Versatilidad, la base de la idea

sevilla f.c.

Montella ilusiona con su filosofía de juego, en la que la rapidez y la flexibilidad táctica adquieren protagonismo

Despejar dudas, el principal cometido del italiano

Vincenzo Montella, acompañado de Óscar Arias y de tres miembros de su cuerpo técnico: Enzo Maresca, Nicola Caccia y Daniele Russo.
Vincenzo Montella, acompañado de Óscar Arias y de tres miembros de su cuerpo técnico: Enzo Maresca, Nicola Caccia y Daniele Russo. / Juan Carlos Muñoz
Macarena Lozano

30 de diciembre 2017 - 07:34

Sevilla/Vincenzo Montella ya está en Sevilla. Tras un frenético día de viajes y reuniones, el italiano aterrizó en el aeropuerto de San Pablo en la tarde de ayer acompañado de parte de su cuerpo técnico, y fue recibido por Óscar Arias y Enzo Maresca. Una última firma, en esta ocasión la de su nuevo contrato, puso el punto final a largas jornadas de negociaciones. Ahora es momento de empezar a trabajar para cambiar la cara de un equipo que se marchó al parón navideño acosado por las dudas.

El primer entrenador italiano de la historia del Sevilla debe cumplir con una amplia lista de tareas pendientes. Como si de propósitos de año nuevo se tratasen, tan en boga en estos días, Montella tiene en el césped y en el vestuario varios asuntos por resolver.

Antes de embarcar en el aeropuerto milanés de Linate rumbo a su nuevo destino, Montella admitió que "no imaginaba" tener la oportunidad de entrenar al Sevilla, aseguró estar "sorprendido y entusiasmado" de cara al reto que se le presenta. "Tengo curiosidad por ir al extranjero. Era una experiencia que quería hacer. No estaba previsto al comienzo del año, pero en mis sueños sí entraba una experiencia fuera de Italia", añadió, embargado por la ilusión de dirigir un proyecto que hace escasas semanas ni tan siquiera se oteaba en su horizonte.

En su primera aventura en la Liga, el transalpino deberá sacar lustre a una plantilla que sólo por ser la más cara de la historia del Sevilla no ha conseguido ganarse el favor de toda la grada. Justo al contrario, los millones de euros parecen haberse vuelto en contra de un plantel que muchos estiman se quedó a medio camino.

Como remedio, la filosofía Montella. A saber, versatilidad, dinamismo y rapidez. En su libro de estilo tienen cabida diferentes disposiciones tácticas y varios capítulos relativos a la búsqueda de espacios, la línea de defensa adelantada o el repliegue. Su pizarra es la antítesis de la rigidez. Su máxima, huir del inmovilismo. Porque en la repetición de una idea no tiene por qué radicar el éxito.

Si Eduardo Berizzo lo fiaba todo al 4-3-3, Montella no teme la alternancia, según lo requiera la ocasión y el rival. Así lo demostró en la Fiorentina y la Sampdoria -y en menor medida, aunque por falta de tiempo, en el Milan-. Por eso puede apostar por un 4-3-1-2 tanto como por un 3-5-2. O colocar a un punta lo más arriba posible con un 3-4-2-1 para embocar a gol cada balón cazado.

Las jugadas de estrategia, esas que pueden sacar de más de un apuro cuando la producción ofensiva se atasca, están también entre las prioridades. Tanto es así que su Fiorentina cantó más de un gol tras córners o con faltas colgadas al área. La misma Fiore que en Italia decían que jugaba "a la española" por su forma de tocar el balón.

De la flexibilidad de Montella pueden dar fe Muriel y Correa, a los que dirigió en la Sampdoria en la temporada 2015-16. De ambos se espera que eleven su rendimiento a las órdenes del nuevo técnico, más si cabe en el caso del primero, sobre el que pesa el hecho -o la losa- de ser el fichaje más caro de la historia del Sevilla.

Muriel, al que Berizzo siempre usó como delantero centro, y en contadas ocasiones sitúo por la izquierda -siempre saliendo desde el banquillo-, podría elevar su prestaciones en una zona en la que ya se desenvolvió cuando jugaba en Italia. En cuanto a Correa, la dirección del italiano no alteraría su disposición en el campo, pero nunca está de más conocer a quien lleva la batuta cuando toca saltar al césped.

Y de los viejos conocidos a los que podrían tener las horas contadas en el Sevilla. O no. La situación de N'Zonzi o la escasa participación de Carole a lo mejor vivan su particular desenlace en los próximos días. Los dos volvieron el jueves al trabajo tras disfrutar de sus vacaciones y su futuro a buen seguro está entre las prioridades de Montella.

Que N'Zonzi toque de nuevo el balón en un partido sería una gran noticia para el Sevilla y el sevillismo. Habida cuenta de su calidad y de lo mucho que lo echó en falta el equipo en las últimas semanas, quizá pueda Montella lograr que el francés haga borrón y cuenta nueva. Y por extensión, también el club.

Por otro lado, la prioridad de encontrar un entrenador eclipsó en parte los habituales rumores invernales sobre el mercado de fichajes. Aun así, el posible regreso de Jovetic resonó en los últimos días. También ahora que Montella ya ejerce como entrenador, pues conoce al montenegrino, con el que coincidió en la Fiorentina en la temporada 2012-13, en la que disputó 31 partidos en la Serie A y marcó 13 goles.

Arduo trabajo el que espera al técnico sevillista en los próximo días, con los octavos de final de la Copa y el derbi en el horizonte. Este último será sin duda su prueba de fuego, en una noche especial y cargada de emociones. Así las cosas, el italiano pronto descubrirá qué supone enfrentarse al eterno rival, aunque algo ya se imagina a tenor de la visita que realizó en la temporada 2014-15. "El Sevilla tiene un público maravilloso. Lo sé porque jugué allí las semifinales de la Liga Europa con la Fiorentina. Había tanto ruido que era difícil entendernos con mis colaboradores en el banquillo", declaró antes de su último viaje.

Si Montella da con la tecla, ese ruido al que otrora tuvo que sobreponerse, bien podría convertirse en goles celebrados, en gritos de apoyo, en cánticos victoriosos. Música celestial para el italiano, que esperar triunfar con su filosofía lejos de su querida Italia.

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