Un pequeño clásico en la otra Bombonera

La amistad entre José Castro y Daniel Angelici ha traído al Trofeo Antonio Puerta el primer equipo extranjero desde que se creara en 2008. Para la octava edición, el Boca Juniors fue el elegido por los vínculos entre el presidente blanquirrojo y su homólogo auriazul. Y será el Sevilla más argentino de la historia el que reciba al club más laureado de Argentina... con permiso del River Plate. Justo el club millonario tiene varios afectos en el vestuario sevillista, y eso le dará un picante especial al amistoso.

Desde el barrio de Núñez llegaron al Sevilla Kranevitter -el Atlético de Madrid lo fichó en invierno- y Mercado. El medio centro ingresó en las filas de la banda sangre a los 15 años, desde su Tucumán natal. El defensa, en Argentina con su selección, tuvo recorrido profesional antes de parar en el Monumental (Racing y Estudiantes), aunque salió de River identificadísimo con el club y la hinchada. Al propio Jorge Sampaoli le hace algo más que tilín el River. Ellos son las cabezas visibles de la recepción de rivalidad que tendrá el equipo xeneize, aunque la colonia argentina en el Sevilla es de 11 integrantes (seis jugadores y cinco técnicos) y las enemistades cruzadas serán curiosas.

En el Sevilla hubo futbolistas con filia de Boca. Diego Perotti, en Sevilla para visitar por sorpresa a Pareja con su mujer y su hijo, inició su carrera allí con poca fortuna antes de dar el salto al Deportivo Morón y volvió cedido por el Sevilla. Ayer, mientras Boca arribaba a Sevilla desde Buenos Aires con Tévez, Cristian Pavón, Gago y Betancour a la cabeza, estuvo el jugador de la Roma en la ciudad deportiva para añadir más pimienta a la salsa gaucha. Hoy está previsto que Jorge Sampaoli y Guillermo Barros Schelotto expliquen en una rueda de prensa conjunta su visión de la cita. "Siempre es lindo jugar contra un equipo tan importante como Boca", dijo ayer Franco Vázquez, que conoció la historia de Puerta por Maresca: "Enzo compartió conmigo su gran amistad con Antonio Puerta". Su trofeo trae hasta la Bombonera de Nervión un pequeño clásico, digno de ser disfrutado in situ... si Antonio no fuera un argumento de peso per se.