Figuras abstractas con historia propia

Sus primeros contactos con la escultura llegaron a través de la Escuela de Artes, pero ya desde niño apuntaba maneras. La pasión por el arte la heredó de su abuelo, que era pintor. "Desde pequeño siempre he sido muy curioso, y en casa me gustaba dibujar y jugar a crear mis figuras sin seguir las instrucciones". Una curiosidad que le llevó a especializarse en técnicas como el vaciado, la fundición en bronce y la talla en piedra. Sus primeros proyectos fueron en el mundo de la orfebrería y parte de su carrera profesional ha estado ligada al trabajo en grandes firmas de decoración. "Llegó el momento en el que quería mostrar mi obra para saber cómo reaccionan los demás ante ella". Obsesión por persistir es su primera exposición y en ella cohesiona una serie de esculturas en diferentes materiales, como el mármol, la roca caliza o el barro, para reflejar su punto de vista de la procreación humana. "Buscamos perdurar en el tiempo, crear una vida que simbolizará nuestro legado". Una reflexión que abarca desde la mitología, con la representación de la diosa japonesa Inari (con ambos sexos), hasta el dilema moral que plantea la manipulación genética. "El hombre actual busca en la ciencia su dios de la fertilidad". En su trabajo huye de lo efímero y busca la belleza a través de la combinación de líneas rectas y curvas y el uso de diferentes texturas. Una suma de piezas, todas ellas exclusivas, que son capaces de transmitir al espectador su propia historia.