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Bordalás ha convertido en 15 meses al vicecolista de Segunda en una de las revelaciones de Primera
Ideas claras y dominio de la estrategia
Pocos pueden discutir que el Getafe y el Girona son las revelaciones de la presente Liga una vez atravesado el ecuador de la competición. Pero resulta curioso dónde estaban estos dos equipos hace quince meses. Era septiembre de 2016, el cuadro catalán ganaba 0-2 en el Coliseum Alfonso Pérez y Juan Eduardo Esnáider era destituido de su cargo en el banquillo azulón. El Getafe era penúltimo en la clasificación de Segunda y Ángel Torres encargaba el proyecto a un entrenador como José Bordalás, quien a base de hacer sencillo lo que es difícil en el fútbol y conociendo los límites que cíclicamente desafiaban a un equipo como el del sur de Madrid ha transformado la historia hasta convertir al Getafe en un equipo capaz de rozar los puestos europeos en Primera División.
El secreto ha sido dotar al equipo de una estructura sólida, de tener un buen conocimiento de uno mismo y entender sus propios límites. El Getafe ha basado su gran primera vuelta en una gran solvencia en su estadio. Los madrileños son los cuartos de la Liga como local, con 20 puntos sumados y habiendo recibido las visitas de Real Madrid, Barcelona y Sevilla, los únicos que han logrado ganar en el Coliseum.
El Getafe es un equipo duro, equilibrado bajo un clásico 4-4-2 o alguna de sus variantes que a domicilio baja notablemente sus prestaciones. De hecho, sólo ha logrado un triunfo fuera, pero que se puede mostrar como un rival incómodo.
sin balón
Es un equipo que se cierra bien con dos líneas de cuatro bien juntas que, eso sí, sufren más una vez que el rival ha sobrepasado la primera línea de presión de los dos delanteros que aunque de forma escalonada, tratan de dificultar la salida.
A partir de ahí, una columna vertebral sólida logra la consistencia del bloque. Dos centrales como Cala y Djené que está ofreciendo un buen rendimiento y un doble pivote formado generalmente por Arambarri y Bergara sostienen el edificio. Por las bandas el equipo de Bordalás sufre algo más, pero el balance defensivo en general es bastante meritorio teniendo en cuenta el valor de mercado de sus jugadores y que se trata de un recién ascendido.
con balón
Es un equipo muy práctico que explota la velocidad de Amath en la izquierda, que ataca con verticalidad y poca elaboración y que sorprende con la incorporación de la segunda línea en aprovechamiento de ese ataque directo. Ahí, el golpeo de Arambarri es uno de los aspectos a vigilar, así como la fortaleza de los puntas. En este sentido, hoy notará la baja de Jorge Molina por sanción y será el primer partido sin la referencia del alcoyano.
lo mejor
Tiene las ideas claras y es uno de los equipos que mejor trabaja la estrategia. De hecho, está entre los que más goles ha anotado a balón parado y entre los que menos recibe en estrategia defensiva.
lo peor
Tiene una plantilla limitada.
La explosividad en Segunda vale en Primera
Hasta el punto de que el Atlético de Madrid llegó a plantearse ponerlo a las órdenes de Simeone el pasado verano por la prohibición de fichar a cargo de la FIFA, la irrupción de Amath Ndiaye Diedhiou (Dakar, Senegal; 16 de julio de 1996) la pasada campaña en el Tenerife llamó poderosamente la atención del fútbol español. Una gran velocidad, mucha hambre de fútbol y 12 goles en 34 partidos para rozar el ascenso en el equipo de Martí. Finalmente el que subió fue el Getafe y fue el club madrileño el se hizo con la mitad de su ficha por 3 millones de euros. El Atlético, al que llegó en juveniles desde el Valladolid, aún tiene, además, una opción de recompra. Es un explosivo extremo izquierdo que se convierte en un delantero más. Agresivo sin balón, una centella a la hora de atacar el espacio, ha demostrado que es jugador de Primera División e insustituible para Bordalás.
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