ESPECIAL MATADORES (III)
Daniel Luque: rebelde con causa
El juego declinante de la corrida de Juan Pedro Domecq ha marcado el signo de una corrida que, pese a la expectación levantada, acabó en el pozo de la decepción.
La faena de Morante de la Puebla al primero y los detalles de Pablo Aguado no salvaron un festejo que delató la falta de forma de José María Manzanares. Lo mejor fue su duración: dos horas justas.
Así hemos contado la quinta de abono de la Maestranza:
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