Carcaño revela que entre él y su hermano cubrieron a Marta con cal viva

El asesinato de Marta

Javier Delgado habría golpeado dos veces a la joven con la culata de una pistola tras una discusión por motivos económicos entre ambos hermanos. El Cuco se presentó en León XIII y Samuel no tuvo ninguna participación.

Miguel Carcaño.

Foto: Jaime Martinez/EFE
Miguel Carcaño. Foto: Jaime Martinez/EFE
J. Muñoz · F. Pérez Ávila, Sevilla

15 de abril 2013 - 11:34

Miguel Carcaño asegura en su nueva declaración ante la Policía que su hermano Javier Delgado mató a Marta de dos golpes con la culata de una pistola y que a continuación se deshicieron del cuerpo arrojándolo en una finca de La Rinconada y cubriéndolo con cal viva, un procedimiento que recuerda al de los crímenes de Lasa y Zabala. Después de seis versiones contradictorias y de haber implicado a sus amigos Javier García Marín, el Cuco, y a Samuel Benítez, el asesino confeso culpa ahora exclusivamente a su hermano Javier Delgado Moreno de ser el autor material de la muerte y de haber dirigido todas las maniobras para deshacerse del cuerpo de la joven.

Miguel Carcaño ha confirmado todos los extremos de esta nueva versión de los hechos en una declaración ante la Policía que prestó el pasado 22 de febrero, cuando funcionarios del Grupo de Menores (Grume) se desplazaron a la prisión de Morón de la Frontera, donde cumple la condena de 21 años y tres meses que le impuso el Tribunal Supremo.

El relato de cómo ocurrieron los hechos, según la nueva versión de Carcaño, comienza en la tarde del 24 de enero de 2009, cuando Miguel Carcaño y Marta del Castillo llegan al piso de León XIII. Su hermano, Javier Delgado, está en ese momento acabando de ducharse y preparándose para irse a trabajar. Cuando Javier ve a Miguel se inicia una discusión entre ambos por motivos económicos, porque supuestamente Miguel había adquirido unos productos bancarios cuando hizo la hipoteca del piso y había gastado otros 800 euros en la moto, por lo que la cuenta estaba al descubierto y no había fondos para pagar la mensualidad del préstamo. La discusión fue subiendo de tono y Miguel se marchó a su cuarto, donde le esperaba Marta del Castillo, que intervino en la pelea para mediar entre ambos hermanos.

Fue entonces cuando, continúa Carcaño, su hermano sacó una pistola que solía llevar encima cuando iba a trabajar al bar y que tendría en su poder debido a su profesión de vigilante de seguridad. Según la declaración de Carcaño, recogida de puño y letra por los funcionarios policiales en un total de diez folios y que se tardó seis horas en completar, su hermano le propinó dos únicos golpes a Marta con la culata del arma. La joven cayó al suelo inerte y Miguel comprobó con el tensiómetro que, efectivamente, había muerto. Serían aproximadamente las nueve de la noche.

Después de un desconcierto inicial, Javier Delgado decide ir a buscar el coche de su ex mujer, para proceder a deshacerse del cadáver, y en ese intervalo se presenta en el domicilio Javier García Marín, el Cuco, que se marcha apresuradamente del piso tras ver lo que había pasado con Marta.

Cuando Javier Delgado regresa con el vehículo de su ex mujer, con la ayuda de Miguel, ambos sacan el cuerpo de Marta en la silla de ruedas, y lo montan en el vehículo. Javier Delgado conduce el coche y Miguel le sigue con su moto, salen de León XIII y se dirigen a la carretera de La Rinconada, donde proceden a enterrar el cadáver en una zanja y lo cubren de escombros. De la casa de Carcaño al campo donde se entierra a Marta se llega en cuestión de pocos minutos -la distancia entre Sevilla y La Rinconada es de menos de 12 kilómetros-, y ese día se tardaría incluso menos tiempo porque se trataba de un sábado por la noche que además hacía mal tiempo, con lo que había incluso menos tráfico.

A su regreso de la finca de La Rinconada, los dos hermanos se separan y Miguel Carcaño se dirige directamente a la vivienda de su novia Rocío, en Camas, a donde está acreditado que llega en torno a las 22:50 horas.

La noche siguiente, la del domingo 25 de enero, cuando los familiares y amigos siguen buscando a Marta, los hermanos Javier Delgado y Miguel Carcaño habrían vuelto al lugar donde enterraron el cuerpo de Marta para rociarlo con cal viva, una acción con la que habrían intentado evitar la futura identificación de los restos en el caso de que éstos fueran finalmente localizados.

El lunes 26, Miguel Carcaño fue citado a declarar como testigo por primera vez en relación con la desaparición de Marta. A su salida, tanto él como su hermano fueron a ver al Cuco, quien, siempre según Carcaño, habría sido amenazado por Javier Delgado para que se mantuviera callado.

La Policía, que ha realizado una exhaustiva investigación de los hechos, ha llegado incluso a solicitar al juez la excarcelación hasta en dos ocasiones de Miguel Carcaño, que ha llevado a los agentes hasta el punto donde supuestamente estarían los restos de Marta. El juez autorizó la excarcelación de Carcaño de la prisión de Sevilla-II los días 3 de octubre de 2012 y el pasado 2 de abril, pero en ambos casos la búsqueda ha resultado hasta el momento infructuosa. En la última salida de prisión, la Policía realizó una reconstrucción del recorrido que hizo Carcaño con la moto, para lo cual un policía se montó en un vehículo similar e hizo ese recorrido hasta el lugar donde indicó el asesino confeso.

En las nuevas labores de búsqueda de los restos, desarrolladas con el máximo sigilo por los investigadores de la Policía, se han empleado georradares sin éxito y las dos excarcelaciones de Carcaño tenían por finalidad que el acusado indicara la localización exacta, algo que el joven no ha podido concretar con exactitud porque no lo recuerda dado el tiempo transcurrido y porque en las dos ocasiones en las que fue al lugar era de noche.

El pasado jueves, 11 de abril, la Policía citó en la Jefatura a Javier Delgado para tomarle declaración, en calidad de imputado por un delito de homicidio. Todas estas actuaciones han sido incorporadas a un completo atestado que ha sido ya remitido por el Grume al juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, cuyo titular, Francisco de Asís Molina, ya ha acordado que Carcaño preste declaración como testigo para ratificar esta nueva versión de los hechos y, en ese caso, citar a declarar como imputado a su hermano.

Desde un punto de vista jurídico, no existe ningún inconveniente para que Javier Delgado fuese enjuiciado en un hipotético caso por el delito de homicidio, por cuanto hasta ahora sólo ha sido juzgado y absuelto por delitos de encubrimiento y amenazas, por lo que no se vulneraría el principio legal del "non bis in ídem", que impide juzgar a una persona dos veces por los mismos delitos.

Aunque Carcaño esté cumpliendo ya la condena por este mismo delito y con una sentencia declarada firme, tampoco sería inconveniente, dado que sería factible una revisión de la sentencia, que incluso está recurrida ante el Tribunal Constitucional por la familia de Marta del Castillo.

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