El artesonado de madera del Palacio Mudéjar del Alcázar recupera su relieve original

La restauración del techo del Salón de los Pasos Perdidos, ya concluida, saca a la luz el anagrama de los Reyes Católicos

El alcaide (derecha) y el director del Alcázar bajo el artesonado.
El alcaide (derecha) y el director del Alcázar bajo el artesonado.
Redacción

25 de enero 2008 - 05:00

El Patronato del Real Alcázar anunció ayer a la prensa el final de la restauración del techo de madera labrada (alfarje) del salón de los Pasos Perdidos del Palacio Mudéjar, una intervención que ha permitido sanear la madera y recuperar la "lozanía" de este espacio, cuyo nombre original procede del hecho de que servía de antesala a la alcoba real. La obra ha sido ejecutada por la empresa Tratamiento de Conservación y Restauración.

Aunque el Palacio Mudéjar es de la época del rey Pedro I, el techo que ahora se conserva data del periodo de los Reyes Católicos, cuyos anagramas han aparecido claramente tras las actuaciones de restauración, que han durado seis meses y cuya inversión ha ascendido a casi 52.000 euros. Esta intervención se va a completar a fin de año con la culminación del alfarje de la Alcoba Real, en la que se está trabajando ahora, con lo que "la parte baja del Palacio Mudéjar estará completamente restaurada para el goce de los ciudadanos", según el alcaide del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo.

El Patronato del Alcázar asegura además que terminará durante 2008 la restauración de las pinturas del baño de María de Padilla, el artesonado del antecomedor de familia del Cuarto Real Alto y la primera fase de la fachada del Palacio Mudéjar, actualmente en plena restauración. La previsión es que cuando termine este año, el 80 por ciento de los techos del Cuarto Real Alto esten rehabilitados por completo. Sólo faltarán tres salas por restaurar. El Palacio Mudéjar o del rey don Pedro es uno de los principales atractivos patrimoniales y turísticos de los Reales Alcázares de Sevilla. De hecho está declarado Patrimonio de la Humanidad. Fue el regidor Pedro I, también conocido como El Cruel, quien ordenó la construcción del recinto sevillano a partir de las antiguas construcciones almohades, inspirándose en las estancias palaciegas de la Alhambra de Granada. El salón cuenta con unas dimensiones de 25 metros cuadrados y está situado junto a la Alcoba Real del Palacio Mudéjar.

La restauración ha corrido a cargo de los especialistas Juan Carlos Pérez Ferrer, Elena Maceira y Sebastián Fernández Aguilera, que durante seis meses han trabajado para devolver los relieves originales a este armazón de madera noble que decora los techos de este salón.

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