Desde mi córner
  • Con la marcha a su país, Guardado deja un hueco muy importante en el día a día del Betis

Adiós a un auténtico peso pesado

VIVIMOS las vísperas de un adiós de mucho calado. Se va un futbolista mundialmente legendario mediante sus cinco Mundiales disputados y que está protagonizando un tramo final con mucha dignidad. Con José Andrés Guardado Hernández, el Betis y LaLiga pierden un referente, uno de esos futbolistas que se acoplan al medio con la inmediatez de una profesionalidad incuestionable y una muy buena aptitud futbolística.

Puede afirmarse que el fichaje de Guardado fue, quizás, la mejor gestión de cierto director deportivo llamado Lorenzo Serra Ferrer. Corría el verano de 2017 y el balear se puso en contacto con el mexicano, al que convenció a pesar de que Phlippe Cocu puso el grito en el cielo. Guardado se había convertido en el sostén del centro del campo de PSV y su entrenador lo consideraba imprescindible, por lo que intentó frustrar la maniobra de su ex jefe en el Barcelona.

En LaLiga no había experiencia de Guardado como pivote medular. Su paso por nuestro fútbol hablaba de un extremo izquierdo con mejor técnica que desborde y que había rendido en ese carril tanto en el Deportivo coruñés como en el Valencia, pero sólo los muy iniciados veían al menudo pelotero azteca como responsable del equilibrio táctico de un equipo. Y llegó al Betis y lo cierto es que ha rendido a pedir de boca tanto en el Betis de Setién, como en el de Rubi y en el de hoy.

Extranjero que más veces vistió la camiseta bética deja un hueco muy importante, ahora casi más en la convivencia diaria en vestuario y viajes que en el campo. Pero es que esos roles son trascendentes en la vida de un equipo de fútbol. De aquel póquer de líderes que formaba con Joaquín, Bravo y Canales sólo quedará el chileno y es algo que habrá que recomponer. En fin que buena vida para un futbolista de tanta importancia y que en su México del alma le vaya bonito.

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