"La creatividad en la Semana Santa sigue estando en crisis"
Ricardo Suárez Pintor
Cuando se cumplen 50 años del paso de palio de los Negritos, el artista desgrana el aporte de este diseño a la Semana Santa
Neobarroco, Neorrenacimiento, Neogótico... historicismos surgidos con motivo de la crisis creativa de finales del siglo XIX, tras el Romanticismo, que se repiten una y otra vez en los modelos cofradieros. "La creatividad en la Semana Santa sigue estando en crisis", asegura Ricardo Suárez, un pintor de brocha fina y lengua afilada, hermano de la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla y de San Gonzalo, que dice lo que piensa y piensa lo que dice. Pero sobre toda esa monotonía que inunda las hermandades hay un paso de palio que sobresale por su diseño modernista, el de la Virgen de los Ángeles de la Hermandad de los Negritos, que ayer no pudo salir por las inclemencias meteorológicas.
Se han cumplido este año las bodas de oro de este paso de palio, diseñado por Juan Miguel Sánchez, que supuso todo un soplo de aire fresco para las cofradías y que vino a aportar un nuevo concepto que, tristemente para algunos y afortunadamente para otros, no ha sido seguido. "Juan Miguel indica con este paso a las hermandades y los creadores cuál es el camino que hay que seguir para innovar y aportar cosas nuevas", recalca Suárez.
El Modernismo fue una corriente que jamás triunfó en Sevilla. "El buque insignia de Fermín Álamo para la Plaza de España fue rechazado por la Academia de Bellas Artes al considerar que era propio para ciudades con cielos grises. Decían que ese estilo iba a impedir ver la limpidez del cielo de Sevilla. Hay un freno institucional a ese Modernismo que surge como contestación a los historicismos". El mundo ornamental de la Semana Santa está saturado de esas corrientes, como el Neogótico, en la Lanzada; el Neorrenacimiento, en los Estudiantes; o el Neobarroco generalizado. Ante este panorama contrario, el paso de la Virgen de los Negritos irrumpe de forma clamorosa, aunque no está exento de polémica para muchas personas que sólo navegan en esos historicismos: "El Modernismo, desde el punto de vista ornamental, se adapta mucho más a lo que queremos expresar cuando juegas con las simetrías y asimetrías, o con las curvas y contracurvas. El mundo vegetal en el que se inspira es evidente, y no hay interés por simplificar el mundo ornamental como pasa en el Neogótico y en el Neobarroco".
Surge de esta manera un paso de diseño distinto después del paréntesis sufrido tras el gran aporte al lenguaje plástico de Rodríguez Ojeda. "Juan Miguel abre una senda. Sí se podrían tocar elementos ornamentales que no han tenido calado, como el Neomudéjar, el arte ornamental oriental, el africano... todos estilos que nada tienen que ver con la religión cristiana, pero que se podrían filtrar desde la estética propia de un paso de palio. Cuando se tocan estilos no saturados, como el Bizantino en el palio de la Concepción, se convierten en ejemplos únicos e irrepetibles. Y eso es lo importante".
En opinión de Ricardo Suárez no está todo dicho desde el punto de vista decorativo, "lo triste es que haya hermandades que encargan enseres coartando la creatividad del creador. Lo que falta en las cofradías son juntas de gobierno que den ese paso adelante".
Realizar un paso como el de la Virgen de los Ángeles sería complicado actualmente -"se era más vanguardista en los años 20 ó 30 que ahora"- y no se libraría de la polémica: "El creador lo pasaría bastante mal por las críticas que le lloverían desde los medios de comunicación. Sólo hay que ver lo que ha pasado con el paño de la Verónica del Valle de Pérez Villalta. Hay tres pilares sobre los que se sigue manteniendo la Semana Santa, que son: Cayetano González y la Concepción del Silencio; Rodríguez Ojeda y la Macarena: y Juan Miguel Sánchez y el palio de los Negritos".
Para el pintor de la Puerta Real la mejor vanguardia de las cofradías sería saber distinguir entre lo bueno y lo malo que hay desde el punto de vista artístico: "Hay que saber desechar todo lo malo que no tiene ningún interés para las hermandades", y se congratula de la valentía de la Hermandad de los Negritos para mantener esta estética y no caer en la moda imperante: "Han seguido culminando el paso con mucho éxito y acierto, prueba de ellos son los magníficos respiraderos o el diseño de la nueva candelería. Afortunadamente, nadie se ha planteado cambiar el paso".
Lo que sí observa es que en las hermandades suele recibir menos críticas lo efímero que lo permanente: "Parece que gusta más, como poner un exorno floral distinto un año. Cuando la obra perdura, ya hay más división de opiniones".
En cualquier caso, sentencia con una frase reveladora: "Lo mejor de la Semana Santa no tiene nada que ver con este tiempo".
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