Abengoa tiene vía libre para recibir la inyección de dinero nuevo a su capital

El presidente de la compañía comunica internamente la firma de los documentos que permiten el desembolso de los 1.169 millones

Sede de Abengoa en Palmas Altas.
Sede de Abengoa en Palmas Altas. / Archivo
Alberto Grimaldi

17 de marzo 2017 - 18:15

Sevilla/El presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, comunicó internamente ayer por la tarde en el grupo de ingeniería y energía la firma de todos los documentos de reestructuración y de gobierno corporativo que ayer mismo había anunciado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que habían sido aprobados y estaban pendientes de la firma.

Con la comunicación de la firma de los documentos, confirmada por fuentes de la compañía a este periódico, culmina un trámite en su camino hacia a su reflotamiento que da vía libre al desembolso de dinero nuevo, de acuerdo con el plan de reestructuración, en su capital.

La empresa envió ayer mismo una copia de los documentos a todas las partes implicadas, lo que ha permitido que se firmaran en la misma jornada de hoy, antes de los anunciado por la compañía a la CNMV.

La firma de los documentos de reestructuración y gobierno corporativo por parte de los acreedores permitirá avanzar en el cierre del proceso de reestructuración y facilitará el desembolso del dinero nuevo y la implementación del plan de viabilidad, según consta en el hecho relevante trasladado al regulador bursátil.

Según el acuerdo de rescate con sus bancos acreedores y los fondos que había invertido en la multinacional andaluza, para proceder a la reestructuración de su deuda financiera y su recapitalización, Abengoa recibiría una inyección de dinero nuevo de casi 1.169 millones de euros.

La nueva financiación asciende a esos 1.169,6 millones de euros, que se aporta en tres tramos. El primero, de 945.100.000 euros, con vencimiento máximo de 47 meses contará con garantías reales sobre determinados activos, incluyendo entre otros el proyecto A3T en México y las acciones de Atlantica Yield que posee Abengoa. El segundo, de 194.500.000 euros, tiene un vencimiento máximo de 48 meses y está garantizado con, entre otros, determinados activos del negocio de ingeniería. Y el tercero, que se articula con una línea de crédito de un importe máximo de 30.000.000 euros, con vencimiento de 48 meses que contarán con garantías reales sobre determinados activos incluyendo, entre otros, el proyecto A3T en México y las acciones de Atlantica Yield, que se establece con la finalidad exclusiva de asegurar financiación adicional necesaria para la finalización de la construcción del proyecto A3T.

El contrato de reestructuración se sustenta sobre cinco pilares. En primer lugar, la inyección de dinero nuevo, en distintos tramos, por el citado importe total de 1.169,6 millones de euros. Los proveedores de dinero nuevo adquieren el derecho a recibir el 50% del capital social de la sociedad resultante de la reestructuración.

En segundo término, la concesión de nuevas líneas de avales por importe máximo de aproximadamente 307 millones de euros que dará derecho a sus proveedores a recibir un 5% del nuevo capital social de la nueva Abengoa reestructurada y, en tercer lugar, la reestructuración de la deuda preexistente, bien conforme a los términos estándares de reestructuración (consistentes en aplicar una quita del 97% de su valor nominal, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización), bien conforme a los términos alternativos (consistentes en capitalizar un 70% del importe de los créditos y refinanciando el 30% restante mediante nuevos instrumentos con vencimiento inicial a 66 o 72 meses, dependiendo de si se trata de deuda sénior o júnior y del devengo anual de intereses del 1,50%).

Los acreedores existentes que se ha adherido al acuerdo optando expresamente por aplicar los términos alternativos de reestructuración tendrán derecho a recibir el 40% del capital social de la nueva sociedad ya reestructurada.

El cuarto principio se fundamenta en que al término del proceso de reestructuración, los accionistas preexistes de Abengoa mantienen una participación del 5% en el capital social. Con esta reestructuración, los accionistas históricos de la compañía, como la familia Benjumea y otras fundadoras, reducirán su porcentaje del capital al 1,4%.

En quinto término, el contrato se sustenta en la unificación en una sola las dos clases de acciones existentes en la actualidad –A y B–, aspecto éste que no fue ratificado en la junta general de accionistas celebrada en noviembre pasado debido a que no se dio el quórum necesario. Sin embargo, el contrato de reestructuración ya preveía que si no se llevaba a término, no fuese una “condición necesaria” para proceder a la reestructuración.

La aprobación y ejecución de esta reestructuración evitó la mayor quiebra de España, pues Abengoa se había declarado en preconcurso de acreedores un año antes tras acumular una deuda bruta consolidada de 8.791 millones de euros, de los que más de 6.300 millones eran deuda neta, y pagos pendientes a proveedores por valor de 5.470 millones.

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