Murillo llama a la puerta

Dos autorretratos de los más grandes maestros de la pintura barroca española abrirán la exposición Velázquez. Murillo. Sevilla que, comisariada por el director de la National Gallery de Londres, Gabriele Finaldi, será a partir del 8 de noviembre la primera de las seis grandes muestras del Año Murillo. El cuarto centenario del nacimiento del artista se festejará en su ciudad natal con actividades muy diversas -didácticas algunas, lúdicas otras- pero el corazón será el bloque expositivo que ayer desglosó en el Hospital de la Caridad el profesor Alfredo Morales, portavoz del comité científico de esta celebración que tiene como principal promotor al Ayuntamiento de Sevilla y que persigue "revisar la figura del pintor en toda su complejidad".

El programa conmemorativo del centenario se extenderá por los años 2017 y, sobre todo, 2018, de ahí que el alcalde Juan Espadas recalcara ayer en su intervención que aún pueden sumarse propuestas -y, sobre todo, patrocinios privados- a un proyecto que cuenta ya con la implicación del Estado, la Junta de Andalucía, la Catedral, el Arzobispado, la Fundación Focus, las Academias sevillanas, el Museo de Bellas Artes y la Casa Murillo, una de las residencias del pintor -hoy sede del Instituto Andaluz del Flamenco- que la consejería de Cultura cederá al Consistorio para desarrollar algunas de las actividades que coordinará el catedrático Enrique Valdivieso. La titular de este departamento, Rosa Aguilar, también avanzó ayer que el Gobierno andaluz asumirá los trabajos de restauración de los dos únicos lienzos de Murillo que permanecen en la iglesia del Hospital de la Caridad -por su gran tamaño, que dificultaba su transporte, no fueron expoliados por los invasores franceses- a través del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH): Moisés haciendo manar el agua de la roca y laMultiplicación de los panes y los peces.

Gabriele Finaldi, que acaba de culminar el catálogo razonado de los dibujos de José de Ribera, recalcó en su intervención que la muestra Velázquez. Murillo. Sevilla permanecerá abierta en el Hospital de los Venerables hasta el 28 de febrero del año próximo y reunirá 19 pinturas de los dos maestros sevillanos "que proponen una reflexión sobre la relación ideal más que directa" entre ambos artistas, separados por una generación. Este experto ha puesto el énfasis en las novedades iconográficas desarrolladas por Diego Velázquez (1599-1660) y Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), logrando reunir parejas y tríos de obras soberbias de ambos genios. Así, por ejemplo, Finaldi enfrentará a las dos patronas de la ciudad, Santa Justa y Santa Rufina, pintadas por Murillo y procedentes del Meadows Museum de Dallas, con la Santa Rufina de Velázquez adquirida por Focus. También se verán tres versiones distintas de laInmaculada Concepción, dos velazqueñas -de la National Gallery y de Focus- y la de Murillo procedente del Museo Nelson Atkins de Kansas City, que regresa a España por vez primera. La infanta Margarita de blanco pintada por Velázquez y procedente del Kunsthistorisches de Viena dialogará a su vez con La educación de la Virgen, donde Murillo presentó a María como la pequeña infanta de una escena cortesana. Son algunas de las joyas de una muestra que cuenta también con préstamos del Louvre parisino y la Dulwich Picture Gallery de Londres (Niño espulgándose y Tres muchachos, ambos de Murillo), la Wellington Collection (Dos jóvenes en la mesa de Velázquez), la Frick Collection de Nueva York (Autorretrato de Murillo) o la Fundación Villar Mir (San Pedro Penitente de Velázquez). Este último lienzo dialogará con el San Pedro en Lágrimas de Murillo recientemente adquirido por Focus y restaurado por el Prado, museo del que Finaldi fue director adjunto y que aporta obras decisivas a este conjunto como Adoración de los Magos de Velázquez y la Sagrada Familia del pajarito de Murillo, ambas restauradas para la ocasión. También su Santiago Apóstol, donde Murillo muestra la influencia del Velázquez que pintó con marcado naturalismo el lienzo de Santo Tomás que cederá el Museo de Orleáns.

De las cinco exposiciones restantes del Año Murillo, sobresale por su ambición la reconstrucción del retablo de los Capuchinos, una de los conjuntos pictóricos más destacados del artista y que podrá verse en el Museo de Bellas Artes de diciembre de 2017 a abril de 2018 comisariada por la directora de esta pinacoteca, Valme Muñoz. La joya del proyecto es el colosal lienzo El Jubileo de la Porciúncula que, como avanzó este medio, ha cedido por diez años el Museo de Colonia y cuya restauración se lleva a cabo en el Bellas Artes sevillano.

Estudiar la influencia de Murillo en las generaciones posteriores, hasta el siglo XVIII e incluso el XIX, es el reto que se plantea el profesor Benito Navarrete en la muestra Murillo y su estela en Sevilla, que también entre diciembre de 2017 y abril de 2018 ocupará el antiguo Convento de Santa Clara. Navarrete reunirá allí obras de pintores como Pedro Núñez de Villavicencio, Juan Simón Gutiérrez o Sebastián Gómez El Mulato, junto a otros posteriores como Domingo Martínez o Juan de Espinal en los que se aprecian ecos murillescos.

El artista conceptual Pedro G. Romero, en la muestra titulada La modernidad de Murillo, que se celebrará entre abril y septiembre de 2018 y de la que es comisario junto al profesor Luis Martínez Montiel, quiere ofrecer una visión del artista "lejos de los modelos del populismo beato y del maestro excelso por encima del bien y del mal". Para ello subrayará su influencia en autores de los siglos XX y XXI como, por ejemplo, el cordobés Pepe Espaliú, cuyas acciones (carrying) de concienciación de la lucha contra el sida Romero pondrá en relación con trabajos de Murillo inspirados en las obras de misericordia, como San Juan de Dios transportando un enfermo, uno de los cuatro lienzos de este artista que el mariscal Soult robó del Hospital de la Caridad y se llevó a París.

Exquisita será la antológica Murillo, IV Centenario que, entre octubre de 2018 y enero de 2019, mostrará en el Bellas Artes de Sevilla "lo más selecto" de su producción, en palabras de Alfredo Morales. Valme Muñoz e Ignacio Cano son los comisarios de esta muestra que aspira también a recuperar algunos de esos lienzos que Sevilla perdió por causas diversas, principalmente la invasión napoleónica, y que hoy enriquecen los museos más importantes del mundo, como ocurre con La Virgen y el Niño en gloriade la Walker Collection de Liverpool, una de las pinacotecas más fascinantes del Reino Unido. La pintura, datada en 1673, fue un encargo del arzobispo de Sevilla, Ambrosio Ignacio Spínola y Guzmán, para su capilla privada.

Por último, con la muestra Murillo y las arquitecturas efímeras se continuará en las calles y plazas de la capital andaluza esa tradición barroca de erigir arquitecturas conmemorativas que aún pervive en la celebración del Corpus. Murillo, como precisó Alfredo Morales, comisario de este hito expositivo junto a Alberto Oliver, colaboró en las que se levantaron para celebrar la inauguración de la iglesia de Santa María la Blanca, en 1665, y la canonización de San Fernando, en 1671. Además de recrearlas, este proyecto tendrá un impacto especial en la celebración del Corpus Christi de 2018, cuando los comisarios involucrarán a las hermandades que suelen levantar altares en el homenaje al artista.

Como curiosidad, estas propuestas recogen las líneas generales presentadas por el anterior gobierno municipal en su diseño del Año Murillo, con la excepción de la muestra Murillo y el retrato que iba a comisariar el conservador de la Frick Collection de Nueva York, Xavier Solomon. Es una buena noticia que Benito Navarrete, el gran ideólogo del proyecto en la era Zoido y uno de los máximos especialistas en Murillo en la actualidad, aporte sus conocimientos y su agenda a la conmemoración del IV Centenario, donde dirigirá un Simposio Internacional en la línea del que ya dedicara a Velázquez a propósito del hallazgo en la Universidad de Yale del lienzo La educación de la Virgen.

El alcalde Juan Espadas también avanzó ayer otras acciones con las que la ciudad hablará de Murillo "para hablar de muchas otras cosas", como por ejemplo cine social (en alianza con el SEFF que dirige José Luis Cienfuegos), música (del concierto inaugural de la Orquesta Barroca de Sevilla a la clausura a cargo de la Fura dels Baus) o teatro, con un atractivo programa en el que la escritora y periodista Eva Díaz Pérez dará cabida a las artes escénicas, la moda y hasta la gastronomía.