Grafitis para revalorizar un barrio
La galería Delimbo colabora con la Asociación Vencedores en un proyecto de dinamización del barrio Martínez Montañés a través del arte en el que han participado siete reconocidos grafiteros
Welcome to fabulous 3.000 maravillas. Como si del mítico cartel que daba la bienvenida a la ciudad de Las Vegas se tratase, un mural firmado por el artista Joe King invita a entrar en las calles de la barriada Martínez Montañés. Éste es uno de los siete proyectos artísticos que se pueden ver en algunas de las fachadas de la zona popularmente conocida como Las Vegas, en el Polígono Sur, y que forman parte de la iniciativa Un tatuaje en la piel que habito. Se trata de un proyecto puesto en marcha por la Consejería de Fomento y Vivienda, a través de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) en el contexto del programa de cooperación interterritorial Habitar 2.0. Tres culturas y un solo barrio, financiado por la Unión Europea. El proyecto, que persigue mejorar la imagen del barrio y contribuir al desarrollo personal de los jóvenes de la zona, ha sido coordinado por la galería de arte Delimbo y en él han participado siete reconocidos grafiteros: El Niño de las Pinturas, 3ttman, Osier, Repo, Joe King, Rois y Seleka.
La iniciativa empezó con una serie de talleres teóricos y prácticos dirigidos a jóvenes de 14 a 17 años de la zona, pero pronto el proyecto fue apoyado por los vecinos y diferentes asociaciones de Martínez Montañés. "Queríamos crear un espacio de intercambio, dar y a la vez recibir. La iniciativa no tenía sentido sin la implicación de los vecinos, y, para ello, contamos con la colaboración de Pedro Molina, presidente de la Asociación Vencedores, una persona muy querida y respetada en el barrio. Sin él, el proyecto no hubiera salido adelante ", explica Carlos Cremades, coordinador de la propuesta. "Cuando vienen las cámaras de televisión siempre es por algo negativo. Necesitamos más iniciativas como éstas para derribar los estereotipos existentes. Queremos que nuestros amigos vengan al barrio a visitarnos", señala Bernardino Molina, uno de los jóvenes que participó en la iniciativa.
Así, sobre uno de los edificios principales de la zona, el artista francés conocido como 3ttman ha diseñado un mandala sobre base de cemento con una simbología muy particular; mientras que el sevillano Osier dibujó con sus aerosoles iconos infantiles en un horizontal mural cercano a un descampado donde, según Pedro Molina, está previsto la construcción de un parque infantil. El sello de Seleka -responsable también del proyecto y miembro de la galería Delimbo- se puede ver en una obra abstracta dominada por azules y blancos; y, al hilo de este trabajo, el sevillano Rois propone manchas y usos tipográficos en un mural abstracto protagonizado por una luna de tonos verdes.
Según explica Carlos Cremades, los propios vecinos de la zona han participado pintando y proponiendo los temas de algunas de las obras. Así, por decisión popular, El Niño de las Pinturas, un grafitero granadino, además de homenajear al flamenco con la pintura de una bailaora a gran escala, retrató a dos de los abuelos más queridos y añorados del barrio, Josefa y Juan; mientras que Repo inmortalizó a Camarónen pleno cante. "Los propios vecinos dijimos basta y, entre todos, adecentamos una torreta abandonada que era un fumadero de droga. Aquí fue donde decidimos poner a Camarón, al que todo el mundo respeta, y, desde entonces, nadie entra aquí", apunta Pedro Molina, presidente de la Asociación Vencedores. Este mural ha llamado la atención no sólo de los vecinos, sino también de figuras del flamenco, como Remedios Amaya, que han acudido personalmente a verlo.
Según Carlos Cremades, la organización y el orden primó durante todas las jornadas que duró el proyecto, así como la buena convivencia, escenificado con un potaje gitano que unió a vecinos y artistas. "Los vecinos de Martínez Montañés somos los grandes olvidados, sobre todo por parte de la Administración Pública. Aquí hay gente muy luchadora y necesitamos más intervenciones de este tipo. Educadores de calle que trabajen de tú a tú con la gente del barrio, no desde los despachos", reclama Pedro Molina. "El barrio ha cambiado mucho. Es cierto que sigue existiendo droga y precariedad, pero hay muchas ganas de hacer cosas nuevas".
Desde la galería Delimbo aseguran que la intervención de Vencedores ha sido fundamental para el buen funcionamiento del proyecto. La asociación lleva ocho años trabajando en beneficio de Las Vegas, principalmente. Aquí trabajan con los jóvenes a través del deporte y con las mujeres en diferentes talleres de alfabetización, además de realizar actividades culturales, relacionadas con la salud y la mejora del entorno, entre otras áreas. Pero uno de los aspectos que más preocupa a Pedro Molina y al resto de miembros de Vencedores son los muros invisibles, las barreras arquitectónicas que separan la barriada del resto de la ciudad: "Estamos encerrados en un gueto. No hay ninguna entrada al barrio por toda la carretera de Su Eminencia. Necesitamos un acceso que nos libere". Abrirse a Sevilla.
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