Los girasoles que seducen a Japón
La imagen de la Vega teñida de amarillo en un anuncio de TV ha relanzado las visitas de japoneses a Carmona, que prepara un centro de interpretación sobre el cultivo
Al teclear en Google las palabras girasoles y Japón surgen un millón de páginas. En ellas se repiten, sobre todo, tres contenidos: el más reciente es la iniciativa de plantarlos en Fukushima, para absorber la radiación de la tierra. También recogen la repercusión que en 1987 tuvo el que un coleccionista nipón adquiriera por casi 40 millones de dólares un jarrón atribuido a la serie de Van Gogh, que está en un museo de Tokio; y el Matsuri Himawari, festival de la ciudad de Zama, en el que se montan plataformas para observar los campos teñidos de amarillo.
La intención de la frívola investigación es hallar una explicación a un fenómeno llamativo y relativamente reciente en la provincia: el de los cientos de japoneses que viajan a Carmona atraídos expresamente o que preguntan por la imagen de la flor en la Vega sevillana. El interés va en alza, hasta el punto de que en la oficina de turismo ya tienen un pack específico, con el que la ciudad de la Necrópolis y los alcázares da la bienvenida en japonés, con una breve explicación sobre el cultivo y unas semillas Pioneer de obsequio, que dona la Cooperativa Agrícola de Carmona.
Para evitar la estacionalidad de este atractivo -el girasol florece en mayo y junio- y aprovechar el tirón, el Ayuntamiento, con sus técnicos de turismo, trabaja en un centro de interpretación específico que se va a abrir en la restaurada Puerta de Córdoba, aprovechando su condición de histórico mirador a los campos -nada que ver con las plataformas que se instalan en Zama-, con paneles y fotografías. Será algo sencillo, porque se hará con fondos propios, en una época para pocos dispendios. Pero se quiere presentar ya para la próxima edición de Fitur, que se celebra en Madrid a finales de enero.
Buscando el origen de este interés, Paula Moreno, de la oficina de turismo local, explica que el visitante japonés ha sido habitual siempre en Carmona, por el valor histórico y monumental de la ciudad y por la presencia del Parador, en el que el grueso come o pernocta. Pero el repunte comenzó a notarse hace una década. En 2002, la casa Toyota grabó en Carmona un anuncio, que se emitió sólo en el mercado asiático: había tomas en el casco histórico, pero la parte central y lo que impresionó a quienes lo vieron -o algún avispado tour operador- transcurría en un campo de girasoles por el que se abría paso el vehículo. Muchos lo recuerdan, porque el campo quedó destrozado.
Desde entonces y cuando arranca la primavera, las oficinas en Madrid y Barcelona de algunos de los principales touroperadores del país -JTB, Gullivers Travel, Miki Travel...- llaman a Carmona para confirmar que las plantas comienza a abrir. "A veces nos llegan turistas y nos preguntan dónde están las primeras flores, a lo mejor a cinco kilómetros; cogen un taxi y se acercan para fotografiarlas, les gusta pasear entre ellos...". También se desplazan con caballetes para pintarlos del natural. En la oficina, tienen constancia de viajeros que, desde Madrid, han cogido el AVE y han llegado al municipio buscando una perspectiva ciertamente espectacular, pese a lo habitual en la campiña sevillana.
La idea del centro de interpretación está tomando forma en un año importante para el turismo nipón en España, por la celebración del año dual España-Japón, coincidiendo con los 400 años de la Expedición Keicho, que inició las relaciones diplomáticas entre los dos países y dio origen en Coria al apellido Japón, por los navegantes que se asentaron en ese punto del Guadalquivir. Si, según las estadísticas, en 2012 visitaron Carmona casi 4.900 japoneses (entre alojados y los que sólo se quedaron a comer) hasta septiembre de este año, la cifra ya iba por los 4.700, con lo que se cree que se superará de largo. Con todo, son una mínima parte, apenas un 2% de los visitantes que recibe esta ciudad de la Campiña monumental y que puede crecer de largo. Ese es el reto, teniendo en cuenta que es un visitante "fiel y educado", en palabras de los técnicos de turismo, que genera valor añadido, porque duerme o almuerza en su visita. En las próximas semanas, se espera incluso la visita del cónsul de Sevilla para intentar establecer nuevas relaciones comerciales e incidir en este vínculo que ha reposicionado a Carmona en las rutas del turismo nipón por Andalucía.
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