"La lección de Cervantes es que lo mira todo con gran comprensión"

Francisco Rico | Catedrático de Filología y miembro de la Real Academia de la Lengua

"La lección de Cervantes es que lo mira todo con gran comprensión"
"La lección de Cervantes es que lo mira todo con gran comprensión" / Juan Carlos Vázquez

Un erudito con sorna. Estudioso de Cervantes y de Petrarca, Francisco Rico (Barcelona 1942) ha venido a Sevilla a las V Jornadas sobre edición de textos e historia de la lengua, organizadas por la Facultad de Filología de Sevilla con su nuevo libro, Anales cervantinos. Su mayor orgullo es haber editado el Quijote y que miles de personas lo lean. Su poeta preferido, Marcial. Sus maestros, María Rosa Lida y José María Valverde. Es abuelo de contar batallitas a sus nietas. Puede ser muy simpático o muy antipático. Enseña en la Autónoma, es también licenciado en Periodismo y está casado con Victoria Camps, catedrática de Filosofía. Propone con guasa legalizar la corrupción en España y que cada partido cobre su porcentaje.

-¿Qué ha averiguado de la transmisión impresa en la Edad Moderna?

-Hasta el siglo XIX los libros en la imprenta no se componían por el orden lógico de páginas, sino alternando lo que debía ser cada lado de la plancha con que se imprimían. Esto da origen a muchos problemas: había que contar exactamente cuántos espacios, letras, comprendía cada forma. Para que las páginas cuadraran había que cortar si sobraba texto y añadir si faltaba. En el Quijote hay decenas y decenas de palabras que no son de Cervantes, a veces se puede remediar, a veces no. Otro detalle es que cuando empezaban a imprimir, si encontraban una errata podían arreglarla y seguir la impresión, de forma que hay páginas con dos y tres cambios. Hay que saber cuál ha sido el último y pueden tener importancia en cuanto al sentido. Otras veces se producían desplazamientos, por la forma de poner las planchas en la imprenta.

Si 'Master Chef ' ha entusiasmado a mis nietas por cocinar, un concurso (de tv) puede atraer a la lectura"

-Estas conclusiones suyas han tenido gran influencia en el resto de filólogos.

-Quisiera tenerla porque esas cosas se desconocían en España hasta que algún bibliógrafo como Jaime Moll lo trató marginalmente. Yo lo apliqué en gran escala a la edición del Quijote y ya va tomándose en cuenta. Eso quiere decir que para hacer una edición del Quijote no basta ver un ejemplar, sino muchos y cotejándolos página por página.

-Debe ser muy paciente

-No, este trabajo se puede hacer mecánicamente con transparencias que se superponen y ves dónde está el cambio, incluso proyectar en dos cámaras una imagen sobre otra. Me han ayudado mis colaboradores.

-¿Qué le ha enseñado el Quijote personalmente?

-Las lecciones en general de Cervantes, que lo mira todo con gran comprensión y humanidad. Siempre ve los dos lados, positivo y negativo, del punto de vista de uno y de otro. No quiere decir que se rinda, que deje de tener su opinión. Al revés que don Quijote, y en cambio muy de Sancho y Cervantes, se ve esa mirada de humanidad, de comprensión. Y yo, aunque no la aplique siempre y tienda a ser más como don Quijote, reconozco que lo importante es eso: entenderlo todo y finalmente pasar.

-La interpretación sexual de la locura de Quijote, de Morros, ¿es verosímil?

-[Risas] Bienvenido Morros es muy alumno mío, le tengo mucho aprecio. Nada está descatalogado en interpretaciones del Quijote. Hay tantas como quieras y esa no es de las más locas. Dentro de todo es decente.

-Petrarca, ¿qué le enseña?

-A no ser como Petrarca. He escrito miles de páginas sobre él y no me es simpático. Su falsa seguridad y cómo quiere ocultar muchas cosas contándose a sí mismo y no decir las cosas como son. Llega a no mencionar nunca a su hijo ni a su hija, como si no hubiera conocido mujer, cuando en su época no había problema en mostrarlo aun siendo eclesiástico. Es un poco falso, sí.

-Su aportación a los clásicos ha sido determinante

-La biblioteca Clásica, que ahora publica la RAE, no se había hecho en España. Son ediciones con anotación exhaustiva, quieren ser textos científicamente establecidos. Lleva notas sencillas que hacen que el libro sea sumamente legible.

-¿Se habla y se escribe mejor español en Castilla que en Andalucía?

-La cultura andaluza tiene a veces un tono más popular, y la castellana uno más sesudo. Pero creo que la diferencia está entre hablantes y escritores, cada cual tiene su personalidad.

-¿Se habla mejor español en Hispanoamérica que en España?

-Veo en Latinoamérica más riqueza léxica.

-¿Hay un retroceso de las Humanidades y un auge de la tecnología en la Universidad?

-No hay tanto retroceso porque por el auge de la tecnología mucha gente desea algo que le llene y satisfaga más, una espiritualidad. Lo que ocurre es que las carreras de Humanidades tienen menos salida en estos tiempos de recortes en España. Algún día será corriente lo que ocurre en Estados Unidos: hacer una carrera de letras corta con formación humana y literaria que satisface y luego otra cosa totalmente distinta.

-¿Qué ha aportado la Facultad de Filología de Sevilla al panorama nacional?

-De aquí han salido excelentes filólogos y excelentes escritores, y ha sido un núcleo de producción de estudios muy notable. El nivel es muy bueno y se ve mucho interés de vocaciones muy seguras. En estas jornadas es admirable el número de jóvenes estudiantes e investigadores que participan.

-¿Qué sugiere para que los españoles leamos más?

-Si los medios han conseguido que mis nietas de 4 años estén entusiasmadas con Master Chef y con cocinar, no es difícil pensar en un concurso que atraiga a la lectura.

-¿Cómo se vive en Cataluña sin ser independentista?

-Muy tranquilamente, porque los independentistas son cuatro, lo que pasa es que hacen mucho ruido, son de pueblo y son silvestres.

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