El comercio de Asunción, contra la obra
Peatonalización en los remedios Arrancan los trabajos de renovación de las viejas redes de Emasesa
Ocho tiendas se mudan a otras zonas por temor a que la calle esté levantada más de un año y las pérdidas sean inasumibles
Desconfianza, temor y malestar es la reacción común de la mayor parte de los comerciantes de la calle Asunción ante el inicio, ayer a primera hora, de las obras que renovarán las viejas canalizaciones de Emasesa y convertirán en peatonal el tramo de esta vía principal de Los Remedios desde la Plaza de Cuba a Virgen de Luján. Pocos se creen la promesa del Ayuntamiento de Sevilla de que la vía se levantará y cerrará en 11 meses para llegar a tiempo a la Feria de 2010, a falta sólo se completar el mobiliario (bancos, farolas...) y los demás detalles de la peatonalización.
Con este ambiente, no es de extrañar que ocho empresarios de Asunción hayan cerrado sus tiendas para trasladarse a otras calles del barrio sin obras o bien a otros barrios, según datos aportados ayer por el nuevo portavoz del gremio Carlos del Junco, dueño de Don Baño. Otros han reducido plantilla. Los comerciantes tienen muy presentes los antecedentes de cierres masivos en República Argentina (70) por el Metro y en Virgen de Luján (30) por el parking subterráneo que acabó con los árboles, ambos por plazos incumplidos sistemáticamente.
Elena Bernal, por ejemplo, puso ayer el cartel de liquidación total nada más ver que se estaban colocando vallas para aislar las aceras de la calzada y no sabe si volverá. "Cerramos para irnos a Sierpes y la plantilla se repartirá por otras tiendas. No hay quien aguante dos años de obras. Lo ideal sería que se mantuviera el tráfico para siempre porque lo que vende es ver un escaparate y un nombre", relata Teresa, encargada del local.
Una iniciativa similar han tenido al menos otros cinco dueños, según pudo comprobar este periódico. La tienda de decoración Waldo Escriva se ha mudado a Plaza de Cuba 9; Damas se ha traspasado, otra tienda de ropa de señoras junto a Loscertales arrienda el local, como Aruncy. Y Según la federación Aprocom, Roche también se marcha.
Los comerciantes de la calle están estudiando medidas de protesta por considerar que se está actuando con "improvisación". "No nos han informado bien de nada. Vamos a tratar de movilizarnos para que el Ayuntamiento vea que lo está haciendo mal. Se está jugando con nuestro comer", se quejaba a pie de valla Carlos del Junco, quien recuerda que el 85% del comercio se opone por completo a la obra y el 15% restante cree que la obra es necesaria, pero en otro momento sin tanta crisis.
Los empresarios se quejan de que las vallas se extentiendan prácticamente hasta Virgen de Loreto (la anterior a Virgen de Luján) cuando se habló de actuar en varios tramos; que el acerado se haya estrechado hasta quedar en poco más de 1,20 metros de ancho; y que no conozcan al detalle los planes de emergencia y tráfico, así como el lugar donde quedarán los contenedores, o la carga y descarga.
"No sé cómo lo haremos, pero nos moveremos para buscarnos las habichuelas. Tenemos que decirle a la gente que estamos vivos a pesar de la obra", aclaraba ayer Carmen, comerciante de la calle que prefiere que no se cite el nombre su tienda.
A primera hora, antes de abrir las tiendas, los operarios de la UTE Contrat-Mecanotubo cerraban con vallas la calle a la altura de la Plaza de Cuba dejando dentro los contenedores de basura y los coches aparcados. Los carteles de "no a la peatonalización" que lucen en los balcones y en los escaparatas dan una idea de cómo respira el vecindario. "Este barrio nunca ha pedido peatonalizar la calle, sino que se mejoren las canalizaciones antiguas, la luz y el mobiliario porque hace 25 años que no vemos cambios", relata Manuel, encargado de la tienda de electricidad del 33, convencido de que la reforma sólo beneficiará a los bares.
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