La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Objetivo, el Rey
Completamente seguro de que al sevillista se le han alegrado las pajarillas oyendo a Monchi decir que ve posible romper la hegemonía de los dos colosos. Ha dicho el exitoso director deportivo que sí se puede meterse en ese banquete. Y viendo cómo están las cosas tiene visos de hacerse realidad de la misma manera que ya logró el Atlético de Madrid hace un par de cursos. No es tarea fácil, pero a este Sevilla no se le ve el techo y ahí está.
A un punto del campeón y a cuatro del líder, la imagen que el Sevilla da partido a partido invita a soñar. Y que un hombre tan legitimado y habitualmente prudente como Ramón Verdejo se atreva a decir que sí se puede es para que se afronte el nuevo año sin complejos de ningún tipo. Ítem más, si la única sombra que mostraba el equipo era la de cierta falta de gol, las últimas goleadas han servido para desprenderse de lo que sólo podía ser un falso motivo para el pesimismo.
La espectacular goleada al Málaga que fue antesala de la marcha de Juande y los catorce tantos al Formentera han dejado con el cartel de Vietto y de Ben Yedder muy revalorizado, por lo que el fichaje del goleador que se reclamaba no ha de tener tanta urgencia como vía. Pero seguro que los refuerzos van a llegar, ya que la tesorería está repleta y el panorama invita a soñar. Soñar despierto, como sueña Monchi y cuando Monchi aparca su discurso de despedida por algo será.
La irrupción del Atleti del Cholo fue un vendaval de aire fresco para la Liga y no digamos cómo sería el soplo si éste lo diera el Sevilla. Enero puede aclarar muchas cosas y esos tres enfrentamientos seguidos con el líder debe ser como una prueba del nueve determinante. Decíamos días atrás que el bombo copero había empinado la cuesta de enero para el Sevilla, pero esa declaración de Monchi ha sido como un campanazo que suena a señal de salida hacia un imposible ya posible.
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