"Subí siete kilos de músculo para hacer el personaje de Johnny"

En la miniserie de los lunes de Telecinco Los nuestros, sobre el rescate de unios menores a cargo de las fuerzas especiales del ejército, encarna a Johnny, el duro del comando.

-Johnny es de esos papeles que, en lo físico, no se improvisan.

-Pues sí, subí siete kilos de músculo. Johnny es campechano, bromista y vigoréxico. Tras tantos años de deportes de riesgo ya sólo le compensa ser boina verde.

-Tuvo, por tanto, que entrenarse a fondo el personaje.

-Yo nado, hago waterpolo. Pero un soldado no puede ser una mole, no sería operativo ser un Schwarzenegger. Sólo había que formar más la musculatura...

-¿Fue tan extremo el rodaje en Canarias como parece?

-Las escenas del Sahel se hicieron en Fuerteventura. Altas temperaturas de día y mucho frío de noche. Llevando el equipo encima, de 20 kilos. El viento era lo peor, porque te entraba arena por los ojos. Pero si no había viento, también era malo, había que borrar las huellas.

-¿Alguien pidió retirarse?

-En esas condicines ayudó la compenetración entre nosotros. En el mes de rodaje en Canarias hubo momentos muy duros, aunque todo fuera ficción.

-Con el granadino Antonio Velázquez y con el casi andaluz Hugo Silva harían piña...

-Sí, formamos un buen grupo. Pero el director, Salvador Calvo, no quería caer en el tópico de que el gracioso del grupo en la ficción, que soy yo, tuviera acento andaluz, así que hago un acento neutro. En Los nuestros se habla de compañerismo, pero sin caer en tópicos.