Terapias cognitivas para retrasar el olvido

El Centro Atrade, de especialistas en rehabilitación neurológica, abre en Nuevo Torneo para atender a pacientes en fase inicial

Lucía Mellado Damas, Macarena Macho Morales, Adela Damas Merín y Rocío Cáceres Damas.
Lucía Mellado Damas, Macarena Macho Morales, Adela Damas Merín y Rocío Cáceres Damas.
Dulce Rivero

17 de noviembre 2014 - 01:00

Para hacer frente a la crisis económica y convertirla en una oportunidad de futuro, hay que reciclarse. En 2001, la Organización Mundial de la Salud avisó a la población mundial de que las enfermedades neurológicas, junto a las mentales, serían la principal lacra de la centuria. Y recientemente se hizo público que el número de ictus en personas con menos de 65 años ha aumentado en un 25%. Conscientes de esta demanda, cuatro mujeres en paro decidieron jugársela y abrir un centro de rehabilitación cognitiva en el Parque Empresarial Nuevo Torneo para poner al servicio de los ciudadanos su experiencia en alzhéimer, la enfermedad de Pick, cuerpos de Lewy, demencia senil, demencia vascular, ictus cerebral, demencia frontotemporal y párkinson.

La trabajadora social Rocío Cáceres dirige a este grupo de emprendedoras, entre las que se encuentran la auxiliar de clínica Adela Damas Merín, la fisioterapeuta Lucía Mellado Damas y la psicóloga Macarena Macho Morales. El Centro Atrade nace con la pretensión de ser un espacio para la rehabilitación cognitiva de pacientes en fase inicial de algún tipo de enfermedad degenerativa, con el objetivo de retrasar el avance de ésta a través de la estimulación de sus capacidades. "Se trata de un proyecto novedoso por su especialización", puntualiza Cáceres.

El centro funciona de lunes a viernes y realiza las sesiones con los pacientes de 10:00 a 14:00. Cada enfermo es sometido a una evaluación neuropsicológica de forma periódica para adaptar a sus necesidades las actividades que realiza. Las familias también cuentan con atención personalizada y citas de seguimiento, que son especialmente importantes para que estas profesionales conozcan mejor a los pacientes, sus gustos y aficiones a través de estas reuniones. Por lo general, la rutina en Atrade comienza a primera hora con un taller de orientación para activar la memoria, después hay lectura comprensiva para estimular el lenguaje y la comunicación y otra sesión de actividades para ejercitar cuatro áreas cognitivas (dos cada día): el lenguaje, el cálculo, las nogcias (que tienen que ver con el reconocimiento de los objetos) y las praxias (donde se trabaja, por ejemplo, la coordinación). Tras un breve descanso durante el que se toma un tentempié, las tareas se reanudan con una hora de fisioterapia, gimnasia pasiva o quiromasaje, según el día, para estimular el equilibrio y la coordinación o bien tratar contracturas o deformaciones físicas producidas por las enfermedades.

Rocío Cáceres informa de estos servicios en las unidades de trabajo social y en los centros de atención primaria de la ciudad. Prestan asesoría para tramitar los servicios de ayuda a domicilio, teleasistencia y Ley de la Dependencia, entre otros, y cuentan con convenios de colaboración con la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide, para completar la formación de los estudiantes de psicología y trabajo social. Además, ofertan cursos específicos, que anuncian en sus perfiles de Facebook y Twitter -Atrade Demencias-, para trabajadores sociales, psicólogos, auxiliares y fisioterapeutas.

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