"Portavoza' ha despertado el monstruo machista que muchos llevan dentro"

Octavio Salazar. Profesor de Derecho Constitucional de la UCO

"Portavoza' ha despertado el monstruo machista que muchos llevan dentro"
"Portavoza' ha despertado el monstruo machista que muchos llevan dentro" / Juan Carlos Muñoz
Texto: José Izquierdo / Foto: Juan Carlos Muñoz

14 de febrero 2018 - 02:31

-Es profesor de Derecho Constitucional. ¿Se puede calificar la Constitución como machista?

-Sí, desde el punto de vista de que las mujeres son prácticamente invisibles en su texto. La palabra mujer, si no me equivoco, aparece sólo una vez cuando se habla del derecho al matrimonio. Además, hay un artículo discriminatorio como es el de la sucesión a la Corona, que no se ha modificado.

-¿Y ya es hora?

-Es absolutamente imperdonable que en 40 años de democracia este país no haya sido capaz de tocar la Constitución en ese aspecto, que es totalmente contradictorio con el principio de igualdad que ella misma establece.

-¿Su nuevo libro, El hombre que no deberíamos ser, culpa a los hombres por el mero hecho de serlos?

-No. Y eso me gusta dejarlo claro. Tanto hombres como mujeres somos víctimas del patriarcado. No se trata de luchar contra los hombres. Algunos se toman el feminismo como si fuese una batalla contra ellos y es una lucha contra una estructura de poder, una cultura machista, que es la que nos tiene a todos prisioneros y que vulnera los derechos de la mujer.

-¿El hombre tiene que renunciar al poder?

-Tiene que renunciar, por lo menos, a parte de él. Tendrá que compartir con la mujer el poder, las responsabilidades y, sobre todo, determinadas estructuras donde hasta ahora el hombre ha sido el protagonista casi en régimen de monopolio.

-Pone ejemplos de hombres que no deberíamos ser: Donald Trump.

-Fíjese qué terrible.

-Ha sido votado por millones de mujeres .

-Esto nos pone sobre la pista de que el patriarcado y sus fauces acaban afectando tanto a hombres como a mujeres. Indudablemente, tanto mujeres como hombres somos machistas. Seguro que lo hemos sido en algún momento de nuestras vidas.

-¿Las nuevas tecnologías ahondan la desigualdad?

-Sí, porque ahí encontramos un espacio de difícil control. Es uno de los grandes retos del Derecho: cómo controlamos un espacio en el que habitualmente estamos desarrollando nuestra libertad de pensamiento y de expresión, pero en el que también se cometen tremendos abusos. Las nuevas tecnologías están propiciando que se extiendan, que se consoliden en algún caso, comportamientos actitudes, imágenes, estereotipos que reinciden en modelos muy tradicionales y que los jóvenes están reproduciendo a una gran velocidad y con una intensidad muy peligrosa.

-Ayuda el fácil acceso a canciones muy machistas, modelos deportivos...

-Todos los productos que nos socializan -los medios, la música, internet, el cine, la televisión- insistentemente están reproduciendo unos esquemas brutalmente machistas. Los jóvenes siguen educándose en esos estereotipos machistas y es muy difícil luchar contra eso porque es muy complicado controlar y poner límites en las redes y en internet.

-¡Ay, la educación!

-Es muy difícil luchar contra el poder que tiene una red social, donde los padres, a veces, nos vemos incapaces de controlar lo que nuestros hijos están viendo a través del móvil.

-Vamos con el lenguaje. ¿Qué opina de feminazi?

-Es un término producto de esa reacción neomachista que se está produciendo. En realidad, es una reacción vergonzante.

-¿Y utilizaría la palabra... portavoza?

-Como herramienta para llamar la atención sobre lo androcéntrico y machista que es el lenguaje, por qué no. Lo que me sorprende, en todo caso, es la contestación que ha provocado el simple uso de una palabra por parte de muchos que habitualmente guardan silencio ante las múltiples injusticias de género. Eso significa que el uso de la misma ha despertado el monstruo machista que muchos siguen llevando dentro.

-¿Quedará esta ola de feminismo en una moda?

-Me preocupa. Es muy positivo que ahora todos los días estemos hablando de igualdad y que se hagan campañas y reivindicaciones en la Gala de los Goya. Pero esto tiene que ir acompañado luego de una labor muy pedagógica, porque si no corremos el riesgo de quedar en fuegos de artificio que al día siguiente desaparezcan.

-¿Da buena imagen para el feminismo la reivindicación de la Gala de los Goya?

-Todo suma. Lo que pasa es que la experiencia de la última Gala de los Goya me parece que fue una oportunidad un tanto desaprovechada. Los dos presentadores hicieron gala de un humor hasta machista y fue muy contradictorio para una gala que pretendía ser reivindicativa. El mensaje que se quería transmitir quedó muy diluido. Lo importante sería destacar que Carla Simón o Isabel Coixet fueron las triunfadoras de la noche.

-¿Un consejo para ligar?

-Reivindico, pensando sobre todo en la construcción de lo masculino, la ternura como algo tremendamente sexy, incluso erótico. Reivindico el sex appeal de las personas tiernas, incluidos los hombre tiernos.

Un compromiso activo con la causa feminista

Octavio Salazar (Cabra, 1969) es profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba (UCO) y un miembro activo de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. En 2017 recibió el premio al Hombre Progresista del Año. Ahora vuelve a las librerías con El hombre que no deberíamos ser (Planeta), una obra cuyo objetivo es construir "una sociedad en la que ellos dejen de ser poderosos y ellas subordinadas". Explica que, detrás de los "dramáticos crímenes" machistas, "hay otras violencias menos perceptibles, no tan evidentes, que revelan que las mujeres lo tienen mucho más complicado".

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