Hacer más daño con igual dominio

Sevilla/Recientemente, Eduardo Berizzo ofreció una rueda de prensa cuyo leit motiv fue la búsqueda de la profundidad de su equipo. Como en un rondó barroco, el tema principal se repetía una y otra vez. La profundidad, la verticalidad... Todo venía por una muy ilustrativa primera parte del Sevilla en el Wanda Metropolitano, en la que tuvo más posesión, dominó con el balón y, en cambio, apenas hizo daño al Atlético, más allá de un tiro aislado de Sarabia que se envenenó tras dar en Savic para ir al poste. El siguiente partido fue con el Maribor. "A toda la posesión y a adueñarnos del partido con la pelota hay que añadirle la profundidad", dejó como glosa del partido Berizzo. Y su principal subordinado, Ernesto Marcucci, añade lo de ser más lesivo.

El segundo entrenador del Sevilla ha estado dándole vueltas a la sesera en el parón. También ha tenido tiempo para realizar una amplia entrevista en la revista Fotball Club, publicación oficial del Sevilla, en la que define sus tareas. "Soy el segundo entrenador y me ocupo específicamente de la preparación de la charla, de entrenar la parte ofensiva cuando hacemos dos grupos y del análisis del rival con una parte del cuerpo técnico". Es decir, es el hombre al que le corresponde transmitir a los jugadores el mensaje de ser más dañinos en la tarea ofensiva. Berizzo, en algún entrenamiento se ha podido ver, se centra específicamente en los movimientos de la fase defensiva, sin obviar el resto, que para eso fue central...

Pocas pegas se le pueden poner por ahora a un equipo que marcha segundo en la Liga, con cinco victorias, un empate y una derrota, con nueve goles a favor, poco bagaje, sí, pero sólo tres en contra... Pero una de esas pegas la reconocen hasta desde dentro. Marcucci es uno de los que ha señalado el problema, igual que Berizzo, igual que otros analistas y muchos aficionados.

"El juego que intentamos es la presión alta, posesión e intensidad, pero sobre todo presionar al rival y luego generar el mayor daño posible con la pelota", asegura Marcucci, que saca el asunto casi sin mentárselo. "Buscamos tener efectividad, que la posesión no sea algo que no lastime. Queremos hacerle el mayor daño posible al rival. Y la mejor manera es salir a presionar lo más arriba posible y lo más lejos posible de nuestro arco".

En esa idea, se asemeja Berizzo a Sampaoli. ¿O no tanto? "Entrenamos más cerca de lo que hacía Bielsa que de lo que hizo Sampaoli aquí. Hay una idea común de presión, persecuciones individuales... Hay raíz, pero no me animaría a hablar de continuidad", aclara el letrado argentino, que fue abogado antes que técnico.

Por ahora, el modelo da frutos, pese a que aún no se ha mostrado en toda su magnitud. Aún no se ha expuesto a la vista de todos ese Sevilla que domina, no se deja golpear y golpea con fuerza. A veces el dominio, la manida posesión, se hace monótona, previsible...

Para ello no hay como acudir a los datos. El Sevilla es el cuarto equipo con mejor porcentaje de posesión de la Liga, un 56,7%. Sólo lo superan el rey mundial de esta faceta, el Barcelona (61,4%), el Real Madrid en contra del tópico de que es un equipo contragolpeador (59,6%) y el Celta de Unzué (57%). En cambio, el equipo de Berizzo aparece en undécimo lugar, según las tablas de la web especializada Whoscored.com, en cuanto a tiros o remates totales por partido: 11.

Con esos apenas once remates por partido, con tan escaso bagaje ofensivo, que es superado incluso por equipos con menor posesión y peor clasificación, Valencia, Real Sociedad, Deportivo, Levante, Girona..., además de los tres grandes, el Sevilla ha marcado 9 goles optimizados por las pocas ocasiones que concede y los poquísimos goles que encaja. Claro que esto contrasta con otro dato ilustrativo, que es el que debe trabajar el cuerpo técnico que dirigen Berizzo y Marcucci. Por zonas de acción, el Sevilla sólo tiene un 27% de la posesión en la zona de ataque. Y en este ranking anda también atrasadillo: es el décimo, muy lejos del 37% del Madrid, el 33% del Eibar o el 32% del Barcelona. En la tabla que ordena a los equipos de la Liga es el décimo. O sea, es el cuarto en posesión, pero si esa posesión es sólo tenida en cuenta en zona de ataque, es el décimo. He ahí la falla a salvar para ser más lesivo.