Nervión y su fragor contra las dudas

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El club hace un llamamiento para que el estadio ruja como en las grandes noches y la afición, fiada al once de gala de Montella, responde a la promoción de entradas.

Banega y Muriel, que volverán al once titular, se ejercitan ante Pareja, que dejará su sitio a Mercado, sancionado en Ipurua.
Banega y Muriel, que volverán al once titular, se ejercitan ante Pareja, que dejará su sitio a Mercado, sancionado en Ipurua. / Fotos: Antonio Pizarro
Eduardo Florido

06 de febrero 2018 - 07:00

Sevilla/Todos deben aparcar las dudas. Está en juego nada menos que una final, otra final más de las muchas que lleva disputadas en esta centuria el Sevilla, dieciséis en total, que se dice pronto entre UEFA Europa League, Copa del Rey y Supercopas. Y tanto el club, como el cuerpo técnico y la afición deben responder con un Fuenteovejuna que tiene prolijos y fructíferos precedentes. La quinta goleada encajada de este curso de emociones tan dispares ya está olvidada, o debería estarlo, por todos los protagonistas. Y en esta ocasión los aficionados que colmarán de pasión el Ramón Sánchez-Pizjuán también son protagonistas principales, casi tanto como los jugadores.

Por si alguien hubiese olvidado el rol de la grada de Nervión, con su especial habilidad para convertir en un arma de incalculable valor el fragor de su aliento, el club se está encargando de recordárselo. De entrada, sacó una promoción exclusiva para los socios de dos entradas a 15 euros en la misma zona, si hubiere, de la localidad del abonado. La venta va por tan buen camino que es más que probable que hoy se terminen de agotar, pese a que el club amplió a 2.000 una oferta que partió con 1.800 localidades pero que se amplió tras cumplirse el plazo da activación de abonos normales.

Además, a través de sus redes sociales ha realizado un llamamiento "a todo el sevillismo" para que arrope al equipo desde el mismo hotel de concentración, el clásico Los Lebreros, hasta el estadio, a las 19:30. Un llamamiento cuando menos curioso pues se trata de ocupar la vía pública para acompañar al autobús del equipo... en un acto que ya es habitual en las grandes noches de eliminatorias trascendentales. Y ayer mismo publicó una información en su web que incidía directamente en la positiva energía que emana del viejo graderío nervionense cuando se pone a ello, que titula "Cuando el Sánchez-Pizjuán también juega".

En esta información, el club recuerda las ocasiones en que el Sevilla ha dirimido la vuelta de semifinales, ya sea de la Copa del Rey o de la UEFA Europa League en casa, con preeminencia de precedentes positivos: la famosísima del Schalke 04 el 27 de abril de 2006 (1-0); la del año siguiente en el mismo torneo de la UEFA ante Osasuna (2-0); ese mismo año ante el Deportivo en la Copa (2-0); más recientemente, en 2016, ante el Shakhtar Donetsk (3-1)...

La casuística es amplia, y cuatro de las últimas cinco semifinales que ha jugado el Sevilla en uno u otro torneo se resolvieron a domicilio. En dos pasó el Sevilla, en Getafe en 2010 (1-0 y pase a la final) y en Vigo en 2016 (2-2, y pase a la final). Y en otras dos cayó eliminado, en Bilbao en 2009 (3-0) y en el Bernabéu en 2011 (2-0).

De las semifinales cuya vuelta se resolvió en casa sólo hay que señalar dos como negativas, el insuficiente 2-2 ante el Atlético de Simeone en 2013, con Beto y Emery recién llegados a Nervión, y el también insuficiente 1-0 en 2004 ante el Real Madrid.

Los precedentes, así pues, son halagüeños, con una sola debacle sevillista en este siglo habiendo ganado en la ida: en diciembre de 2013, en la segunda temporada de Emery, perdió ante el Racing de Santander, de Segunda División B (0-2), pese a haber vencido en El Sardinero (0-1). Fue en la primera ronda de la Copa del Rey y el contexto de aquel partido no tiene nada que ver con el de mañana.

El Leganés va a conocer, quizá por primera vez en su historia, un estadio como el Ramón Sánchez-Pizjuán en plena efervescencia. En el Bernabéu, por ejemplo, apenas había la mitad del aforo cuando sorprendió al Madrid (1-2) tras perder la ida...

La afición del Sevilla debe jugar su papel y para ello se fía también de la garantía que le da el once de gala de Vincenzo Montella. Tras el nefasto resultado del experimento de Ipurua, en el que además de verse obligado a suplir a Mercado con el inactivo Pareja hizo debutar de una tacada a los tres recién llegados (Layún junto a Pareja precisamente, Roque Mesa y Sandro), con un once además demasiado ofensivo (el punta canario más Nolito y Ben Yedder), mañana volverá el once reconocible. No hace falta ni recordarlo. De ese equipo de carrerilla no fueron titulares en Ipura más de la mitad: Jesús Navas, Mercado, Banega, Correa, Franco Vázquez y Muriel. En él estará Sergio Rico y bien haría el respetable en centrarse en soplar de popa y olvidar el runrún que viene rodeando al portero del Sevilla. Es la hora de Fuenteovejuna. Y de eso Nervión sabe un rato...

La Federación de Peñas pidió una sesión abierta

La movilización sevillista se está notando no sólo en las taquillas del Sánchez-Pizjuán. También en las redes sociales, en pro de una sintonía de aliento al equipo, se hicieron genéricos los lemas "Sevilla, una vez más" o "juntos lo vamos a lograr", que hacen referencia a uno de los cánticos recurrentes de la afición cuando hay en juego una final. Llamativa fue la petición de la Federación de Peñas de realizar el entrenamiento esta tarde en el estadio y abierto al público. Pero con tanto en juego, trabajo de estrategia, incluso ensayo de penaltis, es inviable.

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