Lo peor no es el empate... (0-0)
Liga Santander
El Betis se muestra incapaz de inquietar en serio a un Deportivo inoperante arriba. Sin exigencia atrás, nunca terminó de volcarse arriba.
El estreno del Betis ante su público culminó con cierta frustración en una tarde-noche de calor en contraste con una grada algo apagada con el Gol Sur en obras, a pesar de acudir en gran número (34.500), y que se marchó con cierto tono de reproche al ver cómo su equipo fue incapaz de derrotar a un Deportivo que está con lo justo y que nunca dio la sensación de creer que podría asaltar el Villamarín. Triste empate sin goles, primer punto y la sensación de que el equipo está a medias, o de forma o de fondo, por mucho que sea pronto para conclusiones.
La fragilidad mostrada ante el coloso Barcelona hizo a Poyet replantearse el dibujo y fueron cuatro los defensas para que las caídas a la izquierda de Rubén Castro las aprovechara Felipe Gutiérrez para moverse por doquier. Fabián es la gran novedad al mando del equipo, y Sanabria habitualmente el más adelantado. Es un Betis, aun así, poco amenazador, aunque Durmisi le diera el punto de ruptura que la fantasía de Joaquín demandaba al otro lado.
El horario no ayuda, el calor es importante y el ritmo de salida es de trote cochinero. Tarde de agosto en Sevilla y partido más parecido a un bolo de verano que a un compromiso con fuego real, al menos en la primera media hora, en la que seguramente el miedo a desfondarse redobló las precauciones.
Salvo una ocasión de Sanabria y un remate al centro de Mandi, poco ofreció el Betis para desnivelar hasta la pausa. Menos aún el Deportivo, que se encontró además sin su delantero estrella al salir Lucas Pérez al Arsenal. Baste decir que una falta lanzada en el 13 con muy buena intención (o pésima, según se mire) y despejada por Fabián cuando estaba por verse que llegara Adán fue lo más peligroso de un equipo gallego muy justito.
Tras la pausa el Deportivo intenta dar más velocidad pero termina mostrando que está cogido con alfileres. Posiblemente un equipo mejor armado habría rentabilizado mejor las dudas locales, pero por suerte no fue así y ahora Poyet gana dos semanas para seguir trabajando, en espera de saber si el mediocentro contará con un refuerzo o con dos.
Si resulta que lo más relevante del segundo tiempo es que Clos Gómez perdió una lentilla, el tema tuerce el gesto al bético más bético, que suspiraba porque el catalán pitara penalti en una mano de Mosquera tan clara como poco voluntaria. Durmisi, mientras tuvo fuelle, fue uno de los argumentos más sólidos del Betis y quien más cerca estuvode marcar tras sentar al ex bético Juanfran. Una anticipación del propio Juanfran cuando Rubén Castro esperaba empujar un pase de gol de Musonda a un cuarto de hora del final fue la otra gran ocasión local. Poco más que añadir...
Ni siquiera 13 córners bastaron para que el Betis anotara, y en el tramo final el achuchón fue escaso; cierto desaire se hizo patente tras los seis de prolongación. Y es que un solo triunfo local en las últimas 13 visitas coruñesas no suena nada bien, pero lo que cuenta es el presente y lo que el bético vio en el estreno local de su equipo no es para sonreír. Y ya vendrán rivales, en Heliópolis o lejos, con argumentos más contundentes que este encomiable Deportivo.
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