CON el inoportuno parón por razones informáticas de la inscripción de Fornals, nadie podrá negar que el Betis ha hecho los deberes en este mercado invernal. Error ajeno que no debería eclipsar la gestión realizada por la dirección deportiva tras la fuga de Ramon Planes a la morería y sus petrodólares. Indiscutiblemente, el Betis se ha reforzado convenientemente aunque se haya encontrado con el galimatías de diseñar la lista UEFA.

Pensando que antes o después se resuelva la incógnita del castellonense, los refuerzos son adecuados, pero la tiesura económica que persigue al Betis como persigue un lebrel a la velocísima liebre hace que la felicidad no sea completa. La demora en las inscripciones viene lastrando la confección de dicha lista y tampoco la intransigente UEFA ayuda. Y así pasa que limitar los cambios a tres obliga que el Betis tenga que hacer dibujitos de colores para observar la norma.

Idos Luiz Felipe, Guardado, Borja y Luiz Henrique que estaban inscritos, una plaza se va al limbo con lo que a futbolistas como Sokratis, Chadi, Sabaly y Altimira se unen los recién llegados, con lo que nos encontramos con la friolera de ocho futbolistas para sólo tres camisetas. Además nos topamos con las lesiones de larga duración de Bartra y Guido que, aun inscritos, no podrán jugar la ronda con el Dinamo de Zagreb los días 15 y 22 del presente mes de febrero.

Ayer era el día clave para resolver tan complicada ecuación y hay que confiar en los buenos oficios de Pellegrini y que no se caiga en el error de agosto cuando se dejó al equipo sin apenas centrales con los que competir. Dicho lo dicho, el Betis se ha reforzado convenientemente y arreglado el susto con Fornals digamos que lo ha hecho estupendamente. Al menos así ha sido con vistas a la Liga, conque a ver si también se canta bingo en la lista europea.