Una nave industrial como galería de arte

En el Polígono Calonge se halla Art Factory, una sala de exposiciones inspirada en la moda europea y estadounidense de aprovechar espacios industriales o comerciales y dotarlos de un uso cultural

Espacio expositivo de Art Factory.
Espacio expositivo de Art Factory.
Ana Fernández

07 de mayo 2011 - 01:00

Nada hace sospechar en el número 7 de la calle Cloro, ubicada en el Polígono Calonge, que tras una pequeña puerta de chapa color naranja se encuentre una sala de exposiciones de 130 metros cuadrados en un local de 300. Sólo un tímido cartel con la inscripción Cuadros da referencia del uso que durante 20 años ha tenido y sigue teniendo esta nave industrial como almacén de obras de arte y taller de enmarcaciones. Una vez se llama al timbre -la puerta siempre está cerrada-, Lennon, un tranquilo pastor alemán que hace las veces de guardián, da la voz de alerta a Fernando Rodríguez, propietario del negocio y empresario de arte, que, en horario de 8:30 a 13:30 y de 16:30 a 19:30, abre la puerta.

A pesar de su nombre, Galería Art Factory, Fernando Rodríguez prefiere para este espacio el concepto de sala. "Aquí puede exponer quien lo desee, a diferencia del mínimo que exige una galería tradicional. La idea es dar cabida a todos los artistas. Además, la comisión del propietario de una galería convencional es del 45%, aquí sólo del 20%".

Una idea, la de democratizar el arte, que, desde que se fundó en mayo de 2010, ha tenido bastante repercusión e interés por parte de los artistas. El éxito se revela en el cupo para exhibir, ya cubierto y cerrado, por el momento, hasta febrero de 2012.

Creado por él mismo, unos paneles de más de 3 metros de altura separan la galería del taller de enmarcaciones y almacén de obras de arte. El lugar está inspirado en la tendencia que países como Alemania, Holanda o Estados Unidos siguen, "donde, por ejemplo, abres la puerta de una lavandería y allí hay una galería, o en la planta cuarta de un edificio puedes encontrar una sala de exposiciones", cuenta Fernando Rodríguez, el marchante de obras antiguas se decidió a montar este espacio.

Con experiencia en el sector, en el año 90 y en el 96 fue propietario de dos galerías en las calles Cardenal Spínola y en Alfonso XII, su actividad también ha estado dirigida al montaje de stands de galerías en ferias internacionales de arte. Una tarea que, sumada a la enmarcación, le ha permitido conocer a personalidades de este sector que requieren sus servicios. "Porque, aunque de toda la vida he estado ligado a la pintura, soy bisnieto de Fernando Tirado, pinto pero no soy un maestro. Ahora, estoy pensando realizar aquí fiestas mensuales donde reunir a los artistas y pasar una jornada donde compartir inquietudes y pasar un buen rato", comenta el marchante.

El perfil del público que acude hasta Art Factory es el de clientes que, en principio, llegan para enmarcar y, por sorpresa, encuentran en el local pinturas, esculturas o instalaciones (también hay una pantalla donde se puede proyectar). La muestra pictórica Tendencias, de Esperanza Morente, ocupa las paredes de esta sala multidisciplinar que ya se prepara para la próxima exposición de Loli Alonso (inauguración el 12 de mayo). Y es que, bajo los focos propios de una factoría, tienen cabida todo tipo de actividades vinculadas con el arte e incluso de carácter social, como la muestra que del 2 al 5 de junio acogerá a beneficio de la Asociación de Síndrome de Down de Sevilla o la próxima presentación del nuevo trabajo discográfico de Paco Contreras, El Niño de Elche, en homenaje a Francis Bacon.

stats