyecto ya está vigente en varios colegios. Según la experiencia de los profesores, el material del que se dispone actualmente es, en muchas ocasiones, repetitivo y poco estimulante para los alumnos.
Walinwa, que también puede ser adquirido de forma privada por las familias con un coste de 12 euros por alumno al mes, está diseñado para alumnos de tercero de Primaria a Bachillerato y funciona desde cualquier ordenador o tableta.
Otro de las grandes caballos de batalla para la adquisición de las competencias lingüísticas es el modo de expresar las ideas y las concreción a la hora elaborar un discurso lógico. Para eso, de momento, la técnica principal que ya se aplica en varios centros educativos es la creación de equipos de debate o la obligación de exponer los temas oralmente delante de los compañeros de clase.
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