La Policía desmantela un clan de traficantes de armas en las Tres Mil

Los delincuentes proceden de Portugal, país desde el que traían las pistolas para venderlas por 1.000 euros en Sevilla

El material intervenido, expuesto ayer en la Jefatura de Policía.
El material intervenido, expuesto ayer en la Jefatura de Policía.
Fernando Pérez Ávila

15 de octubre 2008 - 05:03

La Policía Nacional ha desmantelado un clan familiar especializado en el tráfico ilegal de armas que llevaba varios años operando en la barriada de las Tres Mil Viviendas. Los miembros de esta banda, la mayoría de ellos de origen portugués, utilizaban varias viviendas de este barrio para vender armas a toda persona que contactara con ellos. En total hay seis personas detenidas, tres de las cuales han ingresado en prisión mientras que las otras han quedado en libertad con cargos.

El balance de esta operación, denominada Silverio, deja también la incautación de 33 armas de fuego que estaban en poder de los traficantes, según explicaron ayer en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y el jefe superior de Policía en Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra. Ambos destacaron la complejidad de este servicio policial, dado que los delincuentes empleaban numerosas medidas de seguridad. Por ejemplo, solían hablar entre ellos en un dialecto del portugués y muy cerrado o lo hacían con un lenguaje cifrado.

Ésta es la razón de que las investigaciones comenzaran a principios del año 2007 y hasta la semana pasada no concluyeran con las seis detenciones y con los registros de cuatro viviendas, tres de ellas en las Tres Mil y la cuarta en Las Cabezas de San Juan. La banda tenía ramificaciones en Portugal, país desde el que traían las armas a Sevilla para introducirlas en el mercado negro. La mayoría de las armas que comercializaban eran pistolas de aire comprimido o de fogueo que ellos mismos han manipulado para que disparen proyectiles reales.

Son pistolas muy pequeñas transformadas para disparar un calibre de 9 milímetros parabellum. Cada una de estas pistolas suele costar aproximadamente 600 euros en el mercado legal, por lo que la Policía cree que los traficantes las vendían de forma clandestina por un mínimo de 1.000 euros. El precio oscilaba en función de si la persona que las compraba era conocida o no por la banda, que también aceptaba trueques a cambio de droga.

En total la Policía ha decomisado 28 pistolas, tres revólveres, dos escopetas y abundante munición. En las cuatro viviendas registradas se encontraron más de 2.000 cartuchos de diferentes calibres. También se intervinieron tres catanas, 40.000 euros en efectivo, una planta de marihuana de más de dos metros, 400 gramos de hachís, una balanza de precisión y un pasamontañas. Cada uno de los detenidos tenía su función en la banda y ninguno de ellos tenía alguna actividad legal que sirviera de tapadera. Sus identidades son Manuel J. M., de 59 años; Antonio J. J. H., de 27; Jesús M. J. G., de 25; Francisco M. I. M., de 40; Antonio M. S., de 32 y Joao M. M. S., de 38. La operación ha sido desarrollada por el Grupo IV de la Udyco de Sevilla.

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