El adiós de Berizzo, estrictamente deportivo

Sevilla/Que el nombre de Eduardo Berizzo iba a salir a relucir durante la presentación de Vincenzo Montella era algo con lo que contaban todos los presentes al acto, empezando por el presidente del Sevilla. Quizá por ello, en un intento de pasar página cuanto antes, el máximo dirigente del club aprovechó su comparecencia para distanciarse de las críticas recibidas por la rescisión de contrato del argentino, tomando como principal argumento el respeto que siempre le profesaron.

"En este club hay transparencia absoluta. Se cesó a un magnífico profesional porque el equipo no daba las sensaciones que esperábamos. Es evidente que quien diga que a Berizzo se lo destituye por su enfermedad no conoce nada. Entendíamos que el equipo no mostraba las sensaciones que pudieran hacer que él siguiera y por eso se toma esta decisión", explicó Castro.

La destitución de Berizzo, un trago sin duda amargo por el contexto que lo rodeaba, fue una decisión estrictamente futbolística. Lo contrario, aunque muchos no lo vieran así en su momento, habría ido en contra del respeto que presidente y director deportivo sintieron por el argentino desde el inicio. En frío, el razonamiento no puede ser más certero.

"Berizzo era el primero que quería dejar su enfermedad al margen, así nos lo hizo saber y así lo respetamos. Su destitución es por motivos únicamente técnicos. Tuvo todo nuestro apoyo en su recuperación, lo tiene y lo tendrá", insistió el presidente.

Para dar por concluido este asunto, Castro recalcó en que la decisión tomada fue acorde a las impresiones que tenía la directiva respecto al rendimiento del equipo y que por ello se acometió, aun a riesgo de que no se entendiera ni compartiera. Aun a riesgo de que la palabra cáncer pudiera usarse con mala idea.

"Si este club tiene algo que lo caracterice es la valentía de tomar las decisiones necesarias cuando es necesario tomarlas", concluyó Castro.