El móvil del delito

La aplicación Parental Click permite a los padres controlar el uso que hacen sus hijos del teléfono móvil y recoger pruebas de acoso

El móvil del delito
El móvil del delito / Rosell
Laura Jurado

04 de septiembre 2017 - 02:30

El acoso al que se ven sometidos algunos menores durante el curso no da tregua durante las vacaciones. El teléfono móvil se convierte en una herramienta para mantener el contacto con los amigos, pero también es fuente de problemas. Conscientes de eso, muchos padres se deciden a espiar el teléfono de sus hijos a sabiendas de que no conseguirán revertir el problema. Para hacer frente a esta situación, el abogado Pedro Valle ha creado una aplicación que permite a los padres controlar el uso del móvil que hacen los adolescentes sin renunciar a un espacio de intimidad.

La nueva herramienta, denominada Parental Click, está diseñada para obtener pruebas de acoso que sirvan en caso de juicio, aunque también permite educar a los hijos en el uso de las tecnologías. Se instala en el terminal del niño y el padre (o la madre), a través de la web parentalclick.com, son partícipes del uso que el menor hace de su teléfono.

Entre las funciones, la 'app' permite rastrear el historial web o las llamadas

Entre las posibilidades que brinda, el padre puede recibir cada foto o vídeo que el menor realice o reciba, sean o no eliminados. También permite conocer el historial de páginas consultadas en internet, las llamadas que realiza y el contenido de éstas, los contactos que son agregados o eliminados de la agenda o la ubicación exacta del menor.

"No se ha pretendido desarrollar un sistema que controle absolutamente todo lo que hace el niño con el móvil", explica Valle. Parental Click está diseñada para que se puedan añadir o quitar algunas funcionalidades, de forma que la aplicación se puede configurar atendiendo a las necesidades del usuario. Desde el menú, el menor tiene acceso a la información que comparte con sus padres y puede optar por eliminar o añadir algunos controles. Incluso puede desinstalarla. Por cada cambio que su hijo realiza en la aplicación, los padres son notificados mediante correo electrónico.

En la parte superior de la pantalla, aparece una notificación constante para recordar que la aplicación está instalada. "El propósito es evitar que se den casos de intromisión en el terminal sin consentimiento". Como, de hecho, se han dado entre parejas, según explica Valle.

Froilán Rincón, experto en psicoterapia de niños y adolescentes, señala que la aplicación aporta una confianza mutua entre el padre y su hijo al exigir una conformidad para su uso. "Permite que los padres estén al tanto y sean conscientes de la conducta de su hijo y, de esta forma, se educa al menor en el uso de las tecnologías", apunta. Los diseñadores planean en un futuro crear una serie de preguntas de tipo test dirigidas al menor para evaluar el riesgo que asume en el uso del teléfono móvil y en situaciones cotidianas. De esta forma, permite saber dónde centrar el foco de vigilancia.

Otra de las funciones interesantes que ofrece es el llamado botón del fuerte. Existen determinados lugares donde está prohibido realizar grabaciones. La excepción para que éstas sean válidas desde el punto de vista legal, explica Pedro Valle, es que la persona que grabe esté atendiendo a un interés vital suyo. Como es el caso de una agresión. Con sólo agitar el teléfono, la aplicación activa los sistemas de geolocalización y captación de imagen y sonido, de tal forma que la víctima puede obtener pruebas legales en caso de ser atacada.

Alrededor del 90% de los jóvenes de 14 años poseen en la actualidad un teléfono móvil, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). "En España, más de un millón de padres espían a sus hijos en internet", apunta Pedro Valle, quien explica que en nuestro país es legal que un padre invada la intimidad de su hijo para espiarle, siempre y cuando no se convierta en un control rutinario. Para poder acceder con frecuencia al terminal y anticiparse a posibles peligros, el padre necesita contar con el consentimiento de su hijo. Según Pedro Valle, la mayoría de los juicios por acoso a menores terminan prolongándose mucho en el tiempo porque las pruebas que se presentan son desestimadas, al haberse obtenido sin el consentimiento del menor. Por eso, "lo más eficaz es contar con el consentimiento del niño desde el primer momento", afirma.

Finalmente, se trata de darle la privacidad que necesita al niño para que pueda hacer un uso del móvil pero controlándolo para saber que no le supone un problema. El principal cambio que los padres experimentan a partir del uso de Parental Click es un cambio en la utilización del móvil por parte del menor. Así lo explica Pedro Valle: "En cuanto se vuelve una herramienta transparente, el teléfono pierde mucho interés para los pequeños, entonces lo utilizan para otras cosas. Deja de ser una fuente de secretos".

Con la llegada del primer móvil, es fundamental concienciar a los pequeños de los peligros de compartir su privacidad con personas a las que no conocen en el mundo real. Antes incluso de consultar el manual de usuario o instalar la primera aplicación.

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