Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
Este artículo le interesará a nuestro alcalde, Juan Espadas, que ya es conocido en China por su vídeo en la plaza de Tiananmen de Pekín. Ahora que ha pactado con el PP del candidato Beltrán Pérez y se ha sumado a los que piden un plan para construir la Red del Metro (como prometió la Junta, incluso con plazos de ejecución) sería una buena oportunidad para una visita de trabajo a Shanghái. Quien no haya viajado en el Metro de Shanghái no sabe lo que es un Metro de categoría. Y no sólo porque es el más grande del mundo, sino porque en hora punta, en un vagón, cabe toda la gente que hay en la plaza del Salvador un Domingo de Ramos para ver la salida de la Borriquita. ¿Cómo? No se sabe cómo, pero entran. El Cecop no existe allí.
En 1993 empezó a funcionar el Metro en Shanghái. Antes estaban peor que en Sevilla, donde dijeron que sería inaugurado para el Mundial 82. A día de hoy, en Shanghái hay 15 líneas de Metro, con 387 estaciones y 637 kilómetros de longitud. Pero actualmente están construyendo (a la vez) cinco líneas de Metro más. En 2020 habrá 20 líneas, con 837 kilómetros en total. En la revista Retina dijeron que era como ir en Metro desde Sevilla hasta Bilbao. Tampoco hay que pasarse. Ahora no se puede ir ni desde el Prado a Pino Montano.
Por otra parte, lo de allí no es como lo de aquí. Aquí la consejera Rosa Aguilar dijo que las líneas 2, 3 y 4 empezarían a construirse en 2011. Pero si en Shanghái dicen que van a inaugurar cinco líneas en 2020 es porque van a inaugurar cinco líneas en 2020. Para ello cuentan con unas tuneladoras maravillosas y con miles de obreros chinos trabajando para poner las vías y los sistemas eléctricos. Así es como se hacen los metros en China. Por publicar croquis de líneas de Metro y planos de ciencia ficción no se avanza nada. Por hacerse fotos reunidos con el ministro de Fomento y el consejero de Ídem, tampoco.
Algunos dirán que Sevilla no se parece a Shanghái, porque aquí están como locos por llegar a los 700.000 habitantes y hay un millón en el área metropolitana, mientras en Shanghái y su periferia no se sabe cuántos habitantes viven, algunos dicen que 25 millones. Pero una línea de Metro de allí es como las cuatro de Sevilla. Es como si una línea de Metro, en vez de llegar a Los Bermejales, termina en Chipiona.
A diferencia del fútbol y el turismo, Sevilla todavía no ha sido puesta en el mapa de los metros. Por lo menos, que avancen.
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