'El Peñón de Orduña', pétreo ante 'victorinos'
Decimotercera corrida de abono en la maestranza
El diestro vasco Iván Fandiño, con el mejor lote de una interesante corrida de Victorino Martín, consigue el único trofeo del festejo en el mano a mano que mantuvo con David Mora, quien se fue de vacío.
La corrida de Victorino Martín, de desigual presentación, dio un juego interesante. No es que fuera un corridón de toros en todos los sentidos; pero si la comparamos las que hemos sufrido en días anteriores... En una tarde espléndida en lo climatológico, los victorinos, plato fuerte en preferia, entraban en esta ocasión en liza dentro de farolillos y el aforo no se llenó; rondó los tres cuartos de entrada.
El mano a mano entre Iván Fandiño y David Mora se saldó con el triunfo del diestro vasco, que ganó la partida al madrileño. Fandiño, El Peñón de Orduña, que contó con el mejor lote, mantuvo la firmeza pétrea de la gigantesca roca de su tierra. Ante el peligroso toro que abrió plaza peleó sin titubeos, destacando en un par de tandas con la diestra. Por el pitón izquierdo se jugó el pellejo.
El tercer astado, Cobratero, se arrancó de largo para dos puyazos muy bien recetados por José Francisco Aguado. El toro persiguió muy bien la muleta, humillando hasta casi hacer surcos en la arena de la Maestranza, y Fandiño aguantó e intentó templar aquella temperamental embestida del cornúpeta. Hubo un par de tandas con la diestra de mucha vibración, con el público totalmente entregado. Mucho mérito porque, por fin, un toro pedía el carnet profesional al torero. Una estocada y Fandiño ganó el único trofeo de la tarde.
Tardó mucho en salir el quinto, pero mereció la pena. Fandiño lo entendió perfectamente y lanceó magistralmente sobre los pies hasta llegar a la boca de riego. ¡Hermoso toreo de capa de torero lidiador! Mora sufrió un fuerte golpe en una pierna en su correspondiente quite, cuando dibujaba una chicuelina. Luego, con la muleta, Fandiño extrajo todo el jugo al toro por el buen pitón derecho, con una serie buenísima, con muletazos de buen trazo, que emocionaron al público. Por el izquierdo, por donde no descolgaba el animal, cumplió. La estocada, en la que el toro hizo un extraño, y el torero aguantó, fue muy meritoria. Fandiño se tiró a ley para recetar un espadazo en toda regla para el que expuso una barbaridad. Hubo petición de oreja -probablemente no era mayoritaria por los pañuelos que volaban- porque el público continúa solicitando los trofeos con más voces que ondeando la tela.
David Mora se mostró voluntarioso con su primer astado, que se quedaba corto por ambos pitones. Con el complicado cuarto, al que recibió con una larga cambiada en los tercios, David Mora no llegó a acoplarse. Tuvo el gesto de ceder al sobresaliente, el sevillano Fernández Pineda, una oportunidad y éste se lo agradeció con un breve quite a la verónica.
Como cierre, la plaza vivió un momento muy emotivo, arrancándose el sexto al caballo desde largo en un par de ocasiones. Las ovaciones fueron clamorosas. Rivalizaron en quites Mora y Fandiño, ganando la batalla el vasco, con unas arriesgadas gaoneras. En banderillas, El Chano se jugó la barriga con agallas. Luego, el astado resultó manejable. David Mora realizó una labor extensa sin que alcanzara a emocionar al respetable, que salió contento debido al variado e interesante juego de los victorinos, que nos recordaron que el toro encastado y el tercio de varas -de lo que hemos estado ayunos durante esta feria- son también fuente de emoción en el espectáculo taurino.
Como lectura muy positiva, la firmeza de ese Peñón de Orduña, duro, pétreo, que ha crecido sin que el viento de las corridas duras haya erosionado ese toreo de verdad y pureza que siempre busca. Un peñón de luces vasco, que ayer emergió con fuerza ante victorinos en la Maestranza.
Ganadería: Corrida de Victorino Martín, de desigual presentación e interesante juego. El mejor en la muleta, el tercero, que dio muy buen juego.
Toreros: Iván Fandiño, de rosa y oro. Entera (saludos tras ovación). En el tercero, estocada (oreja). En el quinto, estocada (dos vueltas al ruedo tras petición). David Mora, de rosa y oro. estocada y un descabello (saludos tras ovación). En el cuarto, pinchazo y estocada (silencio). En el sexto, media (palmas).
Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Martes 24 de abril. Tres cuartos de entrada en tarde espléndida.
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