La precocidad convertida en éxitos

Cristina Mateos, o, como la conocen en el mundo del tenis, Peke, atesora tantos recuerdos de su amado deporte como títulos relucen en las estanterías de su cuarto. "Sólo este año he disputado unos 50 torneos y ganado unos 40 trofeos", apunta con orgullo. Se dice pronto, máxime teniendo en cuenta su corta edad: 11 años.

El primer contacto de Cristina con el tenis fue por pura diversión. Cuando llegaba el verano se entretenía jugando a las palas en la playa, o devolviéndole la pelota a sus abuelos en el patio de casa. Con sólo 4 años, imaginarse disputando un partido de tenis se antojaba bastante lejano.

Hasta que se apuntó a clases en la Escuela de Tenis de Verano de El Portil. Tanto le gustó que no soltó la raqueta cuando llegó septiembre, pues acudía a las clases extraescolares en las Calasancias impartidas por profesores del Club Tenis Betis.

Conforme fue cumpliendo años, la sevillana continuó con su formación en Hytasa. Con siete años y medio se federó para poder competir, y siguió recibiendo clases en el Club de Tenis de Oromana. Desde el año pasado, es una fija en el Centro de Tecnificación Blas Infante.

"Entreno tres días en la semana, lunes, miércoles y viernes, de 18:00 a 21:00. Así que cuando llego del colegio tengo que hacer todos los deberes y estudiar, porque muchos fines de semana estoy fuera compitiendo. Aunque si me tengo que llevar los libros, pues lo hago. Lo importante es organizarse bien", detalla Cristina con una madurez que sorprende teniendo en cuenta su juventud.

"Me pierdo muchos cumpleaños de mis amigos. Otras veces sólo puedo ir a una parte de la fiesta. Y si no he podido ir, al día siguiente en clase no puedo hablar de eso con mis compañeros. En ese momento lo paso mal, pero si días después gano un torneo se me pasa, porque para mí eso es lo más importante", cuenta Cristina.

Visto su palmarés, la desazón de no poder disfrutar de su tiempo de ocio como lo hacen otros niños de su edad ha debido ser efímera en bastantes ocasiones. "Tengo unos 190 trofeos y ya no me caben más", desvela con naturalidad.

Con semejante lista de éxitos, entre los que se incluyen varios campeonatos de Sevilla y otros tantos de Andalucía, destacar uno solo es casi más complicado que encontrarle un hueco en casa a sus últimas adquisiciones. Pero Cristina hace un esfuerzo y responde a la pregunta con seguridad: "Fui subcampeona de Andalucía sub 9 en 2014 y 2015 , y benjamín en 2015 y 2016. Así que cuando gané el título de campeona el año pasado -en la categoría benjamín- fui muy feliz, porque significaba un paso más. Ya no sólo era campeona de Sevilla".

Tras alcanzar aquella cima, la joven le cogió el punto a ese mismo torneo, pues repitió título este mismo año, pero ya en la categoría sub 11.

Y qué no decir de su trayectoria tras el verano. "Desde septiembre, que perdí dos partidos en Alicante, he llegado a la final en 12 torneos seguidos", desvela. De hecho, en octubre disputó ocho torneos y en todos llegó a la última ronda. Ello le permitió levantar siete títulos, cinco de su categoría (alevín) y dos como infantil.

Hubo fines de semana en los que Cristina compitió hasta en tres torneos distintos, lo que corrobora la exigencia con la que vive el tenis. Pero, vistos su entrega y talento, le aguardan muchas más etapas en su aventura tenística.