Desde mi córner
  • El dibujo que le ha dado solidez a la tropa sevillista se ha cobrado una víctima, Ocampos

Pros y contras de la defensa de cinco

QUEDA claro que el trabajo de Quique está dando frutos, sobre todo en la solidez que el equipo ha ganado atrás. Haber desempolvado la defensa de cinco y la recuperación de Nyland han hecho que el equipo no sea el bizcocho que era para las vanguardias rivales. Dejar la portería a cero en Mestalla y ante los de Simeone fue un indicio que así lo mostraba, lo que se ha visto aumentado por el buen desempeño zaguero en Chamartín.

Ante el Realísimo fue la constatación de que esto ha cambiado para bien y tanto si En-Nesyri como Isaac hubiesen acertado ante Lunin estaríamos viéndolo de otra manera. La defensa de cinco ha cimentado el edificio, pero todo eso es a costa de muy poca salida en ataque y de que aparezca un damnificado principal, Lucas Ocampos. Con el argentino ahí ya no es el gran agitador del juego blanco sino que guardar la viña provoca que tenga por delante una barbaridad de campo.

Imagino que todo esto será circunstancial y que se debe a que lo primero era consolidar a un equipo que se ha dejado en las cunetas de la LaLiga un caudal impresionante de puntos. Y ahora, con el Sevilla mirando la tragedia desde una distancia mayor, hay que pensar que Quique estará calibrando cuestiones a fin de equilibrar un equipo ya sin la agobiante obsesión de tener el brocal del pozo tan cercano. ¿Y qué teclas serán las que pulse Quique para que el violín funcione?

Creo que con Acuña y Pedrosa aptos sí que se debería liberar a Ocampos de funciones defensivas. Los arreones en ataque del argentino son fundamentales para el buen discurrir del partido a partido y de hecho ha sido el futbolista de mejor nota en los recientes malos tiempos. Y comoquiera que estamos convencidos de que la empresa sevillista seguirá escalando posiciones en la tabla nos pica la curiosidad de cuánto tiempo tardará Quique en devolver a Ocampos al ataque.

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