Cataluña prohíbe las corridas de toros
El veto recibe 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones.
El Parlamento catalán ha aprobado este miércoles, con 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones, prohibir las corridas de toros en Cataluña a partir del 1 de enero de 2012, en una votación en la que sólo uno de los 135 diputados que componen la Cámara no ha participado en la misma.
El Parlament ha dado así luz verde a una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) avalada por 180.000 ciudadanos que pedía abolir las corridas de toros, prohibición que afectará a La Monumental de Barcelona, la única plaza en activo en Cataluña.
El apoyo mayoritario de CiU y de su líder, Artur Mas, a la propuesta, respaldada también por ERC e ICV-EUiA, ha hecho posible que prosperara esta iniciativa, mientras que el PPC y Ciudadanos han votado en contra, como la mayoría de diputados del grupo del PSC.
El margen de diferencia entre taurinos y antitaurinos ha sido de 13 votos, cinco más que los 8 de diferencia que hubo en diciembre cuando se votó y aprobó la admisión a trámite de la ILP.
Cataluña se convierte así en la segunda autonomía en prohibir las corridas de toros, ya que Canarias lo hizo en 1991, aunque seguirá permitiendo los correbous, festejos taurinos muy arraigados en algunas partes de Cataluña y que no acaban con la muerte del animal.
Durante el debate, el PSC-CpC ha optado por un tono moderado y ha reivindicado mantener la libertad de los catalanes para asistir a las corridas, mientras que PPC y C's han arremetido contra los abolicionistas y han denunciado el afán de CiU, ERC e ICV-EUiA de acabar con "este signo de identidad español".
Los partidos que se han inclinado por la prohibición (CiU, ERC e ICV-EUiA) han tratado de desvincular la votación de la relación entre Cataluña y España, marcada en los últimos meses por la polémica de la sentencia del TC sobre el Estatuto catalán.
El diputado de CiU Josep Rull ha recordado que Antonio Machado, Lope de Vega, Santiago Ramón y Cajal o Jacinto Benavente, entre otros, mostraron su "animadversión" hacia las corridas de toros simplemente para lograr "un país mejor".
"¿Es que les movía la pretensión de ir en contra de elementos clave de la identidad española? No", ha espetado Rull, que ha recordado que el Rey Carlos III prohibió las corridas en todo el Estado y no era "sospechoso de ser catalanista furibundo".
Por su parte, el diputado del PSC-CpC David Pérez ha recordado que, aunque su grupo ha dado libertad de voto, de forma mayoritaria votaría "contra la prohibición", y ha reivindicado que los sentimientos "no se pueden limitar o menospreciar por minoritarios".
A pesar de respetar la postura de cada uno de los diputados de su grupo, Pérez, reconocido protaurino, ha reivindicado el llamado manifiesto de la Mercè en defensa de las corridas y ha leído un párrafo para apelar a sus compañeros a respetar esta tradición.
"Prohibir, un verbo que tan a menudo nos ha venido de fuera, no lo reconocemos en nuestra tradición ni en nuestra cultura hecha de tolerancia, respeto, pacto, inteligencia, entendimiento y cordura", ha asegurado, citando parte de ese escrito.
En nombre de ERC ha tomado la palabra su presidente, Joan Puigcercós, que cree que la especie de los toros no se extinguirá en Cataluña por la decisión, puesto que "aquí no hay dehesas".
"Hay que enviar un mensaje al mundo de que la sociedad catalana evoluciona", ha subrayado el líder de ERC, que también ha negado que la votación de hoy sea una reacción contra España: "Se ha querido buscar una confrontación (con España) que no es tal. En el resto del Estado también hay abolicionistas".
En nombre del PPC, Rafael Luna ha dicho tener "serias dudas" de si el Parlament tiene competencias para abolir la denominada "Fiesta Nacional" y ha concluido que, pese a que los toros son una tradición catalana, los grupos nacionalistas quieren vetar estos festejos porque "molesta todo lo que tenga un cierto sabor a España".
"El animal no tiene derechos individuales a proteger, somos los humanos quienes tenemos la obligación de protegerlos", ha opinado, entre apelaciones a la libertad y tras alertar de que la prohibición comportará un coste medio de 250 euros a cada familia catalana.
Por ICV-EUiA, el diputado Francesc Pané ha reivindicado "exonerar a los catalanes de una fiesta que espanta la sensibilidad", y ha tildado de "inmoralidad" asociar un debate animalista con la relación entre Cataluña y España.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha denunciado el afán de CiU y ERC por "borrar del mapa un icono" español, y ha avisado que está en juego "perder un trocito de libertad".
En tono provocador, ha espetado a los diputados antitaurinos: "A algunos, por el aspecto que tienen, les gusta bastante el foie. No me gustaría que después de prohibir las corridas algunos siguieran comiendo foie y permitiendo que se torture a las ocas".
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