Detenidos cinco hooligans ingleses por altercados y ataques a la Policía

violencia ultra | incidentes en la plaza nueva

Hinchas del Manchester United que seguían en Sevilla apedrean la fachada del hotel Inglaterra, derriban varias motos, agreden a un motorista y lesionan a un agente local

Dos agentes de la unidad de Caballería de la Policía Nacional patrullan el centro de Sevilla ante la mirada de hinchas ingleses, la tarde del lunes.
Dos agentes de la unidad de Caballería de la Policía Nacional patrullan el centro de Sevilla ante la mirada de hinchas ingleses, la tarde del lunes. / Juan Carlos Muñoz
Fernando Pérez Ávila

23 de febrero 2018 - 12:15

Sevilla/La medianoche de este viernes se vivió una escena un tanto paradógica: un grupo de hinchas ingleses se liaron a pedradas contra la fachada del hotel Inglaterra. Que se sepa, no tenían nada contra el establecimiento por llevar el nombre de su país escrito en español. Su comportamiento respondía más a la cantidad de alcohol que habían ingerido. Llevaban bebiendo desde un par de días antes, cuando llegaron a la ciudad para asistir al partido de la Liga de Campeones que enfrentó al Sevilla contra el Manchester United. No hubo incidentes durante el encuentro, ni durante las horas previas ni durante las siguientes. Pero un reducido grupo de hooligans decidieron permanecer unos días más en la ciudad y las últimas horas de su estancia ya fueron menos pacíficas. Además de conocer el centro de la ciudad, Nervión y el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, han terminado visitando también una parte menos vistosa y conocida de la misma, los calabozos de la Jefatura Superior de Policía y el juzgado de Guardia.

La medianoche del jueves al viernes, los cinco hooligans comenzaron a lanzar piedras contra la fachada del hotel Inglaterra. Luego se dedicaron a derribar las motos que estaban estacionadas en un aparcamiento cercano, agredieron a un motorista que pasaba por allí y terminaron protagonizando un altercado con la Policía. Los hechos ocurrieron en la Plaza Nueva. Por allí pasaba en ese momento una patrulla de la Policía Local que realizaba un servicio de transporte especial, que consiste en acompañar a los camiones de gran tonelaje que acceden al casco histórico por la noche para abastecer a los grandes almacenes. Un trabajador del hotel se acercó a los policías y les mostró una de las piedras que habían arrojado contra la fachada.

Un empleado del hotel avisó a la Policía y mostró una de las piedras que habían tirado

La escena también fue presenciada por una patrulla de la Policía Nacional de paisano. Como la Policía Local estaba en un servicio específico, los agentes de la Nacional se acercaron hasta donde estaban los aficionados ingleses. Allí observaron cómo tres de ellos tiraban las motos y agredían a un motorista. Los agentes intentaron calmarlos y fueron rodeados por estos tres y otros dos hooligans más que se les acercaron por la espalda. Los cinco comenzaron a increpar a los policías e incluso a empujarlos y agredirlos. La patrulla de la Policía Local acudió enseguida en apoyo de sus compañeros, mientras que los hinchas se daban a la fuga. Uno de ellos saltó por encima del patrullero y destrozó la luneta delantera, corriendo junto a otro hacia la avenida de la Constitución. Los policías nacionales dieron alcance a uno a la altura de la Catedral, mientras que el que había roto el cristal del patrullero logró huir.

Mientras tanto, la patrulla de la Policía Local consiguió detener a los otros tres implicados en la calle Harinas. Los hinchas se resistieron y provocaron lesiones a uno de los agentes en la mano. El policía tuvo que ser asistido después por los sanitarios. Tras realizar varias gestiones por la zona, la Policía Local tuvo conocimiento de que el día anterior habían agredido al empleado de un establecimiento de la calle Zaragoza, que necesitó asistencia médica. Los aficionados se hospedaban en la calle Relator, donde se montó un dispositivo que consiguió localizar al quinto implicado, el que había conseguido huir. Aunque en principio intentó de nuevo darse a la fuga, fue finalmente detenido. Los cinco arrestados fueron puestos ayer a disposición judicial.

El delegado de Seguridad y Movilidad, Juan Carlos Cabrera, consideró que "estas conductas violentas y radicales son completamente intolerables", defendió que los agentes "actuaron con rapidez y eficacia" y deseó la pronta recuperación del policía herido.

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