Pedagogía más allá de las guarderías

La red Madre de Día se extiende en Sevilla como una alternativa al jardín de infancia, especialmente en el Aljarafe, aunque es una modalidad a la que le falta la regulación que existe en otras comunidades autónomas.

Cristina Díaz

08 de octubre 2012 - 09:38

Sevilla/Muchas son las madres a las que les entristece la idea de dejar a sus bebés en una guardería. Las obligaciones laborales impiden cuidar de los hijos una vez cumplida la baja por maternidad, y las escuelas infantiles se presentan como la única alternativa para conciliar el trabajo con la vida familiar, sin abusar de los abuelos.

En países europeos como Alemania, Inglaterra, Suiza y Francia hace años que funciona el sistema de madres de día, mujeres que cuidan en casa a grupos de tres o cuatro niños, como máximo, menores de 3 años, a los que se les ofrece una atención más individualizada y un ambiente familiar, además de una educación alternativa.

Este es el segundo año que la psicóloga Sylvia Márquez, residente en el Aljarafe, ejerce como madre de día. A su cargo tiene a tres pequeños, entre ellos a su propia hija, Maya. "Mi objetivo principal es acompañar a los niños en su aprendizaje, espontáneo y libre, con la mínima interferencia y respetando en todo momento el ritmo y las necesidades de los niños".

Sylvia trabaja en su propia casa, una vivienda unifamiliar perfectamente adaptada para que los niños anden libremente. "Sigo el modelo pedagógico Waldorf, que propone espacios muy armónicos y pone mucho énfasis a las experiencias afectivas y sensoriales. Yo no impongo, propongo. Es lógico que en una guardería, con tantos niños, el contenido de cada clase esté programado y cerrado. En mi caso, según la actitud del niño ese día, les propongo cantar, pintar u otra cosa. Un grupo tan reducido permite captar las emociones de los niños".

En su blog (madresdediadesevilla.blogspot.com.es) aparecen perfiles de otras madres de día, como es el caso de Paqui Calatayud. Esta joven de 23 años lleva desde los 16 trabajando con niños en aulas matinales, como canguro y dando clases a niños que necesitan un trato especial. "Decidí dedicarme a esto porque no estoy de acuerdo con los patrones que se siguen en los colegios. Creo que es importante que los niños participen en su educación y se les tenga en cuenta, por eso no impongo, propongo".

Por las tardes, Paqui estudia para ser intérprete en lengua de signos, sistema de comunicación que enseña a los menores que tiene a su cargo, pues considera que desarrolla su capacidad mental. "Este trabajo no te hace rica, es pura vocación. Mi familia está pasando por un mal momento económico. Podría dedicarme a otra cosa, pero esto es lo que me gusta".

Carolina Vázquez se enteró a través del boca a boca de esta alternativa educativa. "Me daba angustia meter a mi hijo de 7 meses en una guardería. No porque lo hagan mal, sino porque son muchos niños a cargo de un sólo adulto. Tras muchas entrevistas y conocer su programa pedagógico, me decanté por una madre de día. Me quedo más tranquila porque sé que es una persona preparada y que va a atender las necesidades pedagógicas y afectivas de mi hijo".

Duna, una niña de casi 3 años, fue en septiembre por primera vez al colegio. "Estaba un poco asustada por si no se integraba bien, ya que no fue a la guardería, sino a una madre de día, pero la pequeña se ha adaptado sin problema, ni siquiera lloró", explica Mariluz Prieto, madre de Duna.

En Sevilla cada vez está más extendida esta práctica, especialmente en el Aljarafe. La situación no está regulada, como ocurre en Madrid, donde existe una asociación, aunque sólo para educadoras que siguen el modelo Waldorf; y en Navarra, cuyo gobierno local ofrece subvenciones.

El precio varia según la zona. "A mí me recomendaron que consultara las cuotas de las guarderías privadas de la zona, y que a éste le subiera un poco, ya que la atención es más personalizada", explica Sylvia Márquez, que, para regularizar su situación, cotiza como autónoma y dispone de un seguro de responsabilidad civil. "Tanto los padres como yo firmamos un contrato para evitar problemas futuros. No podemos olvidar que tratamos con menores".

stats