...Y Sampaoli alzó el listón

Sevilla/Aterrizó en Sevilla en la tórrida tarde del 13 de junio, llamando la atención con su indumentaria negra, camiseta y chaqueta, que chocaba con el tradicional calor hispalense que suele hacer el día de San Antonio. Ni siquiera reconoció a Monchi. Días después, ya dejó ver sus tatuajes y un mensaje distinto en su presentación, con esa peculiar verborrea del Cono Sur americano, prometiendo el oro y el moro. Fueron días de escepticismo, de expectación, de incredulidad, de optimismo... todo según el prisma de cada cual. Menos de seis meses después, Jorge Sampaoli los ha convencido a todos, a los más escépticos entre consejeros y técnicos del club, que los había, y a los aficionados más suspicaces. Y sobre todo a los futbolistas, entre quienes también hubo dudas al principio. El giro era muy grande, pero el menudo técnico de Casilda, con su circunspecta pose -quizá porque no sea una pose-, lo ha conseguido.

Sampaoli se ha ganado al sevillismo, al club y a su plantilla con palabras... y con hechos. Primero fue la convicción a través del verbo. Luego fueron los resultados los que se empeñaron en refrendar cada una de sus palabras. Ahora afronta un 2017 en el que ya llama la atención incluso fuera de Sevilla. En Madrid, por ejemplo, la prensa capitalina, siempre tan obcecada con lo suyo, ya se pregunta dónde estará el techo del Sevilla de Sampaoli.

El entrenador del Sevilla ha impregnado de su pujante idea de la rebeldía a sus jugadores, a sus aficionados y a sus directivos. Ha sido como una revelación. Incluso Monchi, siempre cauto, siempre realista, habla de tutear a Madrid y Barcelona en una entrevista en Inglaterra: "Romper el dominio va a ser una meta difícil, pero espero que algún día pueda ocurrir. Si hubiéramos tenido esta entrevista hace doce años ni me habría imaginado haber ganado cinco Europa League, le diría que está soñando. Ahora le digo lo mismo: es un sueño, un sueño difícil, pero ya hemos conseguido cosas que nunca habríamos imaginado", asegura en Varsity.

Sampaoli, por su parte, sigue con su discurso entusiasta y valiente. A su vera no caben los medrosos. "La idea era trasladar que las cosas que están previstas o definidas, como que la Liga tiene siempre la misma estructura y la Champions igual, se pueden cambiar, insertarnos en la posibilidad de los mejores equipos del mundo, rebelarnos ante esa realidad", aseguró Sampaoli a los medios del club antres de marcharse de vacaciones. Y el mejor modo de rebelarse es exponer a las claras esas elevadas intenciones, dichas con un tono entre iluminado y convencido: "El Sevilla va a luchar por todo lo que juegue, no sé si se va a lograr, pero sí se va a luchar para ello".

Una de las claves ha sido haber convencido al vestuario: "Hemos encontrado un grupo de futbolistas que se han adherido a la idea que nosotros queríamos".

Pero una cosa son las palabras y otra los hechos. Y Sampaoli no emite un mensaje vacío. El Sevilla ha sido protagonista en la mayoría de los partidos y es tercero en la Liga y está en octavos de la Liga de Campeones de forma más que merecida, aportando además dos versiones distintas: la atrevida de la primera parte ante el Barcelona en la Liga, la que lo ha llevado a tener casi siempre mucho más el balón que el contrario, con la rúbrica perfecta de la exhibición ante el Málaga; y la sólida, estructurada, convencida de su invulnerabilidad de Turín y Lyon.

Según Sampaoli, todo "es un tema de convencimiento". "Vamos a buscar cada partido con la emoción que merece y el sentimiento que tiene que ver con esta camiseta". El mensaje del amateurismo ha ido calando hasta hacerse genérico y representativo de un Sevilla que ha ido evolucionando desde aquella locura ante el Espanyol hasta los 10 minutos mágicos frente al Málaga. Con muchos partidos ganados en los minutos finales y por la mínima (Las Palmas, Alavés, Leganés, Riazor, Valencia...), los futbolistas han ido asentándose como un equipo que siempre sabe a lo que juega y que ya es el tercer máximo realizador de la Liga tras Madrid y Barça.

Porque los números también respaldan a Sampaoli. El Sevilla, versátil tácticamente, con una defensa de tres o de cuatro, con Vitolo omnipresente en el campo (de carrilero, de interior, de delantero) o Sarabia de lateral, su equipo es el tercer realizador de la Liga con 32 tantos y suma en total 55 goles en 27 citas oficiales. Tras encajar 12 goles en los cuatro primeros encuentros, el técnico cimentó el edificio con un cada vez mejor posicionamiento en el campo y ha terminado sin goles en contra en nueve ocasiones. Ahora, 2017, a la espera de los fichajes, se presenta con nuevos y altos retos.