Los taxistas sufren una oleada de robos durante el fin de semana
La mayoría de los delitos ocurrieron de madrugada en calles del distrito Macarena
Los taxistas de Sevilla llevan dos fines de semana consecutivos sufriendo una oleada de robos. Fuentes del sector apuntaron ayer a este periódico que entre la noche del sábado al domingo fueron abiertos hasta 19 taxis que estaban aparcados en la calle. El fin de semana anterior ocurrió lo mismo en otros 11 vehículos. La Policía Nacional ha abierto una investigación para tratar de detener a los autores de estos robos, que se han registrado en su mayoría de madrugada y en calles del distrito Macarena.
Los taxis desvalijados estaban aparcados en la calle. Los robos ocurrieron en la zona de la Carretera de Carmona, Santa María de Ordás, Pío XII y las Naciones. Algunos de los vehículos fueron abiertos introduciendo un destornillador por una ventanilla hasta fracturar el cristal. Luego, los ladrones abrieron los coches y registraron su interior en busca de dinero. En algunos casos se llevaron el cambio en monedas y en otros alguna pequeña cantidad que los taxistas suelen guardar para algún imprevisto, de ahí que llegaran a rebuscar en las guanteras y entre los papeles del vehículo. También, como puede apreciarse en las fotografías que ilustran esta página, revolvieron en el maletero tratando de encontrar algo de valor.
Sólo los taxis fueron abiertos. Los coches que estaban aparcados junto a ellos permanecieron intactos. Algunos de los taxistas fueron avisados por la Policía la mañana del domingo, ya que ellos no habían tenido constancia alguna de los robos. Otros se dieron cuenta cuando llegaron por la mañana al coche. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que el método empleado por los ladrones apenas hace ruido, de ahí que tampoco los vecinos de los edificios más cercanos se hayan percatado de nada. El intenso frío que ha hecho en Sevilla durante los últimos fines de semana ha ayudado también a los ladrones, que han podido abrir los vehículos sin ser sorprendidos por testigos que avisaran a la Policía o a alguno de los propietarios que ha sido víctimas de los robos.
La Policía Nacional mantiene abierta una investigación de los hechos para tratar de identificar y detener a los ladrones, que presumiblemente son los mismos en todos los casos. La oleada de robos de estos dos fines de semana ha sorprendido al sector del taxi sevillano en un momento muy convulso. En los últimos meses, los incidentes, amenazas y sabotajes entre taxistas se han sucedido en el aeropuerto de San Pablo y también se han dado casos en algunos taxis aparcados en las calles. Los conductores que han ido a recoger clientes concertados previamente han sufrido lanzamientos de huevos y pinchazos de neumáticos en la terminal aérea, en lo que el sector considera un intento de mantener el monopolio por parte de un reducido grupo de taxistas vinculado al colectivo de taxistas que rinde en el aeropuerto de San Pablo.
En algunas ocasiones, estos episodios violentos se han trasladado también a los domicilios particulares de algunos taxistas, que no sólo han recibido llamadas de amenazas sino que también se han encontrado sus coches aparcados junto a sus casas con las ruedas pinchadas y con la carrocería despintada con decapante. En el caso de esta oleada de robos, sin embargo, la Policía trabaja más con la idea de que se trate de una banda de ladrones comunes más que de una serie de sabotajes en el sector. Algo similar ocurrió el pasado mes de diciembre en Palma de Mallorca, donde se registraron más de ochenta robos a taxistas en unas semanas. Por estos hechos fue detenido un menor de edad.
En Sevilla ha habido varios atracadores especializados en robar a taxistas, pero todos han sido detenidos por la Policía. Incluso uno de estos robos acabó en el asesinato de un taxista, ocurrido el 15 de agosto de 2004 en la barriada del Gordillo. Pero en los últimos años la seguridad no estaba siendo uno de los principales problemas del sector. El último caso de un ladrón detenido por robar en un taxi ocurrió en septiembre del año pasado, cuando el delincuente aprovechó para abrir un vehículo mientras su conductor tomaba café en un bar de la calle Sol. El ladrón, que tenía 55 antecedentes, fue arrestado por la Policía Local.
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